miércoles, 20 de octubre de 2010

Marihuana

Hay cosas que uno tiende a no contar, no son secretos pero deben ser considerados como tales por una cuestión de intimidad. Sólo ocurre en torno a temas concretos, muy debatidos socialmente aunque uno percibe que a pesar de ello se dan muchas cosas por sabidas, que dan una imagen demasiado vaga pero suficiente como para condicionar un primer encuentro.

Por ejemplo, hace un tiempo me dedicaba a escribir en los billetes: "Este es tu Dios"; cuando se paga a un camarero o a una dependienta con ese billete y lo lee, en el preciso instante en el que sigues presente, esperando el cambio, cree que ya conoce mucho sobre ti. Hay muchos juicios atribuidos a ese acto por existir la naturaleza del acto en sí. Son símbolos.

Algo similar me pasa con fumar (no tabaco), creo que puede condicionar demasiado la visión que alguien tiene de mí, que puede ser negativa o positiva, pero en cualquier caso demasiado abierta, incontrolable, y uno no quiere perjudicar a nadie, y menos a sí mismo.

En todo caso, esta es mi opinión al respecto:




Es un poco extraño tenerle miedo a una planta, pero es aterrador que te puedan encerrar por ella, incluso con plantaciones societarias de autonsumo. No soy un especialista, quizás sea mortal, como el tabaco, pero es una palabra que arrastra mucho peso, demasiados significados.

Uno debe cargar con pocos eufemismos en su vocabulario, la lastra puede ser inamovible y llenar de tabús todo posible aprendizaje, que siempre ha de dar lugar a una opinión absolutamente personal, propia de un individuo informado. Las posibilidades de las bibliotecas e internet están para estas cosas.


Acta Verbum Nº 1


Este es el primer número:


(versión para imprimir; tres DIN-A4 por las dos caras)

La tirada ha sido de 100 ejemplares, algo más de 16 euros, a dividir entre cuatro. Hay detectados 17 19 errores, pero bueno, es el primero y también hay aciertos.

Noticias completas:


Estoy feliz.

Ciclos

Sobre la naturaleza de los ciclos económicos:

"En el estado actual de la sociedad estos efectos parecen producirse de la manera siguiente. Vamos a suponer que en cualquier país los medios de subsistencia bastan exactamente para sostener con holgura a sus habitantes. El esfuerzo constante de la población para aumentar, que se ve manifestado hasta en las sociedades más imperfectas, hace que aumente el número de habitantes antes que aumenten las subsistencias. Por consiguiente, los alimentos que antes sostenían a once millones de personas, tienen que dividirse ahora entre once y medio millones. Así, los pobres tienen que vivir peor, y muchos de ellos soportarán severos sufrimientos. Siendo también el número de trabajadores superior al trabajo por realizar, los jornales tenderán a bajar, mientras que al mismo tiempo el precio de las provisiones tenderá a subir. El trabajador tendrá, por consiguiente, que trabajar más para ganar lo mismo. Durante estas épocas de miseria, son tan grandes los obstáculos para el matrimonio y las dificultades para sostener una familia, que se detiene el crecimiento de la población. Entretanto, la baratura de la mano de obra, la abundancia de trabajadores disponibles y la necesidad entre éstos de desplegar mayor actividad, estimulan a los agricultores a emplear más mano de obra, a roturar nuevos terrenos y a estercolar y mejorar los que ya están en cultivo, hasta que en último término los medios de subsistencia puedan hallarse en igual proporción con respecto a la población que en el período inicial. Cuando ya es de nuevo tolerable la situación del trabajador, disminuyen las restricciones impuestas a la procreación, y, luego de un corto período, se repiten los mismos movimientos retrógrados y progresivos en lo que respecta al bienestar de los habitantes."

[...]

"Una circunstancia que ha contribuido, quizá más que ninguna otra, a ocultar esta oscilación es la diferencia entre el precio nominal y el precio real del trabajo. Muy pocas veces sucede que el precio nominal de la mano de obra baje universalmente; pero todos sabemos que muy a menudo continúa siendo el mismo mientras que se eleva poco a poco el precio nominal de las provisiones. En realidad esto sucederá, por lo general, en el caso de que el aumento de las manufacturas y del comercio (más el sector servicios, la investigación y cultura*) sea suficiente para dar empleo a los nuevos trabajadores que aparecen en el mercado, y para impedir que el aumento de la oferta produzca la rebaja de los precios. Pero un aumento en el número de trabajadores que recibieran los mismo salarios en dinero tiene por necesidad que aumentar el precio en dinero del trigo, a causa de la mayor demanda. Esto equivale en realidad a una baja en el precio del trabajo y, durante ella, la situación de las clases más bajas de la comunidad tiene que ir empeorando; pero los agricultores (terratenientes, cajas de ahorro e inmobiliarias**) y los capitalistas se enriquecen a causa de la baratura real de la mano de obra. El aumento de sus capitales les permite emplear mayor número de hombres, y, como probablemente la población frena su crecimiento a causa de la mayor dificultad para sostener una familia, la demanda de mano de obra, después de un período determinado, sería mayor que la oferta , y es obvio que los jornales subirían si se le dejara alcanzar su nivel natural; de esta manera, los salarios de los trabajadores, y en consecuencia la situación de las clases más bajas de la sociedad, podrían tener movimientos de avance y de retroceso, aun cuando el precio de la mano de obra no hubiera bajado nominalmente."


Thomas Robert Malthus (Genio del mal). Muy interesante.

Extraído de Sobre las Limitaciones del Desarrollo de la Población en las partes menos Civilizadas del Mundo y en la Antigüedad (.html)


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Anotaciones:

(*): hemos de tener en cuenta que en la economía actual hablamos de bienes y servicios. En paralelo al aumento de la complejidad organizativa en las sociedades, han aparecido nuevos oficios que constituyen nuevas posibilidades de prosperidad para las nuevas generaciones, que no son necesarias en el sector primario debido a la mecanización. En su mayor parte, ocupaciones dedicadas al mantenimiento del sistema, como orden establecido en base a unas pautas heredadas, con su legislación vigente, según Max Weber:

Para mantener cualquier dominación por la fuerza se requieren ciertos bienes materiales externos, lo mismo que sucede con una empresa económica. Todas las organizaciones estatales pueden ser clasificadas en dos grandes categorías según el principio al que obedezcan. En una, el equipo humano (funcionarios o lo que fueren) con cuya obediencia ha de contar el titular del poder, posee en propiedad los medios de administración, ya sea que estos consistan en dinero, edificios, material bélico, parque de transporte, caballos o cualquier otra cosa; en otra, el cuadro administrativo está separado” de los medios de administración, en el mismo sentido en que hoy en día el proletario o el empleado “están” separados de los medios materiales de producción dentro de la empresa capitalista. En estas últimas el titular del poder tiene los bienes requeridos para la administración como una empresa propia, organizada por él, de cuya administración encarga a servidores personales, empleados, favoritos u hombres de confianza, que no son propietarios, que no poseen por derecho propio los medios materiales de la empresa; en las primeras sucede justamente lo contrario. Esta diferencia se mantiene a través de todas las organizaciones administrativas del pasado.

Extraído de El científico y el político (.pdf; pág. 4)

(**): Sí, también cajas de ahorros e inmobiliarias.

Sobre los terratenientes en el caso de España, en el el informe David contra Goliat (.pdf) elaborado por Intermon Oxfam en 2005, podemos leer: "según la Comisión Europea, el 18% de los perceptores concentra el 76%". Y sigue:

"En conjunto, los 303 nombres de oro de la agricultura española se llevan cada año un mínimo de 398 millones de euros, lo que supone una ayuda por perceptor de 1.309.000 euros anuales. El contraste entre el apoyo que recibe este grupo y la situación de los pequeños agricultores dentro y fuera de España resulta llamativo:

• Los subsidios totales a estas empresas e individuos (los 303) multiplican por diez el presupuesto público destinado a la agricultura en Mozambique, un país donde 6 de cada 10 personas viven en el sector rural.
• Durante cada uno de los años estudiados, en España desapareció una media de 37.000 explotaciones familiares."



De hecho, me considero bastante malthusiano, cosa que no tiene sentido si no has leído genio del mal; que desgrana su teoría y la ejemplifica con la situación de Argentina, brillante. No me considero un enemigo de la vida, pero soy pesimista. Una vez hablé de limitar la vida hasta los 60 años... pero al igual que no se le debe impedir jamás a una mujer ser madre, no se pueden segar hilos de tiempo, experiencia y nietos. Eso es jugar sucio.

Es una pena que tengamos que vivir en un planeta finito, y no creo que la tecnología sea una opción.

Pero hay que aceptarlo, y sobrevivir, aunque a veces no se sepa bien cómo...