(Vía The Observer a través de Boing Boing)
"Espectaculares pinturas murales de 2.000 años de antigüedad de estilo helenístico han sido halladas en Petra, lugar nombrado patrimonio mundial, gracias a la experiencia de especialistas británicos en conservación. Las pinturas, en un complejo de cuevas, han sido oscurecidas durante siglos por hollín negro, humo y sustancias grasas, así como graffiti.
Expertos del Instituto Courtauld de Londres han eliminado la suciedad negra, descubriendo las pinturas de una "excepcional" calidad artística y cuya pura belleza se dice que es superior incluso a algunas de las mejores pinturas romanas de Herculano que fueron inspiradas por el arte helenístico."
El arte de esta época estaba virtualmente extincto, casi como el dodo. No es más que un dibujo, un niño alado tocando una flauta, como el que pudiera dibujar cualquier niño sobre cualquier borde de cualquier libro de matemáticas durante una clase aburrida. Seamos sinceros, no es más que eso. Pero su antigüedad justifica su interés en base a su carácter de influencia en las pinturas posteriores. El conocimiento es acumulativo.
En España también se están recuperando pinturas de varias cuevas. Los procesos son algo misterioso, en el mejor sentido de la palabra:
"Estas técnicas no agresivas con nombres abstrusos, como la espectroscopía atómica y molecular, la espectrometría de energía de dispersión de rayos X o la fluorescencia de rayos X, combinadas con estudios de microscopía electrónica de barrido (.pdf) y con análisis microestratigráficos (.pdf), están desvelando cómo pintaban aquellos picassos de las cavernas."
Pero más allá de su valor histórico, adoro el valor que le doy por regla general a las bellezas que el azar ha puesto en mi camino y que, de otra forma, jamás habría podido contemplar. Adoro el placer de convertir una aparente nimiedad en una oportunidad para seguir aprendiendo.