Felip Puig fomentó la actitud violenta del Parlament de Cataluña ante el movimiento 15m. Dos meses más tarde, este ingeniero de caminos con una obsesión por la limpieza, continúa su trayectoria política con los mossos d´esquadra como fieles compañeros. 50 antidisturbios en diez furgonetas fueron suficientes para proceder al deshaucio de una familia de senegaleses (con tres hijos) de su casa en alquiler en el barrio del Clot (Barcelona).
No ha sido el primero en España, hace tres días, los antidisturbios impidieron que se impidiera otro deshaucio en Madrid. La televisión parece que está para otras cosas.
El portavoz de SME-CCOO (uno de los sindicatos de Mossos d'Esquadra) Toni Castejón, ha sugerido que estas órdenes establezcan un plazo de pago tras el cual se pueda ejecutar el desahucio en el momento que los policías consideren más oportuno y evitar así concentraciones de protesta. Es decir, que no aparezcan la fecha y la hora en la orden de deshaucio, ya saben, de compras o en la ducha.
Vuelve a tensarse la cuerda. Dos meses después, esta vez desamparados; los grandes medios han alejado su atención del movimiento 15m, al menos en internet. Sabíamos que escuchar no era la principal virtud de algunos de nuestros gobernantes (deberían aprender del Ayuntamiento de Alcoy), pero poco a poco están convirtiendo a la violencia en su peor defecto.