Un sol arde,
combustiona la luz
y pones tu mano
sobre mis párpados
para quemar cenizas
de oscuridad.
Acaricia tu sombra
dos túneles en obras.
Los motores adelantan
por las líneas discontinuas
de las persianas.
Dos palabras bastan
para espantar el olor
a tímpano demacrado,
vestirme de tu tacto.
Pones tus labios,
un beso,
sobre el incendio.
Tragas el humo
apagando el insomnio.
Duermo, tranquilo
mientras las amazonas de tu sombra
me guardan los sentidos.
SpNt2005 – 10/9/11