Este número de
Cirque du Soleil me ha dejado con las piernas temblando. No es sólo una cuestión de vértigo, que sobrevalora cualquier altura superior a un par de metros; es que parece una evasión de las propias leyes de la física.
El funcionamiento es sencillo; al caminar hacia la derecha en el interior de uno de los dos tambores de lavadora, el movimiento pendular aumenta su fuerza en el sentido contrario, hasta que la inercia permite mantenerlo girando sin prácticamente esfuerzo (o eso parece). Mientras, en el interior, los cuerpos se separan y adhieren en función de las fuerzas de inercia:
centrífuga y
centrípeta, y la gravedad, que llega a dejar suspendidos a los acróbatas en el aire.
Una auténtica maravilla.
Fuerza centrífuga:
Fuerza centrípeta:
De pequeño me encantaba este programa. :)