"Los procedimientos tecnológicos y los cambios en la organización de la producción permiten que los libros y los periódicos se vendan a precios más asequibles.
En la década de 1830 aparece en Inglaterra, Estados Unidos o en Francia, una nueva concepción de periódico (
penny papers la llamarán los americanos). La teoriza el francés
Girardin. Según él, el periódico es demasiado caro, lo que frena su difusión. Su propuesta es que el periódico sea pagado por el anunciante en vez de por el comprador: "
La publicidad comercial -afirma- pagará por el lector. Colmará la diferencia entre el precio de coste de un ejemplar y su precio de venta deficitario. Cuanto más bajo sea ese precio de venta y más elevado el número de ejemplares que se tiren, más cara se pagará la publicidad". Los periódicos debían, pues, incluir elementos atrayentes para concitar el interés de un público cada vez más amplio.
Girardin no piensa en el periódico como un intermediario entre burgueses políticamente activos; sino en una prensa que gane cuotas de mercado, nuevos públicos masculinos y femeninos, de clases sociales distintas, mediante el recurso a fórmulas novedosas. Como el folletín, que él mismo propone. Estas ideas serán recogidas por Dutacq, el director del parisino
Le Droit populaire (primer número), que las aplicará con la salida a la calle, en 1836, de
Le Siècle (primer número). Dutaq había intentado llegar a un acuerdo con Girardin para la edición del citado periódico, pero no se llevó a efecto, por lo que el segundo se decidirá a poner en solitario sus ideas en práctica y publicará
La Presse (
primer número). La suscripción anual a estos periódicos era de 40 francos; todos los demás se situaban en la franja de los 80 francos."
Enric Bordería Ortiz, Antonio Laguna Platero y Francesca Martínez Gallego.
Extraído de Historia de la Comunicación social.