Es un fotógrafo, realizador audiovisual y escritor que ha tenido una gran idea, y le ha puesto un nombre curioso "literatura histérica". Este concepto gira en torno al acto de la lectura y, lejos del enfado o la histeria, combina este ejercicio (el de leer) con el orgasmo femenino.
(Vía Gonzoo)
Una serie de jóvenes recitan fragmentos de famosas obras literarias al tiempo que un consolador añade una leve tensión in crescendo que concluye en un clímax erótico totalmente alejado del morbo o la lujuria pornográfica.
Un buen experimento para renovar tabúes.