jueves, 6 de mayo de 2010

Viña '10

Páramo, arboleda

Una nube mancha los viñedos,
huérfanos de cigarras que canten himnos
a la rectitud de sus hogares como ejércitos.

Una nube prosigue su viento
sobre una plaga con fecha prevista.

Se aleja una nube
y queman las pieles
y deshacen los temas
y los tira a la basura
que se acumula en los bordes.

El cénit de luz fosiliza las comisuras,
el plástico se aferra a la sombra
y se adhiere a las gargantas sin sombreros
como un vaho en el estómago,
un despertar de pesadilla.

Tarde estirada como una brisa.
Bebe, fuma y disfruta.
Y música.

Estrellas fugaces infinitas
en el universo de una mirada
afónica bajo los motores del acorde
que deja tras de sí un avión que no se oxida.

Mereció la pena volver a verte
porque te vi
con tu vestido de diamantes,
invisible.

Te vi
perdida en un páramo de nubes,
me viste
en mitad de una arboleda de soles.