Denis Dutton, fallecido en 2010 y autor de The Art Instinct, define la belleza desde un punto de vista darwinista. Sí, esa teoría, la de la evolución. Basada en las ideas de Sobre el origen de las especies a través de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida. Argumentada por un tal Charles Darwin.
Su teoría ha sido resumida por Isaac Asimov en su libro Momentos estelares de la ciencia (mi autorregalo de navidad) de la siguiente forma:
"Hacia aquella época cayó en sus manos un libro famoso escrito por un clérigo llamado T.R. Malthus. Malthus afirmaba que la población crecía siempre más deprisa que los recursos alimenticios, de manera que siempre habría algunos que morirían de hambre.¡Claro!, pensó Darwin. Todos los animales engendran muchas más crías de las que pueden vivir con los recursos alimenticios disponibles. Algunas tenían que morir para dejar sitio a las demás. Y ¿cuáles morirían? Evidentemente, las que fuesen menos aptas para vivir en su medio.[...]Una vez publicado el libro de Darwin, los biólogos tuvieron que rendirse a la evidencia. Los cambios de las especies habían sido hasta entonces simple especulación. A partir de 1859 hubo que aceptarlo como un hecho. Y así sigue siendo."
¿Así sigue siendo? No es difícil imaginar que más de un católico pensara en obligarle a detractarse de esa sarta de sandeces, tal y como le ocurrió a Galileo... ¿Habrá que esperar otros 376 años para que la Iglesia pida perdón? Si somos homínidos, compartimos procedencia con los monos, ¿dónde está Dios? Donde siempre, en las escuelas.
En 17 estados de los Estados Unidos (en rojo) "la evolución se enseña mal, se malinterpreta o directamente no se enseña". ¿Por qué?
"En cuanto se hace referencia a la ciencia, los creacionistas tienden a luchar contra la realidad. Ellos creen, después de todo, que la evolución por medio de la selección natural es falsa y que la Tierra tiene solamente unos muy pocos miles de años de edad. Ellos también creen que los estudiantes a quienes se les enseña el punto de vista creacionista en biología y a quienes también se les enseña a descartar el Darwinismo están en ventaja. El problema es que un "sistema creacionista de ciencia" no es ninguna ciencia. Es sólo una fe. Toda ciencia es naturalista en el sentido que ella trata de entender las leyes de la naturaleza y el carácter del Universo en sus propios términos, sin referencia a un creador divino. Cada estudiante que espera entender la realidad científica de la vida, temprano o tarde necesita aceptar la elegante verdad de la evolución como ella misma ha evolucionado desde que fue primeramente postulada por Darwin. La evolución no es una simple hipótesis. Es una teoría rigurosamente apoyada por abundante evidencia".
¿Y por qué es tan difícil asimilar que el ser humano es un mono evolucionado? Si Chita(o Jitts) se hubiera llamado God (o Dios) quizás todo sería más fácilmente comprensible... Y en este sentido, el lenguaje juega un factor muy importante. Para referirnos a una especie, utilizamos un concepto genérico: mono, gallina, perro,... pero la ciencia no entiende de simplificaciones. Si extraemos el ADN de un tigre no estamos recogiendo la genética de toda su especie, sólo los rasgos comunes y concretos de ese animal. (Véase la resurrección de las especies).
El fotógrafo inglés James Mollison, para remarcar el parecido entre los grandes simios y los seres humanos, ha realizado una serie de retratos a gorilas, chimpancés, bonobos y orangutanes.
(Vía Amazings)
Monos al fin y al cabo:
A estas alturas, no sé que opinarás de la teoría darwinista de la belleza, pero si te ha convencido la teoría de la selección natural, has visto lo mismo que Darwin, y eres pacífico, seguro que, para terminar, te parece interesante el origen evolutivo de la paciencia.
Muchas gracias.
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Actualización 2/5/11 - 22:55
El papa Benedicto XVI ya se ha pronunciado al respecto: "Si el hombre fuese solamente un producto casual de la evolución en algún lugar al margen del universo, su vida estaría privada de sentido o sería incluso una molestia de la naturaleza. Pero no es así: la Razón estaba en el principio, la Razón creadora, divina".
Coincide con sus antecesores.
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Actualización 2/5/11 - 22:55
El papa Benedicto XVI ya se ha pronunciado al respecto: "Si el hombre fuese solamente un producto casual de la evolución en algún lugar al margen del universo, su vida estaría privada de sentido o sería incluso una molestia de la naturaleza. Pero no es así: la Razón estaba en el principio, la Razón creadora, divina".
Coincide con sus antecesores.
