Una de las cosas que he podido hacer desde que volví de Plasencia (me he pasado once días fuera de casa), fue montar las tomas falsas del último corto que monté, Efecto retorno.
Hay unas cuantas risas. La cosa es que, esta vez sin un euro, me voy otra semana, esta vez a la playa. Sin dinero pero no veas tú qué vacaciones. Ya vendrán las lamentaciones a principios de curso... cuando tenga que buscar trabajo más que en serio, como una necesidad propia de la supervivencia.