Tarde
Era tarde antes incluso de serlo,
antes de creerlo,
antes de que lo haya sido,
antes incluso de serlo yo.
La corriente de palabras arrastra el silencio
hacia un acantilado atestado de mentiras,
oleajes y otros fragmentos de arena.
La sal del aire desvela los secretos
escondidos en los recovecos de las piedras;
heridas tras tantas mareas rogando a los dioses
mientras nosotros jugábamos a ser mares
encontrados,
que comparten sus aguas,
su oxígeno, su sal, sus faros, sus rocas,
sus escondites.
Era tarde antes incluso de querer serlo
y se evaporó la línea del horizonte
hasta quedar una línea montañosa
tras la que te desdibujas,
te absorbe la concavidad de la tierra
y ya era tarde,
incluso para ser un único océano desnudo.