Poema ignoto
Ojalá sonaran las monedas
tras cada palabra escrita,
ojalá así de simple fuera
ser escritor hoy en día.
Pero no llaman a la puerta
del joven que hoy suspira.
No están en acertadas agendas
ni su vergüenza ni su risa.
Escribir es ilusión incierta,
la razón no siempre visita
ni acude con notas la mentira
si tal palabra es mal dicha.
No van a llamar a la puerta
tras cada poesía escrita.
No hay oficio de regadera
para las flores marchitas.
Ojalá fuera simple ser poeta,
exiliar las esquivas espinas,
transcribir a paisajes la belleza,
enumerar sus virtudes divinas.
Precisas palabras bonitas
no son suficientes para creerlas,
como una verdad encinta
siempre es virgen previa ciencia.
¡Pero no caen las cobrizas!
En obligado acto de paciencia,
caen las letras como infinitas
a un pozo, para cuando muera.
SpNt2005 – 12/3/14