miércoles, 30 de diciembre de 2009
Arte
¿Qué es el arte? Quiero que me den su opinión sobre el arte, sobre qué significa para ustedes ese abstracto pentagrama que parece ser que sólo unos pocos saben descifrar, ese universo blanco que se vacía a base de color atado de pies y manos; quiero que me digan qué significa para ustedes, qué queréis que signifique para vosotros.
A menudo se le impone una medida, un absurdo número de horas semanales o tiempos de dedos esclavos y mente dispersa, un insulso patrón que nadie entiende cuando hablamos de un creador. "Lo ha debido sacar de otra parte seguro, de otra melodía, de otro trazo ancestral, de otro vendaval de versos", y buscamos su esencia entre teoremas y fórmulas como matemáticos abstractos, como buscamos el origen de nuestra Historia: de dónde venimos.
Pero no es éso lo que buscamos ¡maldita sea! El tiempo que dedicamos a llenar de letras, notas, gotas, palabras, tempos, susurros y mimos nuestra cabeza no es tiempo dedicado frente a un papel de celulosa de 210x297, que lo más probable es que se le haya arrancado impunemente a un árbol de sangre del Amazonas, escupiendo como sentenciosos amparados por la necedad de un veredicto ¡No es así! No es la medida del arte el tiempo dedicado a apuñalar las cuerdas de una melodía o a taladrar con pericia la madera o el mármol; es tiempo dedicado a mirarse en un espejo.
El arte no es tiempo, es conocimiento.
El arte es la libre expresión de los conocimientos que adquirimos durante el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos.
A menudo se le impone una medida, un absurdo número de horas semanales o tiempos de dedos esclavos y mente dispersa, un insulso patrón que nadie entiende cuando hablamos de un creador. "Lo ha debido sacar de otra parte seguro, de otra melodía, de otro trazo ancestral, de otro vendaval de versos", y buscamos su esencia entre teoremas y fórmulas como matemáticos abstractos, como buscamos el origen de nuestra Historia: de dónde venimos.
Pero no es éso lo que buscamos ¡maldita sea! El tiempo que dedicamos a llenar de letras, notas, gotas, palabras, tempos, susurros y mimos nuestra cabeza no es tiempo dedicado frente a un papel de celulosa de 210x297, que lo más probable es que se le haya arrancado impunemente a un árbol de sangre del Amazonas, escupiendo como sentenciosos amparados por la necedad de un veredicto ¡No es así! No es la medida del arte el tiempo dedicado a apuñalar las cuerdas de una melodía o a taladrar con pericia la madera o el mármol; es tiempo dedicado a mirarse en un espejo.
El arte no es tiempo, es conocimiento.
El arte es la libre expresión de los conocimientos que adquirimos durante el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos.
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