Imputación del chivo expiatorio
No puedo quitarme,
no puedo sacar de mi cabeza
la memoria flácida y marmórea carne
más allá de esta frontera epidérmica
que una viva imagen de muerte ignora.
No puedo olvidar
ni la imagen ni tragarme
la vergüenza ajena que me señala:
culpable, pudiste y no hacer nada
es el poso de esta desdicha.
No puedo amar enteramente o
dormir enteras las noches;
no puedo ignorar las vallas al horizonte,
no puedo perdonarme
eso que somos todos y no se aguanta.
SpNt2005 – 19/2/14
Mil gracias a los reporteros de guerra
Mil gracias a los reporteros de guerra