lunes, 27 de octubre de 2014

Chupópteros


Nadie vendrá a salvarnos

Nadie vendrá a salvarnos.
Ninguna esfinge nos dirá si hemos acertado
antes de afilar su ingenio.

Los corruptos no comparten método
ni criterio con los justos.
No reparten tampoco el triunfo
que a los propios es ajeno.

Al primer cuarto del veintiuno
España es un atraco de cien años,
a merced del préstamo usurero
al amparo del político-esperpento.

Alternancia de los chupópteros nacionales,
simultáneo pillaje de regionales y alcaldes;
los clanes, las tramas, los reales;
las casas, desahucios, los crespones.

Nadie vendrá a salvarnos.
La justicia peca en los pecados mayores,
dispone apenas de las minutas
del ladrón a su alcance.
La mentira normaliza en las portadas
que la verdad llega siempre tarde.

Juego de niños, chivato culpable.
Sentencia austera si el fiscal se atreve
a dudar de los fundadores
a manos llenas tras el acorde.

No vendrá a salvarnos
ni el rubor de los corderos
ni el rugir de los militares.

También podemos subir al monte,
cultivarnos como quien se hace el valiente
o esperar, otra vez, que la historia entierre
lo que el miedo no juzgue a tiempo.