La semana pasada, mi compañero me decía, "¿y Rajoy? ¿dónde está?"; miraba alrededor en su habitación con los brazos extendidos. No estaba llamando a Dios. Estaba sorprendido por el poder que le otorgan los medios de comunicación, esa omnipresencia que lo empapa todo de "crisis", "
flexibilidad", "
reforma",... la omnipotencia de un decreto-ley, cheques en blanco otorgados por la
mayoría absoluta.
Hace un año había otro, y hay crisis, es cierto,
hay crisis, pero eso no es motivo para despedir a los trabajadores, ni para asustarse... es el momento de estar al día. Yo estoy acojonado. No puedo evitarlo siendo un estudiante que termina la carrera este año. Pero es sorprendente cómo ha cambiado todo en menos de cuatro meses.
La crisis se ha convertido en la principal arma política en España (entre partidos), cuando en realidad ha sido un arma financiera (entre bancos).
¿Quién pierde? ¿Zapatero? Ése ya se buscó sus propias razones. Lo más seguro es que acabe como consejero de otra gran empresa.
Las que pierden son las cajas de ahorros, que desaparecen, se las comen los grandes bancos con 6.000 millones de fondos del estado. Y se recorta en educación y sanidad. Y se nos acusa (con razón) de no ahorrar, de caer en la inercia publicitaria...
No hay responsables financieros (De Guindos era consejero europeo de Lehman Brothers, el primer banco en cerrar por esta crisis) y se siguen buscando responsables políticos de la crisis mientras la corrupción pierde importancia si afecta a los dos grandes... A gran escala debiera considerarse terrorismo económico. ETA es una lacra, como también lo es robar los millones suficientes para pagar la fianza... ¿
o la justicia? Vergüenza...
Todo está montado para un juego de grandes monstruos a nivel global. Los conservadores piensan que haciendo grandes empresas no las comprarán las extranjeras... y las engordan restando a lo público. Las inflan por Ley... La banca ha inventado todos los juegos con billetes, por eso siempre gana. Y porque puede
comprar armas.
No espero el día que abra los ojos y todo cambie. Ahora mismo sólo me preocupa cambiar algo, aunque sea un poquito, aunque sea aquí dentro, antes de cerrarlos cada noche.