(Vía Jaume d’Urgell)
Siento que falta poco para que empezar a ofenderle... hace bastante que se lo merece.
Mientras tanto, ayer emitían un cruce de monólogos entre el ministro de economía, De Guindos, y el resto de representantes de los partidos con representación en el Congreso. Básicamente, dio a entender que no habría una comisión de investigación para buscar responsables de la crisis financiera ("no soy un ángel vengador"), y mira hacia adelante confiando en el presidente del Banco de España.
A pesar de que una de las representantes dijera que el Partido Popular había impedido que asistiese a una comparecencia similar el gobernador del Banco de España y de las más que justificadas críticas en torno a la falta de control de la inversión de los bancos, la falta de supervisión, incluso a la venta de acciones basura, las preferentes. Una estafa que ha costado más de 20.000 millones de euros, un 3% del PIB y que aunque fuese adquirida como deuda, ahora es tan volátil como el precio de una acción. La culpa no es sólo del analfabeto.
El ministro de Economía no quiso responder a cuánto dinero se había prestado a Bankia, que fue nacionalizado (45%) por 10.000 millones de euros con una deuda de 9.300 millones de euros contraída a partir de la absorción de siete cajas de ahorros, apoyada por 4.500 millones de euros de ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), de los contribuyentes, tuya y mía.
Después de cuatro Reales-Decretos Ley (sin responder a cuánto dinero se le había dado a Bankia) harán falta 9.000 millones más para la "consolidación del sistema financiero", según De Guindos. Sólo quedan dos cajas de ahorros.
Se han recortado 10.000 millones en Educación y Sanidad.
No sacar conclusiones es mirar para otro lado...
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Un día más tarde, se reunión el Consejo de Bankia, el ministro de economía se equivocaba, no eran 9.000 millones, algo más. 19.000 millones, casi 500 euros por cabeza española... Mariano Rajoy, el presidente del gobierno, ha dicho en la sede del PP en Génova que los financiará, aunque todavía no sabe cómo.
Si cae Bankia, caemos detrás.
