Cultiva tu propia ropa a partir de bacterias
lunes, 12 de julio de 2010
Biotejido
Cultiva tu propia ropa a partir de bacterias
Terrafugia
"El Terrafugia es un vehículo mixto para dos pasajeros, capaz de andar por carretera a una velocidad máxima de 100 km/h, convertirse en un avión en menos de medio minuto, y ponerse a volar a casi el doble de velocidad (185 Km/h), logrando una autonomía muy interesante de 644 kilómetros (la distancia entre Madrid y Barcelona, menos de cuatro horas) antes de necesitar repostar. El precio del vehículo estará en torno a los 200.000 dólares (unos 170.000 euros) y su producción en serie puede comenzar el año que viene, siempre y cuando el vehículo supere las pruebas de choque preceptivas.
Terrafugia tiene diversas ventajas respecto a otros vehículos voladores proyectados: en primer lugar utiliza gasolina convencional, de modo que podrá repostar en cualquier gasolinera, aprovechando la infraestructura existente, y tiene un tamaño muy reducido (sólo pesa 1.300 kilos), de modo que es posible guardarlo en el garaje."
(Vía Cooking Ideas)
... mamá, yo quiero volar.
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Actualización: 15/8/2010 - 12:47
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Actualización 2: 12/9/2010 - 17:48
La revista "Modern Mechanics and inventions" (en ebay), publicó en diciembre de 1930 el siguiente artículo, en el que trata de recrear el diseño de un coche volador. No iban tan mal encaminados, el diseño es de hace 80 años después de todo...
¿Son los deseos basados en la imaginación colectiva (el eterno sueño de volar, por ejemplo) los que nos han traído hasta aquí?
Fútbol
Uno podría pensar que era porque mi equipo favorito ganaba, pero no, era por la forma de jugar, por el estilo. Defensa fuerte y velocidad una vez pasada la mitad del campo, movimientos sin balón, pase y desmarque,... Messi, y sobre todo, Xavi, o Humphrey Bogart, como lo llamaba el gran Andrés Montes.
Quizás Xavi sea la llave, pero creo que me ha gustado tanto este mundial porque España ha sido fiel al juego del toque que ha mantenido el Barcelona durante los dos años pasados, y no hay más que ver la plantilla: Puyol, Piqué, Iniesta, Xavi, Pedrito, Busquets y, desde hace poquito, Villa. A los que hay que sumarle Silva, Jesús Navas, Mata,... todo jugones.
No pensaba escribir ninguna entrada sobre el Mundial, es parte de la Historia del deporte, y todos los deportes son grandes por cuanto hacen necesario la capacidad de superación y el carácter de cada una de las personas que lo practican. El fútbol no es más ni menos. Pero se lo merecen, Holanda ha ido a algo más que destruir juego y el árbitro ha tenido suerte de que ganara España si es que deseaba seguir practicando su profesión, que en la liga española le reportaría un salario de 100.000 euros anuales. Nada despreciable.
El fútbol no deja de ser un negocio; el impacto total del fútbol profesional en España supone cerca del 2% del Producto Interior Bruto, genera 9.000 millones de euros entre efectos directos (taquilla, camisetas, publicidad...) e indirectos (hoteles, aviones, restaurantes,...) y da empleo a unas 85.000 personas. Da de comer a 85.000 familias. ¿Alguien puede estar en contra de eso? Es como "el juego, el alcóhol o la prostitución, diversiones que la gente practica" para comer, no todo el mundo quiere, ni puede, ser agricultor, pescador o ganadero. Además, el gobierno recauda 1.500 millones entre impuestos y seguridad social y la quiniela.
Parece que todos ganamos si el negocio está basado en el consumo fugaz, ese que viene pero permanece sólo en la memoria. El fútbol también es exquisito, y a uno lo deja insatisfecho, como el tabaco, con el que el Gobierno recaudó 9.446,7 euros en 2009, todo sea dicho.
Pero no nos desviemos con comparaciones que puedan dejar a este "divino" espectáculo en mal lugar, los 94 millones de euros por un hombre que corre y da patadas a un balón es un número más que merecido, siempre y cuando ese maldito cabrón corra y marque goles como dios manda, goles que hagan de su camiseta todo un símbolo de admiración.
Quizás no tenga mucho sentido después de todo, pero gracias, fútbol, por mantenernos levantados del asiento y sacarnos por la ventana a gritar lo mismo que no nos deja más que alegrarnos, gracias por hacernos pensar que todo el mundo saldrá a la calle a celebrarlo y que así sea, gracias por hacernos pensar que la felicidad colectiva es posible por algo más que una victoria bélica, gracias por darnos la posibilidad de contemplar cosas como esta.
Así termina este cuento, con un golazo...