lunes, 11 de febrero de 2013

Cómo se hace un periódico, en 1928


Cómo se hace un periódico


En la confección de un periódico figuran, como factores principales, jugo cerebral, papel y tinta, puestos a contribución en un conjunto de máquinas complicadas que se mantienen en constante movimiento no sólo por la fuerza motriz que las impulsa sino también en virtud de constante cooperación y actividad humanas.

Un periódico es la resultante de una serie de esfuerzos individuales, admirablemente coordinados, que convergen en un mismo punto y a un mismo tiempo. Esta resultante es la expresión sintética de los grandes acontecimientos mundiales.

Los periódicos modernos están divididos en tres secciones primordiales, a saber: informativa, editorial y anunciadora.

En la primera se exponen hechos escuetos, sin comentarios ni partidismo. Y en la estricta observancia de esta regla ética de periodismo cífrase el orgullo de los que militan en el campo de la imparcialidad, de la neutralidad y de los que pretenden ofrecer a sus lectores cuanta noticia sea de suficiente importancia, dejándoles deducir las consecuencias que mejor acomoden a su criterio.

Los editoriales reflejan la opinión y tendencia del periódico, comentando de acuerdo con su credo los hechos que se exponen. En ellos se enarbola un estandarte, se despliega una bandera, se expresan opiniones, desvirtúan errores y se propagan ideales.

Los anuncios llenan el espacio que un periódico vende para ofrecer a los comerciantes y público en general las ventajas adquiridas por su importancia, reflejada en su circulación.

Aunque generalmente inspirados por personas ajenas al periódico, éste se reserva el derecho a revisarlos para proteger a sus lectores contra probables fraudes, intentados por personas de mala fe.

La sección de Anuncios es estricta en sus apreciaciones, existiendo una separación absoluta entre ella y las demás que componen el diario. Un anuncio es anuncio o deja de serlo. No admite término medio o componendas. Y en este punto son bien terminantes las leyes postales de los Estados Unidos, a las que se atienen todos los periódicos de alguna importancia para disfrutar de los beneficios que les reporta su inclusión en la categoría de correo de segunda clase; punto que no pertenece a este pequeño folleto estudiar con mayor detenimiento.

Otros escritos e ilustraciones que no pueden incluirse propiamente en la clasificación de noticias y editoriales, aunque tienen algo de la esencia de ambos, contribuyen a dar amenidad e interés al periódico. Son de índole diversa y de aspectos muy varios, abarcando colaboraciones, artículos educativos, fotografías, dibujos, caricaturas, etc., etc. En LA PRENSA figuran incluídas en este grupo “A través de mis gafas”, “El Eco de las Aulas”, “Para las Damas”, “Tribuna Libre” y otras muchas.

Para la buena marcha de un periódico es preciso que cada una de las diversas partes que lo componen se compenetren íntimamente, reuniéndose para ello en una cabeza principal que vele por todas, coordinándolas y administrándolas acertadamente. Esta cabeza principal puede denominarse Gerencia, Administración o Dirección, siendo ésta la que más acertadamente corresponde a este periódico.

Así al visitar los distintos departamentos en que está dividida LA PRENSA comenzaremos por hacer un estudio de la Dirección, pasaremos después a la Redacción y más tarde a los Departamentos de Anuncios, Circulación, Contabilidad e Imprenta.

Se desea al lector que esta rápida ojeada le sea placentera y agradable y aprovecharemos, una vez más, la oportunidad que se nos ofrece para recordarle que en esta casa estamos todos a su disposición, con ánimo de servirle con toda la atención y esmero que la ocasión permita.


La Prensa fue el primer diario en español de Estados Unidos. 

(Continúa en la página 11)

Riot, el buscador de los espías

Riot (Rapid Information Overlay Technology) es un "Google para espías" desarrollado por Raytheon, la quinta compañía del mundo contratista de defensa. El mayor productor mundial de misiles guiados.




Básicamente es un buscador que recopila datos de redes sociales. Según The Guardian:
"Usando Riot es posible conseguir un paisaje de la vida de una persona - sus amigos, los lugares que visita marcados en un mapa - en poco más que unos pocos clicks. 
En el vídeo obtenido por The Guardian, el principal investigador de Raytheon, Brian Urch nos explica que las fotografías que los usuarios publican en redes sociales algunas veces contienen detalles sobre la latitud y longitud, insertada automáticamente por smartphones y también llamados "exif header data"."

Un experimento que encontré hace ya algún tiempo y que es bastante similar en este sentido es now.jit.su. En esta página web se pueden ver en tiempo real las imágenes tomadas desde teléfonos móviles con Instagram de grandes ciudades como Tokio, Las Vegas, Madrid, Sao Paulo, Estocolmo, Tel Aviv... es decir, aprovecha los metadatos de las imágenes y los agrupa por ciudades sin marcar el lugar concreto en un mapa, por lo que no va tan lejos como Riot.

Los metadatos es información que no afecta visualmente a una fotografía. Las cámaras de fotos digitales profesionales los incorporan de serie, esto significa que incluyen un GPS, como la mayoría de teléfonos móviles modernos. Suelen contener el título, la descripción, etiquetas, fecha, hora, lugar (latitud y longitud), modelo de la cámara, autor... Hay programas para borrarlos, por ejemplo Metanull para imágenes en formato .jpeg.

Este buscador va más allá, sus clientes (es de pago, claro está) pueden acceder a un diagrama de red con las asociaciones y relaciones entre individuos que se comunican a través de Twitter, por ejemplo, por no hablar de la línea de tiempo de Facebook (temas de interés, gustos, relaciones personales...), por lo que es lógico que las empresas más interesadas en nuestra seguridad estén bastante implicadas en el asunto.

Por mí está bien, siempre que se persiga a la pederastia, por ejemplo. Pero teniendo en cuenta el caso de la censura en China, por ejemplo, herramientas de este tipo asustan bastante en los países en los que el gobierno da miedo. Por no hablar del derecho a la privacidad o el interés comercial derivado del uso de estos datos, que al fin y al cabo tienen que ver con nuestra vida, nuestros gustos, nuestras preferencias, nuestra forma de pensar, en qué nos gastamos nuestro dinero, a qué partido votaríamos...

En el caso de las comunicaciones, el mejor programa que he encontrado (el que parece más seguro) es Retroshare, algo más que un messenger cifrado. Aunque todo empieza por una contraseña y es mejor que no sea "1234".

Internet es así. Todo tiende a hacerse público, por lo que es mejor publicar (en modo privado o en modo público) sólo lo que queramos que sea público. El resto, mejor a mano, o en un ordenador sin tarjeta de red.   ¿Lo más peligroso? Que si termina existiendo el Gran Hermano, no sea público.