Internet tiene vida, es un paisaje sobre el que continuamente estallan columnas de grandes experiencias que los virus se empeñaban en enfermar (y seguirán intentándolo).
Pero internet no es sólo eso, también lo son sus arterias, su menos conocido esqueleto, ese que tanta satisfacción supuso para aquellos que disfrutan más cuanto mejor conocen sus metas.
Su radiografía nos muestra kilómetros y kilómetros de cable submarino que recorren el planeta. Una tela de araña en la que los datos que escribe nuestro vecino pueden recorrer varios continentes antes de pasar por tu cable.
En el siguiente mapa podemos ver los nombres y recorridos de cada una de sus arterias. Ha sido extraído de Greg's Cable Map, desde donde encontramos un mapa más completo, en el que podemos hacer clic en cualquier cable para enlazar a su contenido en la wikpedia,... Lo mismo de los nodos de conexión, situados en lugares estratégicos. Os recomiendo que exploréis los "Map Layer".
(Vía Microsiervos)
Podría haber sido el protagonista de esta entrada pero, como podéis ver, sitúa a Europa en el centro del mapa, cuando el centro de las comunicaciones a nivel mundial es Norteamérica.
Los cables de fibra óptica de tercera generación pueden alcanzar 5.3 Gpbs, equivalente a 60.000 conversaciones telefónicas simultáneas, es decir, 20.000 veces más que un cable coaxial (Los cables coaxiales submarinos .pdf); aunque está previsto que en 2012 se termine de instalar el cable SJC, que unirá Japón y Singapur (de 8.300 km de longitud) a una velocidad de transmisión de 17 Tbps expandible hasta 23 Tbps.
Para instalarlo, en las costas, debido al gran calado del barco cablero, se requiere acceder mediante un barco de menor porte. Se colocan boyas para arrastrar un cable guía hasta la playa, luego se tiende el cable y se deja caer. Acto seguido los buzos lo entierran en la playa. Para una mayor protección en el acceso a la playa, el cable lleva una cubierta adicional de acero.
Posteriormente, el cable depositado en la bodega del barco cablero se tiende en el lecho oceánico mediante un "trineo" (arado robotizado). En los inicios, para regular la tensión del cable, un hombre se sentaba sobre él, el resto es una cuestión de tacto; actualmente se hace por ordenador, con una precisión milimétrica.
Aún así, los cables deben enfrentarse a numerosos peligros, los principales son las anclas y la pesca de arrastre. Si un cable se corta puede afectar a 75 millones de usuarios, incluso relentizar las conexiones a niveles continentales.
Toda una joya.
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Actualización: 14/12/10 - 05:37
Localización de fallas en cables submarinos de fibras ópticas (.pdf)
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Actualización 2: 5/7/12 - 15:34
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Actualización 2: 5/7/12 - 15:34
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Actualización 3: 29/9/12 - 17:05
Carta de comunicación del telégrafo de Marconi
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Actualización 4: 7/9/15 - 20:09
(Vía IFL Science)
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