sábado, 31 de diciembre de 2016

Álvaro Sarró atravesando el test de Proust (II)


Despido el año de la mano de un amigo. Si es la segunda parte es porque hubo primera. Después de ésta, tuve la oportunidad de volver a Madrid con motivo de un estreno mundial: Cánticos, un cortometraje en los que el susodicho participa como guionista y director.




Laura, compañera del susodicho y compañera a su vez de Janis, me acogió de una manera terriblemente amable en su casa y pude disfrutar con mayor énfasis de las céntricas comodidades de la capital. Tuve la fortuna de asistir a un encuentro de fútbol de chavales a los que dirige el susodicho con mayor o menor éxito deportivo y compartir una buena mañana de Rastro. También tuvo lugar una entrevista que espero tarde años en ver la luz...

Volviendo al tema. Tenía prevista una entrevista sesuda, profunda, intelectual y reveladora. Pero a nuestro protagonista hay que sacarle las palabras con sacacorchos. Uno, que es muy crítico y resabido las más veces, está tratando de ampliar el sentido público de la obra del susodicho. Me explico. Hace poco leí que escribir es una lucha constante contra uno mismo, y por lo tanto, sólo se puede perder. Esto es cierto. Pero de nada sirve desprestigiar o sepultar o incinerar el valor de los intentos. Escribir mierda forma parte del oficio de escritor. Y difícilmente se escribe algo que no merezca tal valoración por parte de su autor, y así debe ser para seguir creciendo. Me atrevo a añadir que pensar lo contrario es un error. Pero hostias, también habrá que echarse alguna florecilla, aunque sólo sea por descansar, descargar el tic tac constante de la autocrítica, exponerse plácidamente.

Dicho esto, ahí va el experimento; test en este caso:

1. ¿Principal rasgo de tu carácter?
La cobardía.

2. ¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?
La bondad.

3. ¿Y en una mujer?
La bondad.

4. ¿Qué esperas de tus amigos?
Que me hagan saber cómo son en realidad (y que me hagan sonreír).

5. ¿Tu principal defecto?
Amargar a mis semejantes.

6. ¿Tu ocupación favorita?
Dormir.

7. ¿Tu ideal de felicidad?
Ver pasar las nubes tumbado en la ladera de una montaña.

8. ¿Cuál sería tu mayor desgracia?
Convertirme en prisionero.

9. ¿Qué te gustaría ser?
Un asteroide.

10. ¿En qué país desearías vivir?
En cualquier sitio donde aún pueda inspirarse hondo.

11. ¿Tu color favorito?
Todos lo son.

12. ¿La flor que más le gusta?
Aún no estoy capacitado para responder a esto.

13. ¿El pájaro que prefieres?
¿De verdad es necesario elegir?

14. ¿Tus autores favoritos en prosa?
Mark Twain, James Joyce, Azorín, Pío Baroja...

15. ¿Tus poetas?
Miguel Hernández, Charles Baudelaire, Charles Bukowski, Antonio Machado...

16. ¿Un héroe de ficción?
Trapito.

17. ¿Una heroína?
La madre de Dumbo y la Maga

18. ¿Tu músico favorito?
Shane MacGowan.

19. ¿Tu pintor preferido?
Alberto Durero.

20. ¿Tu héroe de la vida real?
Mi padre.

21. ¿Tu nombre favorito?
Azael.

22. ¿Qué hábito ajeno no soportas?
La falta de autocrítica.

23. ¿Qué es lo que más detestas?
Perder el tiempo.

24. ¿Una figura histórica que te ponga mal cuerpo?
Enrique VIII.

25. ¿Un hecho de armas que admires?
Me resulta imposible admirar algo así.

26. ¿Qué virtud desearías poseer?
La paciencia.

27. ¿Cómo te gustaría morir?
Sin dolor, deprisa.

28. ¿Cuál es el estado más común de tu ánimo?
El pánico.

29. ¿Qué defectos te inspiran mayor indulgencia?
¿Quién soy yo para catalogar como defecto cualquier expresión de la sensibilidad humana?

30. ¿Tienes una máxima?
No, quizá algún día. De momento, tratar con respeto lo exterior a uno.


Como colofón, añadir que Marcel Proust diseñó este test con la intención de descubrir en sus respuestas el alma de una persona. Y tampoco tenía ganas de una entrevista sesuda, profunda, intelectual y reveladora. Tal vez la próxima, ¿quién sabe?

jueves, 29 de diciembre de 2016

'Literatura', un artículo de Mariano José de Larra

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Aprovechando estos días de vacaciones y teniendo en cuenta los problemas que estoy causando a ciertas editoriales... ¬¬ Me he decidido a seguir con obras clásicas. Tengo pendiente La Tregua, y a cada día que pasa le tengo más ganas.

Me gusta mucho la literatura medieval, y me parece un desafío muy enriquecedor; el cuento también está bien, pero quiero ganar aún más versatilidad. Este es un pequeño paso: Mariano José de Larra, uno de los máximos exponentes del Romanticismo en España durante el siglo XIX y precursor del artículo periodístico costumbrista. Su artículo más famoso se titula “Vuelva usted mañana” (tarde o temprano caerá), y su obra (para bien o para mal) mantiene la vigencia a pesar del pasar de los años.

En este caso, me estreno en la grabación de los artículos periodísticos con “Literatura”. Es un análisis del estado de las bellas letras en la época del autor. Critica la escasa innovación de la mayoría de sus coetáneos prosistas castellanos. Su visión es muy clara: sin progreso social es imposible un proceso literario sólido. Tras las revoluciones americana y francesa (1789), las sociedades avanzaron en el resto de Europa, no tanto en España, donde la religión y la política seguían teniendo el control ideológico y cultural.

Su reflexión más profunda es respecto a los escritores españoles que tratan de aplicar a un lenguaje antiguo los nuevos avances, de forma que pretenden expresar nuevas ideas con palabras que no existen, y que poco más que imitan a los literatos franceses (como se hizo con los italianos en el siglo XVI). En definitiva, invita a una literatura nueva, para una sociedad nueva. Una literatura de las verdades, filosófica y profunda.

Es cierto que quizá es un artículo interesante para unos pocos, más interesados en la Historia de la Literatura en castellano; pero entiendan que no podía resistirme a compartirla y a sufrirla. El tono didáctico y la escritura ágil son una maravilla para leer con voz interna, pero a ratos se pone cuesta arriba. La novela permite más pausas. En el periodismo sin embargo, el tiempo apremia.

Comparto con vosotros la edición original de "El español", del día 18 de enero de 1836; para que así podáis disfrutarlo con auténtico espíritu romántico.

Espero que os guste tanto como a mí.


miércoles, 21 de diciembre de 2016

'Lazarillo de Tormes', Anónimo


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Otro más.

He aquí uno de mis libros favoritos. Tuve la fortuna de leerlo antes de que obligaran a mis compañeros de clase a viajar en el tiempo a través de sus páginas. Siempre pensé que es mejor viajar voluntariamente para no considerar a cualquier libro un destierro con finalidad de examen.

Todavía se desconoce el autor de la obra aunque hay teorías al respecto. Para este audiolibro he recurrido a la edición de Francisco Rico, publicada por Cátedra, dentro de su colección Letras Hispánicas. En el prólogo, Francisco Rico aclara que respeta la concordancia de las tres ediciones de 1554, la de Burgos con la de Alcalá y la de Amberes. Se estima que uno o dos años antes apareció la primera edición de la obra.

Es castellano antiguo, y la edición de Cátedra es de difícil lectura. Aprecio inmensamente la claridad y calidad de su introducción, prólogo y notas al pie, y lo excelso de sus referencias bibliográficas. Sin embargo, el tamaño de la tipografía lo aleja bastante de una lectura cómoda. Aún así, admiro lo primero, a pesar de lo segundo. Entiendo que era necesario para adaptar un artículo de lujo a un precio asequible.

¿Por qué el Lazarillo de Tormes? Porque me gustó la obra, obviamente. Su indiscutible valor dentro de la Literatura Universal (no debo obviar que es la primera novela de ficción moderna), la génesis de la picaresca española (junto a La vida del buscón, de Quevedo)... ya de por sí son argumentos de peso. Además, pensé que si era capaz de hacer un audiolibro en castellano antiguo, era capaz de cualquier cosa. Bien es cierto que no es un castellano totalmente alejado, pero sí que recoge expresiones y un ritmo muy particular, que obliga, en mi opinión, a destacar el carácter popular de la obra. Es una obra dirigida al público en general y no a una minoría culta.

No han sido pocas las dificultades. Son sólo dos horas, pero hay errores. Es la primera vez que he decidido releer el primer capítulo al completo. La razón para esto han sido las dificultades a posteriori para corregir una docena de errores sin poder evitar un cambio en el tono de voz que no me convencía. Para la segunda versión, intenté corregir dos errores y visto que no afectaban al buen entendimiento de la obra y que era peor el remedio que la enfermedad, he decidido dejarlos tal cual. En el resto también hay correcciones. Entiendo que puedan notarse levemente, mis disculpas de antemano.

Espero ahorrar en los próximos meses para adquirir un equipo a la altura de mis exigencias particulares. Exageradas visto lo placentero, hilarante a veces y enriquecedor de la experiencia de leer un buen libro en voz alta. Y compartirlo. Y sentir el agradecimiento por parte de desconocidos, que en realidad no lo son tanto.

Nada más que decir. Espero que os guste.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Así


Así es imposible

Dame un minuto por favor.
Me gustaría hablar
en este aciago día
sobre la...
sobre la paz en el mundo:

Aprovecho esta...
a ver si me dejan.

Esta importante recepción
para defender... defender aquello
que todos tenemos...
que tenemos en común.
Defender los derechos...
Los derechos universales
como garante...
como garante de la...
de la civilización.

En este aciago día...
a ver si paran ya con...
Perdón.
En este aciago día
apelo... a la voluntad de los individuos
para con la dignidad de...
de los pueblos. Y termino...
Termino ya. Seré...
Seré breve.

La paz es un...
La paz es un derecho...
Un derecho imprescindible...
Imprescindible para la supervivencia...
La supervivencia de la especie.

¿Ha terminado?


(No... siguen cayendo...
Las bombas... siguen cayendo)


Lo siento.
Así...
Así es imposible...







viernes, 9 de diciembre de 2016

Trino


Pluma

Los pájaros no lloran.

Agua distante y solidez,
la lágrima del iceberg.
La sombra ingaseosa:
sedimento de la opacidad.

El mar como consecuencia
o profundidad. La almohada
del retorno eterno. Retoño
de la adversidad. Quizá.

Pronto me toca. Lo que es de todos,
a todos toca de su suavidad.

La pluma blanda, pluma alada
de ave de rastro de libertad.

Los pájaros no lloran
simplemente
dejan de cantar.






lunes, 28 de noviembre de 2016

'Platero y yo', de Juan Ramón Jiménez

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Otro más. El sexto.

¿Por qué Platero y yo? Fácil: Juan Ramón Jiménez...

Un profesor me dijo que era un poeta sorprendente porque había escrito mucho y nunca había leído nada suyo que le disgustase. Juan Ramón aclara en el prólogo que no es un libro sólo para niños, sin embargo, la mayoría de la gente que lo ha leído son niños. O mejor dicho, eran niños la primera vez que lo hicieron. Es un libro muy recurrido en los colegios en España, y para mi sorpresa, también en Latinoamérica. Suele ser difícil de entender a pesar de la brevedad de los capítulos, y el lenguaje, cargado de adjetivos; la sintaxis, cargada de comas; dificultan la comprensión si se lee con demasiada celeridad. Creo que este ha sido el único libro que no me leí justo el día anterior al examen.

Es un libro para degustar con calma. Sólo así se aprecia la emotividad transmitida por los abundantes colores, la ejemplaridad del monólogo interior y las elegantes descripciones de ese gran amigo que es Platero: más humano que los humanos, tan niño como los niños.

Leyendo 'La metamorfosis', de Kafka, tuve momentos en los que lo pasé mal. No por la historia. La abundancia de puntos. De pausas. De frases cortas. Me alargaba. Me alargaba. Me alargaba las páginas. Tras terminarlo, me sorprendió su duración (casi dos horas) para tener apenas 60 páginas... Con Platero, quería ir despacio, ir paladeando. Aún así, algunas veces perdía el sentido de la oración tres comas más adelante. Hay muy pocos puntos. Hay párrafos enteros sin un punto y seguido, y tiene sentido que no lo tengan. Tiene partes absolutamente mágicas, tejidas con auténtica maestría.

Es difícil porque es irónico y crudo. Porque es melancólico y a veces triste. Tiene la serenidad de una oración y el aire noble de las buenas intenciones, crítico y sensible. Humilde y honesto. Por eso quería volver a leerlo.

Tengo que decirlo, ha sido un regalo para mí mismo. El proceso ha sido duro y, por primera vez, interrumpido debido a problemas técnicos. El ordenador dejó de encender y por suerte mis breves conocimientos informáticos me dieron la tranquilidad de saber que los datos seguían ahí dentro, intactos. Las experiencias previas y el orden me han permitido sacar adelante el audiolibro semanas después de haberlo terminado. Sin demasiado esfuerzo adicional. A pesar de todo, no sin cierto recato, admito que he lagrimeado profusamente en los capítulos finales... No he podido evitarlo. Espero que no se note demasiado.

Han actualizado la versión de Audacity, el programa que utilizo para editar los audios. Sencillo de usar y gratuito. El ordenador con el que trabajo tampoco permitiría otra opción (es viejete). La calidad mejora un poco. No sé si se escucha bien de volumen pero, para este caso en concreto, he preferido no arriesgarme con la ganancia.

Todo vuestro.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Nemo


Hay un tiburón en la bañera

Hay un tiburón en la bañera.

Ya le he dicho al pequeño jardinero
que deje tranquilos los rosales.
Él nada. Erre que erre.

Dice mi coach que le lea cuentos por la noche.
Mal consejo. Para eso le pago.
Le pago mal y tarde, para que no se confíe.

El color del kiwi me dan ganas de cagar.
Reír provoca ligeras pérdidas de memoria.
El muy cabrón dice que me quiere. Así da gusto.

Todavía quedan píldoras bajo la alfombra. Así da gusto.

Me están diseñando una capa atmosférica.
No me convence el ambiente familiar.
La corbata no combina bien con el ajuar.

Quiere que le compre una mascota.
Le pido que se conforme con el canguro.

Un pez, quizás.

Le he dicho que de eso nada.
No pienso cuidar de Nemo.

Ya tenemos un tiburón en la bañera.






jueves, 17 de noviembre de 2016

Cánticos y Turismo literario (II)




He aquí el auténtico argumento para visitar Madrid una vez más. Tres días completísimos, y sí no que pregunten a la planta de mis pies. Gracias, una vez más, a Laura y Yanis por cederme su casa, y a Álvaro por lo alegre del reencuentro.

Ya lo entrevisté, y pasé por alto el trabajo que él, Dani (otro antiguo compañero de universidad) y Hugo (tras una fugaz presentación), llevan a cabo en el ámbito del cortometraje audiovisual. Enlazo la lista de reproducción para los más curiosos.

El estreno tuvo lugar en un centro juvenil, donde tuve el placer de reencontrarme con antiguos compañeros. Todos con trabajo, y con másteres. Envidia que me dais. No puedo negar que he cesado en mi bombardeo curricular, pero debería retomarlo con la firme intención de volver a aquella ciudad que ofrece tanto a cambio de tanto. Aún así, bien acompañado, es muy fácil salir ganando.

Más allá de esta experiencia, destacaría el trabajo de Álvaro y Alberto entrenando a niños de apenas 10 años. Tuve el honor de asisitir a un partido y ayudar en el calentamiento de los porteros. Toño duda en ser portero, y yo lo entiendo. Tomás es un fiera, y hay un par más que dan la talla. Tienen mucho trabajo pero hay material.

Por último, antes de que el susodicho Álvaro me entrevistara en la residencia de estudiantes que, por cierto, aún no había visitado; nos pasamos por el Rastro con tan buena (o mala, ahora me explico) fortuna de toparnos con un chollo. No sé cuántos libros por el módico precio de 4 euros. En total, 20 euros me gasté en literatura. El problema, y aquí la mala fortuna, es que los libros pesan. Pesan mucho.

Paso a enumerar mis nuevas adquisiciones:
  • Escalas conceptuales y otros escritor. Álvaro Sarró. Un regalo que del que estaré eternamente agradecido.

El rastro


Puesto 1

El primer puesto estaba administrado por dos hermanos que llevaban más de 20 años trabajando allí. Uno de ellos (no recuerdo su nombre), me sacó acento jienense. Por poco. Me descontaron un eurillo, y más allá de esto, eran gente muy agradable.
  • El laberinto de la soledad. Octavio Paz. 6 euros. Un libro pequeñito, impreso en México y que me gritaba sordamente desde su horizontalidad. Al verlo, despertaron en mi memoria latidos a modo de un Jumanji desatado. He leído sobre él, pero no recuerdo dónde. Quizás leyéndolo todo tenga un poco más de sentido.
  • Cien años de soledad. Gabriel García Márquez. 5 euros. Un libro enorme en todos los sentidos. Fue frustrante no encontrarlo en una edición bonita y de tipografía ancha. Todavía no lo he sacado del plástico. Es de la colección "Biblioteca Gabriel García Márquez". Sobran los argumentos.
 En este puesto había una mesa con libros a 2 euros. Cuando leáis los títulos...
  • Infinita memoria de América. Laureano Albán. 2 euros. Poesía. Cuatro capítulos: El viaje interminable, Geografía invisible de Ameríca, Todas las piedras del mundo (Sefarad), Érase una vez Al-Ándalus. Todavía no tengo claro si son cuatro libros en uno. Edición preciosa, con imágenes a color en papel satinado. 
  • Amazonas y modelos. Universo femenino y cultura en el siglo XX. Varios autores. 2 euros. Ensayo sobre "la presencia femenina en su doble perspectiva de protagonista 'amazona', y arquetipo de inspiración, 'modelo', en distintas actividades y funciones relacionadas con el arte, la literatura, la moda, el ámbito editorial o la ciencia".
  • Estudios de Lingüística Aplicada. José Luis Otal, Inmaculada Fortanet, Victòria Codina (Eds.). 2 euros. En línea con anteriores adquisiciones relacionadas con la lingüística: semiología, sintaxis, semiótica... 900 páginas que recogen numerosos artículos en varios idiomas y separados por temática. Una locura señores.

Puesto 2

Tras semejantes adquisiciones, hube de huir despavorido ante el peligro de consumir todo el presupuesto. En un puestecito con relativa variedad añadí a mi lista dos pequeños tesoros:
  • La sonrisa etrusca. José Luis Sampedro. 1 euro. Quinta edición de 1985. Una edición sencilla que encierra una de las obras más conocidas del conocido y reconocido economista. No he leído nada suyo literario, pero seguro que los años ponen a esta obra en un lugar privilegiado dentro de la literatura universal. Corro el riesgo de llevarme una decepción después de crearme tal espectativa, pero sé que no me va a defraudar.
  • Coplas a la muerte de mi padre. Jorge Manrique. 1 euro. Poesía. Edición sencilla de un clásico de la poesía española. Uno más que no podía faltar a mi pequeña biblioteca poética. "Recuerde el alma dormida,/avive el seso y despierte/contemplando/cómo se pasa la vida,/cómo se viene la muerte/tan callando;"...
Sí, habéis leído bien: un euro...

Puesto 3 

Aquí viene lo complicado. Caminando, caminando, vi un cartelito con "4 libros - 1 euro"; en seguida pregunté al tendero, inseguro y sin poder salir aún de mi asombro; a lo que él contestó: "te los dejo todos por 4 euros". Había libros antiguos que, en un primer término, fueron los que llamaron mi atención. Había muchos libros de Derecho (rentas, fiscalidad, comercio...) y una gran cantidad de revistas. Estas son los libros que decidí traerme. El resto los dejé en manos de Álvaro, convencido de que sabrá qué hacer con ellos. La mayoría no están en perfecto estado, pero se leen, que es lo importante en estos casos.
  • Por el mundo de la farsa (palabras de un farsante). Felipe Sassone. Edición de 1931. Está en bastante mal estado. Sin portada y con una característica muy romántica: los bordes superiores de los pliegos no se cortaron, así que va a ser difícil pasar de página sin operar. Un ensayo sobre el mundo del teatro.
  • Historia de cómicos. Anatole France. Tercera edición. El prólogo está fechado en 1924. Es una novela. También le falta la portada.
  • Yo escogí la libertad. Vida íntima y política de un alto funcionario soviético fugado de la embajada de la U.R.S.S. en Washington. Victor Kravchenko. 1953. La portada está completa, aunque el lomo está algo más perjudicado. Entre sus páginas he encontrado doblada parte de la cubierta de la portada, dice así: "He aquí el libro más feroz, emocionante y revelador del siglo XX".
  • El camino de la libertad. Antonio Robert. 1962. Básicamente es un análisis económico de la revolución industrial alrededor del mundo. Está editado por el Instituto de Estudios Políticos. Tiene buena pinta.
  • Nuevo diccionario de la lengua española. Publicado bajo la dirección de José Alemany de la Real Academia Española. Este es, con diferencia, el que se encuentra en mejor estado respecto de los anteriores. Tiene tapa dura y lomo de tela, algo descosido pero todavía superviviente. 1300 páginas de palabras imposibles a día de hoy.
Hasta aquí los libros antiguos y en mal estado. Prosigo con las obras más recientes y que podrían ocupar cualquier escaparate de libros de segunda mano.
  • El conde Lucanor. Don Juan Manuel. Clásico de la literatura en castellano.
  • Vuelva usted mañana y otros artículos. Mariano José de Larra. Artículos costumbristas del conocido autor, uno de los estandartes del Romanticismo español. Joyita.
  • El Cádiz de las Cortes. La vida en la ciudad en los años 1810 a 1813. Ramón Solís. Prólogo de Gregorio Marañón. Un análisis exhaustivo de la situación política, económica y social de la Cádiz que alumbró la Pepa.
  • Curso práctico de Gramática de español como lengua extranjera. Varios autores. Muy interesante y útil para profesores y alumnos extranjeros.
  • La caída final. Ensayo sobre la descomposición de la esfera soviética. Emmanuel Todd. Primera edición de 1977. En un índice muy completo, llama mi atención el capítulo nombrado "El proletariado bajo su dictadura". Paradojas de la Historia.
  • Flanagan 007. Andreu Martín y  Jaume Ribera. Conocí a Flanagan a raíz de un libro que me mandaron leer en Secundaria. Imagino que es una secuela con el mismo protagonista. Literatura juvenil. Perfecto para mis alumnos.
  • El libro de la selectividad. Miguel Villarejo y Javier Serrano. Aunque esté en vías de extinción, me parece muy útil. Contiene información sobre los criterios oficiales de evaluación de las distintas materias, consejos, etc.
  • La temperatura. Guía de la mujer. Sacha Geller. Este libro es una ironía en sí misma. Publicado en 1971, pretende ser una guía femenina desde la pubertad a la menopausia. Escrita por un doctor... agárrate los machos. No tengo muy claro qué grado de credibilidad debo darle, poco por lo pronto, a su teoría de la curva térmica y su relación con la ovulación. Me voy a reír un rato.
Tantas cosas sólo pasan en la gran ciudad...

martes, 1 de noviembre de 2016

'La metamorfosis', de Franz Kafka

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Otro más.

Resucito las dificultades de recitar un libro antes de leerlo, sobre la marcha. Esto puede apreciarse en la lentitud del ritmo de lectura, sobre todo al principio. También he cambiado la estrategia, esta vez en la grabación. En lugar de grabar de a poco, lo he grabado en dos tandas, de una hora y media y una hora respectivamente. A diferencia de lo que había pensado, la edición ha sido más sencilla así.

El audiolibro de Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez; está terminado, pero en el disco duro de mi portátil, que ahora mismo estará siendo observado y reparado, espero, en manos de un meticuloso técnico informático. No enciente, y punto... Sé que la información sigue ahí, y no se perderá, pero una inversión en otro ordenador se plantea casi como una prioridad.

Sobre el libro... La metamorfosis está escrito en 1915... aún así entiendo que pueda considerarse como una obra maestra dentro de la literatura universal. Recuerdo que de niño comencé a leerlo y, después de dejarlo a medias, me imaginaba a un insecto paseando por las calles de una gran ciudad, huyendo de pantuflas de abuela dispuestas a hacerlo desaparecer... En cualquier caso, me equivoqué. El susodicho insecto nunca sale de su casa, y mal resultado desencadenarán los intentos, por así llamarlos, de salir de su habitación. Las pantuflas en realidad son una manzana.

Después de leer Cartas al padre, también de Kafka, entiendo que se mantenga en este relato esa percepción negativa de la figura paterna, la bondad de la hermana y el desconsuelo de la madre. Hay crítica social, indirecta pero la hay. Hay un gerente despiadado y tres huéspedes, uno con la voz cantante, con poco interés en pagar sus deudas...

Muy bueno. Qué más puedo decir. Sí, una cosa más, también es una sugerencia de una amiga. Me contó que no era capaz de terminarlo y conociendo de antemano las similitudes a la atmósfera de los relatos de Edgar Allan Poe (quizás algún día me atreva con sus relatos), no había por qué no cumplir con tal desafío... más a la espera de dejar constancia de Platero.

Espero que les guste.



miércoles, 12 de octubre de 2016

Álvaro Sarró, un escritor sin remedio (I)


Álvaro Sarró es madrileño. Madrileño de San Blas. No conozco San Blas, pero me lo imagino en sus ojos cuando escribe. La víctima de esta entrevista y un servidor compartimos una etapa breve pero importante en nuestras vidas. La vida universitaria no da tregua a los intrépidos. Con el tiempo esos cinco años se harán aún más breves, pero igualmente necesarios para entender el porqué de esta entrevista, y las que vendrán.

A estas alturas, ha publicado dos libros. El primero en 2012, un compedio de cuentos breves. El título: Fiebre onírica. Muy recomendable. Él dice que necesitaba un empujoncito. Yo creo que el empujoncito nace cuando escribes para que te lean. Sabiéndote leído, aspirando (inspirando) a lo desconocido. Cuando nos vimos por última vez, no hace tanto; me sorprendió con un nuevo libro: Escalas conceptuales. Lo he hojeado brevemente. Poesía narrativa, prosa en verso, apetitoso mestizaje entre géneros. Sin entrar al detalle, su poesía me recuerda a la crudeza de Bukowski. Agudo, certero, crítico, directo, que no simple.

Aunque se queja de vago, mantiene un ritmo productivo alto (escribe todos los días), repartido en varias facetas. A destacar sus colaboraciones en la producción de cortometrajes. 

Si todavía no lo conocen, encantado de presentarles (a la izquierda).





Llámame previsible pero... ¿por qué escribes?

Porque no tengo más remedio. Desde pequeñito tuve especial inclinación por las historias, supongo que lo mismo le ocurrirá a un enorme porcentaje de críos, pero, en mi caso, se me ha ido consintiendo tomarla cada vez más en serio, hasta que llega un momento en el cual echas la vista atrás y te ves tan metido en el ajo, que la única forma de darle sentido a tus días de vida previa es tomarte la vocación en serio, como un oficio, y ganarte el derecho a dedicar tu tiempo en exclusiva a contar más y mejor, en la medida de la incapacidad de cada uno: el mecenazgo ayuda, no seáis gastosos, muchachos.

Y, bueno, van pasando los cuentos, los cómics, los años, los prospectos..., a mí me han leído toda la vida, me han potenciado la fantasía, me han inculcado que la acción en pos del saber, la cultura, el conocimiento, o como prefieras llamarlo, constituye, en definitiva, la única ocupación digna de un homo sapiens sapiens en lo que dura el funcionar de su organismo... Te especializas en algo, asumes cierta responsabilidad potencial, aunque a día de hoy te lean familia y amigos. Tampoco es que pudiese elegir, no fue una decisión, he querido hacerlo desde que puedo recordar, así que, aquí seguimos.


¿Dónde te sientes más cómodo? ¿Novela, cuento, poesía, microteatro...?

Escribir historietas para cómic te da una libertad visual increíble, junto con los textos breves, diría que son los géneros que más te liberan.

(Perogrullada: cualquier texto de mayor longitud y complejidad exige una infinidad de tiempo, reflexión, previsión, más tiempo, tachaduras, aportes, correcciones, diagramas, crisis de ansiedad, etcétera, si es que pretendes aportar algo, suma de factores que, en repetidas ocasiones, convierte el proceso en la antítesis del gustazo).


Una frase o cita que resuma tu forma de escribir.

Podemos hacernos una imagen bastante aproximada (miedo y soberbia), si fusionamos estas dos referencias (de dos literatos, por cierto, bastante trilladetes):

«Postrado en la tierra,

temblando de horror»
(Nietzsche),

«Fabricaré oro,
remedios»
(Rimbaud).


¿Algún referente literario digno de mención?


Muertos: casi todos los que los estudiosos han dado en llamar "clásicos". (Evidentemente, Twain, Rimbaud, Joyce, Baroja, Miguel Hernández, Cela, Valle-Inclán, Gabriel Miró..., nada, mejor ni lo intento, porque es absurdo decidir).

Vivos: Hugo López López, Adrián Magro de la Torre y Francisco Fernández Jiménez.


¿Cómo describirías el panorama literario actual en estos tiempos de crisis? ¿Consideras la autoedición una oportunidad para los nuevos escritores?


Ojalá en unos meses pueda responder la primera cuestión con cierta propiedad. La única pega que le veo a la autoedición es que te convierte en vocero de tu propio engreimiento, y si quieres llegar hasta otras sensibilidades se presupone que vas a tener que invertir bien de tiempo en expandir tu mensaje, en vez de dedicarlo en escribir más y mejor. Pero, vamos, como toma de contacto con el mundillo de la publicación, y más si no tienes padrinos, la recomiendo, seguro.


¿Qué le dirías a alguien que escribe?


Le preguntaría si tiene algún consejo que darme. También si se supera el desconsuelo.


Y la más difícil, ¿para quién escribes?

Para mí, y para cualquier persona dispuesta a invertir su tiempo en leerme. Agradecimiento eterno.



... Continuará


martes, 4 de octubre de 2016

Labios


A cada rato

El sol de la timidez
me lame la nuca,
eriza las ideas
en atascado fluir del verbo,
lengua sin idioma,
paladar sin verso.

¿A qué sabe un poema?
¿De qué color son los sueños?

Blanco, amarillo, violeta
amargo, si no es compartido.

Sus labios... ¿A qué saben
con los míos? ¿Y los míos?

¿Acaso saben de sueños?

Me mojo los labios
y repito la jugada:

¿A qué saben sus labios con los míos?
¿Por qué sus labios?
¿Acaso con los suyos,
estos, serán más lúcidos,
menos míos?

Muérdete la lengua,
que sangre el idioma
sus sinónimos de jerga desarmada,
anegue a tragos tu ironía desencantada.

Sus labios son suyos,
y más suyos son los míos
cuando su baile
nombra los juncos pronunciados de brisa,
los suspiros de mariposa anhelante,
arrullo de melodía vespertina,

creo en los labios
en la fortaleza de los suyos;
mis besos, se los guardo.
Sus besos: los entregue a cada rato.



martes, 27 de septiembre de 2016

Primer debate electoral: Donald Trump vs Hillary Clinton


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Hace mucho que no escribo sobre política. En este caso, lo hago para comentaros mis impresiones sobre el primer debate televisado entre el candidato republicano Donald Trump y Hillary Clinton, la primera mujer aspirante a dirigir la Casa Blanca.

Hablar de política en España estaría bien, pero pese a lo histórico de la situación en mi país, no me parece algo difícil de resolver. La solución es previsible. Sin embargo, la influencia de Estados Unidos en el mundo convierte a este debate en el más visto de la Historia dentro y fuera de este país.

Es fácil definir a Donald Trump, es un empresario de éxito a costa de sus clientes, racista, machista y todo lo populista que se puede llegar a ser. En cualquier caso, el partido republicano cree que es su mejor candidato, por lo que detrás de ese tupé y ese gesto exagerado seguro que guarda más de un as bajo la manga.

Hillary Clinton, por su parte, es la experiencia en declive. Lo cierto es que la administración de Obama ha tenido altibajos y representa la continuidad de las estrategias llevadas a cabo hasta ahora. Ha sabido ser paciente y ahora tiene una oportunidad de oro para ser la primera mujer presidenta de su país. Quizás su popularidad nunca se recupere de la promiscuidad de su marido.

El debate

Antes de empezar, los medios anunciaban un empate técnico entre ambos. Este debate es el primero de tres, que serán televisados íntegramente y sin pausas.




Como el debate ha sido largo, me centraré en los puntos clave.

Economía

Trump defiende bajar los impuestos para que vuelvan las grandes empresas. Para ser más claro, las palabras que más ha pronunciado en todo el discurso son "millones de dólares". Se nota que sabe enfatizar las cantidades para darle importancia sobre el resto de su discurso.

Clinton ha respondido defendiendo los servicios públicos. Básicamente ha defendido la política económica de Obama. Ha recordado la crisis bancaria y esas cosas que dicen los políticos del partido que está en el gobierno: intentar tranquilizar a los parados, prometiendo crear 10 millones de empleos. Ha citado las energías renovables como sector clave y poquito más.

Conflicto policial con afroamericanos

Es gracioso ver a Trump intentando quedar bien. Él sabe que ofendió a un matrimonio musulmán que había perdido a su hijo en la guerra. Él sabe que quiere construir un muro en México y deportar a unos cuantos inmigrantes. Quizás el hecho de que el interlocutor sea un periodista afroamericano ha relajado su discurso.

A diferencia de Hillary, que confía en la formación de los agentes de seguridad y la estabilidad social y laboral en las zonas más conflictivas, apelando precisamente a la "justicia social"; Donald apela a la "ley y el orden". Así, sin más, mano dura.

Paralelo a este tema se ha hablado de las armas. Esta semana he visto que en Estados Unidos hay más armas que personas, más armas incluso que teléfonos móviles. No es nuevo que Obama intentó sin éxito limitar las condiciones para adquirir un arma. No lo consiguió debido en gran parte a la mayoría republicana en el Senado, contraria a esta medida. Trump, como no podía ser de otra manera, lo más probable es que estuviese armado durante el debate.

Escena internacional

Este ha sido uno de los grandes puntos a favor de la "secretaria Hillary"; Trump ha elevado su tono para criticar la retirada de tropas de Irak, y de paso, reclamar los millones de dólares que se invierten en defender fronteras junto a otros estados, ha citado Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí... no se ha olvidado de China, país que considera "el norte de Corea del norte".

Y digo grandes puntos a favor porque la respuesta de la candidata ha sido tranquilizar a estos países. Por un segundo me he imaginado al primer ministro de Japón o Corea del Sur dando un salto del sillón. Honestamente, me parece muy bien que Trump proclame su voluntad de "hacer de Estados Unidos grande de nuevo", pero generar inestabilidad de ese modo no es el camino correcto.

Quizás Trump se adaptaría rápido al Congreso de Estados Unidos, pero no me lo imagino negociando en ese tono en Naciones Unidas, o en la OTAN.

La stamina machista

El último punto relevante a mi parecer, ha sido la crítica de Trump a Clinton, diciendo que para ser presidente de Estados Unidos hace falta mucha stamina. Algo así como la energía varonil de la que adolece Hillary, a su parecer.

Como no podía ser de otra manera, Hillary ha aprovechado la circunstancia para dar un par de toques más a su contrincante aludiendo a la forma que tiene éste de llamar a su mujer, citando la comparación que hizo con las cerdas, etc.

Lenguaje no verbal

En cuanto al discurso, Donald se ha mostrado más taxativo en su lenguaje corporal y en su entonación. Varias veces ha estado a punto de elevar demasiado el tono, pero excepto en un par de ocasiones, en general ha gritado poco. Acompañaba muy bien el discurso con su mano derecha y mostraba casi constantemente su perfecta mandíbula inferior. Los gestos faciales son los mismos a los que nos tiene acostumbrados.

En general, se ha mostrado más tranquila y sosegada en su discurso. Con la vista perdida en alguna ocasión y para mi gusto, mirando demasiadas veces hacia abajo. En ciertos momentos parecía evitar el contacto directo con su contrincante, pero su voz no ha dudado y también ha sabido afinar su puntería y sacar algún que otro aplauso. Y dar algún ¡zasca!

Como despedida, la doble palmadita en la espalda de Trump a Clinton, que le ha respondido con una sonrisa incómoda. Mientras ella ha decidido quedarse hasta el final de la emisión para saludar a sus conocidos entre el público, él ha preferido marcharse directamente.



En comparación con la situación española, el sistema político estadounidense se plantea como un bipartidismo claro. Lo sorprendente es que Donald Trump haya salido adelante atacando a todo lo que se ponía por delante. No ha dejado títere con cabeza entre sus críticos, bien fueran periodista o miembros de su propio partido. Hillary Clinton ha tenido que soportar alguna justa crítica, en especial en lo relativo a la filtración de sus correos electrónicos. Tampoco es una santa caída del cielo, ni creo que tampoco sea la mejor mujer del mundo. Margaret Thatcher era mujer. Hizo lo que hizo.

En cualquier caso, espero que no gane Trump, no porque sea más o menos afín a sus ideas, si no porque Estados Unidos lidera la OTAN y ya bastante tuvimos con Bush hijo (expresidente republicano)... y si nada cambia, seguimos con el Partido Popular... la combinación perfecta para invadir, o lo que surja.

Para mí, como es obvio, no podía ganar Donald, pero obviamente no soy imparcial. Lo conozco demasiado. En cualquier caso, aún quedan dos debates, y el discurso racista vende mucho. O mejor dicho: la ignorancia lo compra sin mirar el precio.


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Actualización  -   2/10/2016

Una parodia para el inicio de la temporada de Saturday Night Live. Una épica imitación del señor Trump de la mano de Alec Baldwin.



sábado, 24 de septiembre de 2016

'1984', de George Orwell


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Ya está. Otro más.

Este es el libro más importante de mi vida. Yo lo considero una historia de amor.

Lo he dicho ya unas cuantas veces, pero siempre entre amigos. Cuando empecé a leerlo tenía novia, y al terminarlo, ya no. Supongo que porque soy de esas personas que se dejan influir por los libros, y porque ella no es el amor de mi vida. No era el amor en mi vida. Ella no es mala persona. No fue su culpa. Todavía recuerdo que lloré al leer la última página, en mitad de un tren semivacío en dirección a Madrid. Unas lagrimitas de nada. Todavía creía en el amor romántico. Me curó de muchas tonterías.

Más allá de esta anécdota autobiográfica, resumiré en tres puntos por qué me gustó tanto y por qué es una novela mundialmente conocida:
  1. El Gran Hermano (Hermano Mayor en esta traducción). Es ciencia ficción futurista en un contexto distópico. Se recrea muy bien la dicotomía entre la libertad y la seguridad y se argumenta con un relato histórico que sirve como argumento para "inventar" una línea histórica que parte en los años 50, después de una supuesta guerra nuclear. 
  2. La relación entre lenguaje y pensamiento. Leer a Wittgenstein mucho más tarde ha tenido mayor interés si cabe a partir de esta lectura. Cómo nuestro lenguaje configura y determina nuestra capacidad de pensamiento. No inventa un lenguaje, si no que desarrolla un lenguaje mínimo a partir del vocabulario común para restringir las posibilidades de pensamiento. El lenguaje como arma de destrucción masiva.
  3. Una historia de amor imposible. Desde la primera página el lector sabe cómo va a terminar todo, pero también el propio protagonista. Hay una parte en la que se lo repite a sí mismo una y otra vez. Y aún así, sigue un camino que no tiene ningún desvío, que no tiene más final que aquello que aspira a evitar, y que es consciente que no podrá evitar eternamente.
Desde luego, es una obra que ha dado para muchas reflexiones a lo largo de la Historia, y para algún que otro programa de televisión. Si he decidido leerlo ha sido porque aunque sea de un carácter mucho más político-social que los anteriores, sus planteamientos aún mantienen una vigencia que asusta.

Es admirable la posición del autor en un contexto polarizado en cuanto a ideologías se refiere. Es admirable su capacidad de crítica al socialismo en tiempos de Stalin, cuando criticar a un bando pasaba a significar formar parte del opuesto. Más allá de esta novela (y otras suyas que también he leído), su actitud contra la censura y la propaganda; y la crítica a los totalitarismos, sean del bando que sean, seas del bando que seas, son dos lecciones básicas para todo buen periodista o ciudadano con interés en estar bien informado.

No quiero hacer más spoiler. Sólo decir que me alegro de haber releído y vuelto a escuchar varias veces la novela. Hay libros que es bueno releerlos para refrescar los detalles y ver nuevos matices en la personalidad de los personajes, etc. En este caso, cada lectura es distinta porque aunque te lo sepas de memoria, tú eres distinto cada vez. Es imposible que atraviese tus ojos (u oídos) sin abrirte en canal.

El placer es mío.

martes, 20 de septiembre de 2016

Turismo literario (Episodio I)

Epílogo: 
Agradecer a 
Iris (y a sus compañeros Sócar y Jordi), 
Víctor (y familia) 
y Álvaro (Laura y Yanis) 
por darme techo durante los días que he estado fuera de casa.


Es fácil encontrar razones para viajar: reencontrarse, conocer nuevos lugares, salir del hoyo, descansar, desconectar, reconectar... Han sido diez días con un objetivo claro, encontrar libros. Hace apenas unos meses que cerraron las librerías en mi pueblo. Quedan papelerías para pedir que te los traigan, alguna que otra tienda de segunda mano a buen precio y la siempre sugerente compra online.

Pero yo quería escarbar; revolver libros cual mujer bien entrada en edad revolviendo bolsos, camisetas o bragas en un ingente montículo de los que protagonizan y aglomeran los presupuestos más ajustados de cualquier mercadillo de barrio. Quería dejarme sorprender y ganarme el derecho, la obligación y el placer de seleccionar. Consciente de lo que he dejado atrás, cada libro tiene su porqué, por qué hemos compartido viaje. No está todo pero hay suficiente: mi cartera es delgada pero por suerte mi espalda es fuerte, aún.

Sirva como itinerario recomendado o un simple argumento de que no es tan caro. Repito, no es tan caro, intentar salir de ignorante. Ahí va mi viaje cronológicamente ordenado: vértigo me da.

Barcelona

Librería Alibri

  • Los poetas en sus versos: desde Jorge Manrique a García Lorca. Tomás Navarro. 31 euros.
    Es el más caro de todos y el primero que compré en una librería al uso. Después de varias horas mirando y remirando en estanterías, escogí el que me escogió. Un poco como con todos: es un ahora o nunca. Ensayo académico sobre el análisis puro de obras poéticas que "tardaré media vida en leer, y otra media vida en entender".
  • Zambrano. España. Pensamiento, poesía y una ciudad. Edición de Francisco José Martín. 4,50 euros.
    Un análisis de España desde el exilio de la mano de la filósofa española desde Roma. Fue publicado en italiano y nunca llegó a publicarse en español, hasta esta edición. Entre lo anterior y que estaba a mitad de precio, no pude resistirme 

Llibrería Studio (librería de libros antiguos)

  • Bestiario. Julio Cortázar. 5 euros.
    Cuentos de Cortázar. ¿Hay que añadir algo más? Sobre obras más conocidas, el argumento es que son fáciles de encontrar, pero es difícil encontrarlas a un precio más bajo.
  • Poemas (1958-1995). Joaquín O. Giannuzzi. 3 euros.
    Un poeta argentino que no conozco de nada. De hecho, el libro está impreso en Argentina y no debo ni puedo ocultar mi extraña predilección por la poesía en el español del otro lado del charco.
  • Antología poética. Rubén Darío. 3 euros.
    ¿Qué más puedo decir? Uno de los poetas que influyó, si no el que más, en la poesía española de principios de siglo. Nicaragüense, dicho sea de paso. Lo conocí en la biblioteca de la universidad y me fascinó "Lo fatal". Paradójicamente, todavía no tenía ningún libro suyo.
  • Antología de la poesía catalana del segle d'or. Joaquim Marco. 3 euros.
    El único que he comprado en catalán. Es una joyita editada en 1970 por Salvat. La portada es maravillosa y ojalá pudiera precisar con palabras el material de la cubierta. Iris estuvo leyéndome alguna poesía y apreció cambios respecto al catalán actual; aún así se entiende (más o menos).
Como anotación. En este caso sí tuve el placer de "escarvar". La librera, una ancianita muy agradable, me descontó algún dinero sin saber muy bien por qué. En una de las estanterías había cuatro tomos de 1880 de una antología enorme de poetas españoles e iberamericanos. Me dejó curiosear, oler y apreciar los tonos hacia los bordes de su ancestral celulosa. Elogió mi selección. Me vi obligado a negociar al alza. Le estaré eternamente agradecido.

Cronopios

  • Historia de una mujer soltera. Uno Chiyo. 4 euros.
    El lugar es una especie de bar que estuvo cerrado algunos años, me cuenta Iris. A la entrada, hay varias estanterías con libros a cuatro euros y una pequeña colección de máquinas de escribir, entre ellas una Olivetti "como las que utilizaba García Márquez" entre otros, le explica un joven a su amigo con un gesto de guía. Dentro, un tipo que escribe a lo idiota protagoniza una jam session de escritura. Una voz de mujer lee en voz alta lo que va escribiendo del susodicho idiota en la tela frente al proyector. No lo entiendo. El libro es de "la novelista japonesa más significativa del siglo XX", se lee en la contraportada. Su autora, una "femme fatale en el Tokio anterior a 1939". Cualquiera se resiste... Pago el libro y huyo aterrado.

Círculo del Arte

  • Fijeza. Ensayos. Antonio Saura. 17,5 euros.
    En mi segundo día en Barcelona (ya veis el ritmo), asistí por la mañana a una exposición de fotografía sobre España en los años 50. Allí abren todo a las 10. Me di un paseo por el parque y volví para deleitarme. La dependienta tuvo a bien invitarme a ver el documental sobre la exposición. Antonio Saura, un amigo editor español y un experto editor alemán se fundían en un debate de dos años hasta obtener el libro definitivo con fotografías de gran formato. Nostalgia de tiempo editando y nostalgia del "¿un negro más negro?". Después de media mañana allí, me decidí por el primero (éste) de una colección de tres. La dependienta estaba casada con un almeriense de Garrucha y notó mi acento. Le pregunté por una librería y el resto de la mañana fue un orgasmo continuado.

Re-Read  (Calle Roselló)

  • En el teatro de la Edad de Oro. Calderón de la Barca. 2 euros.
    Contiene: El alcalde de Zalamea, La vida es sueño, El gran teatro del mundo y El pleito matrimonial del cuerpo y el alma. Un poco de teatro nunca viene mal.
  • Poesía castellana de cárcel. Antología. José María Balcells. 2 euros.
    Editado en 1976, recoge poesías de autores desde la Edad Media hasta el siglo XX. Un artículo introductorio de 50 páginas de un total de 300.
  • Antología de la poesía modernista. Selección y estudio de Ángel Crespo. 2 euros.
    Modernismo español e hispanoamericano. Tampoco se olvida de las poetisas.
  • Efectos secundarios. Antología poética. Colección dirigida por Antonio Ventura y Samuel Alonso Omeñaca. 2 euros.
    Dieciséis voces desconocidas para mí, publicadas en 2004. Hay de todo pero son jóvenes, algo se puede rascar.
  • Vita brevis. Jostein Gaarder. 2 euros.
    Según el autor de El mundo de Sofía, su primera novela "no dirigida al lector juvenil". Carne de audiolibro.
  • The frog castle. Jostein Gaarder. 2 euros.
    El único libro que he comprado en inglés. Es un libro infantil de letra grande y bonitas ilustraciones que probablemente use para dar clases.
  • La explosión del periodismo. De los medios de masas a la masa de medios. Ignacio Ramonet. 2 euros.
    Del director de Le monde diplomatique y conocido periodista, el libro trata los cambios en el periodismo escrito a partir de la revolución digital y el desarrollo de las redes sociales.
  • Aspectos lingüísticos de la Ciencia. Leonard Boomfield. 2 euros.
    Es un libro finito sobre la comunicación científica. Trata la función del lenguaje y la estructura del lenguaje antes de adentrarse en el lenguaje científico propiamente dicho. Una joyita de 1973, publicada por primera vez en inglés en 1939. Fácilmente devorable.
  • Periodistas en rebeldía. España 1976. Director de la Colección Ahora: Armando Fernández-Xesta. 2 euros.
    Publicado al año siguiente de la muerte de Franco, este libro es un relato de las dificultades de la prensa durante aquella época. Es uno de estos libros que seguro que están descatalogados y que no habría podido encontrar en otro lugar. Incluye un apéndice gráfico.
  • Espejos. Una historia casi universal. Eduardo Galeano. 2 euros.
    Este libro lo conocí en un cuarto de baño. Concretamente en el piso de mis amigos que estudiaban en Granada. Partiendo de que es Eduardo Galeano, el libro son pequeños textos que analizan, informan, reflexionan... se clavan como pequeñas agujas y bordan la historia (mayoritariamente de países sudamericanos) menos conocida, o más obviada. Es de apreciar su tono mordaz e irónico así como su agradecido efecto laxante.
  • Rojo y negro. Stendhal. 2 euros.
    Me han hablado muy bien de él. Conozco al autor desde hace tiempo. Comento con la dependienta (casi siempre son mujeres. Justicia poética) el significado del síndrome de Stendhal. Ella, sudamericana, con un tatuaje enorme en el brazo izquierdo a rotulador, sonríe, y declara que está entre sus libros favoritos. Creo que por fin alguien la saca de su monotonía. Es un tocho ingente pero no debo resistirme. Es voluminoso pero no pesa demasiado. Me regala una bolsa de tela por ser una compra superior a veinte euros y un listado con todas las tiendas de la ciudad. Me voy antes de hacer más cambios injustos y evitar que siga tentándome con más libros sobre la mesa. La peña está alucinando ¡Necesito salir de aquí!
A los anteriores, hay que sumar Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano. El día anterior Iris me comenta que lo quiere añadir a su lista. Ahora está leyendo uno sobre el feminismo durante la Inquisición. No he leído una página y creo que ya me lo sé. No sé si me atrevería a indignarme de ese modo. Es una temeraria. Lo he comprado para ella.

Como puede apreciarse, todos cuestan 2 euros. Es una tienda de libros de segunda mano. Hay varias en Barcelona y poco a poco se expanden por varias capitales de provincia y ciudades de alrededor. Los libros contienen dos historias; la editada, y la firma en la página de cortesía, a veces junto a una breve dedicatoria confesando un recuerdo privado.

Mercat del llibre dominical de Sant Antoni

  • Poesías de Ramón de Campoamor (Tomo II). Ramón de Campoamor. 1,80 euros.
    No hay mucha poesía, no conozco al autor así que me arriesgo. No me está gustando tanto pero tiene un poema titulado Colón de 125 páginas, más poesías y fábulas. Me aburre un poco el realismo pero es interesante.
  • Narraciones. Antón Pávlovich Chéjov. 0,50 euros.
    Recuerdo un ensayo sobre la generación del 98 de Laín Entralgo, el prologuista del libro. Es Chéjov. A ese precio es un regalo.
  • Relatos. Stendhal. 0,50 euros.
    Del autor de Rojo y negro, ya he leído un par. Son relatos relativamente extensos. Me gustan las notas al pie del autor. El lenguaje es intrincado, propio de inicios del siglo XIX, pero me gusta. No es casualidad que haya "sobrevivido" su obra.
  • El último austro-húngaro. Conversaciones con Berlanga. Juan Hernández Les y Manuel Hidalgo. 5 euros.
    Un libro compuesto a partir de las conversaciones con el cineasta español. El libro está dividido en varios capítulos, cada uno con el título de sus películas.  
  • Poesía en forma de rosa. Pier Paolo Pasolini. Traducción de Juan Antonio Méndez. 5 euros.
    Conocía, y ya compartí en este blog, la faceta lírica del director de cine italiano. He de decir que me sorprende la longitud de alguna de sus poesías (alguna roza las 20 páginas), y que me entusiasma su temática social, especialmente el lenguaje visual y sus ángulos para abordar los temas. 
  • Cien poetas, cien poemas. Hyakunin Isshu. (Antología de poesía clásica japonesa). Traducción, introducción y notas: José María Bermejo y Teresa Herrero. 12 euros.
    Es la novena antología imperial. Fue publicada en 1235 por el poeta Fujiwara Teika bajo el encargo del emperador Gotoba. Es un compendio de los poemas que más le gustaban, o más representativos, del género waka. De cada poema aparecen una ilustración, su traducción al español y su pronunciación en japonés en alfabeto latino. Una auténtica joya.

La rosa de foc (librería anarquista de Barcelona)

  • Significado y estructura de la lengua. Wallace L. Chafe. 3 euros.
    Es un ensayo imponente sobre lingüística. Difiere de Chomsky (todavía no sé muy bien por qué) en el ámbito de la lingüística, aunque ambos son profesores de la Universidad de California. En teoría Chafe considera la semántica como componente básico del lenguaje. 
  • Estudios de semántica y sintaxis. Francisco R. Adrados. 3 euros.
    Honestamente, no sé por qué compré este libro y el anterior. Me interesa la comunicación en general y la lingüística en particular. Son ensayos sesudos que no sé si alcanzaré a comprender pero eran baratos y aunque son antiguos y pesan lo suyo, merecía la pena echarlos a la maleta. Sólo espero que leyéndolos aprenda a escribir mejor.
  • El periodista indeseable. Günter Wallraff. 8 euros.
    El tal Günter es un periodista alemán que no conocía antes de leer la contraportada del libro. Curiosamente, ya en Madrid, Laura estaba leyendo Cabeza de turco, de este mismo autor. Al parecer es un tipo que se documentaba desde dentro, trabajaba en los peores lugares bajo las peores condiciones y después destapaba toda la mierda a la que había tenido alcance en primera persona. En este libro, entre otras circunstancias, cuenta su experiencia en el periódico alemán Bild, y de sus artimañas para manipular la opinión pública. Dudé escandalosamente entre este y otros muchos libros, pero creo que acerté. Se publicó por primera vez en 1977 una edición autorizada por el autor, y dos años más tarde, la traducción española.
  • Censura y política en los escritores españoles. Antonio Beneyto. 2 euros.
    En la línea de Periodista en rebelión, este libro publicado en 1977 es un compendio de entrevistas a escritores españoles que de una forma u otra cuentan su relación con los censores y las argucias que llevaron a cabo para evadir la censura antes y después de la ley de prensa promulgada en 1966 por el entonces ministro de Información, Manuel Fraga. Después de leer la introducción y la primera entrevista, puedo decir que la censura en la ficción incentiva la imaginación, mientras que en el periodismo, decapita la verdad.
Pagué lo justo, pero creyendo haber pagado de menos (pensaba que el libro de Günter Wallraff costaba 10 euros); volví, y tuve el placer de charlar un rato con la dependienta (justicia poética) y un amigo suyo, que me recomendaron el último libro, en este caso de poesía, que compré allí:
  • El ingenioso libertario Lizanote de la Acracia o la conquista de la inocencia. Jesús Lizano. 16 euros.
    Es una antología seleccionada por el propio autor, que falleció en mayo del año pasado. Incluye un DVD con una lectura pública realizada por el poeta en 2008. He de decir que no conocía al autor, si bien me comentó el amigo que había sido entrevistado por Sánchez Dragó. Sin saberlo, conocía su recitado de "A la mierda"; del cual me burlé en su tiempo. Sigo pensando lo mismo, no es para menos. Si bien es cierto que me alegro de haber leído más de este autor (que censuré en su día) y de paso, por justicia poética, recomendaros "Soledad", y alguna poesía más, que ya subiré al blog.

Re-Read (Gran Via de les Corts Catalanes)

  • La peste. Albert Camus. 2 euros.
    Después de mi primera visita, me quedé con la espinita clavada y tuve la suerte de encontrarlo en esta otra tienda. He empezado a leérmelo y ya en Madrid dio pie a una anédcota. Básicamente un hombre cantaba al amor con mi mente puesta en pústulas explosivas en un ambiente de ratas muertas. Una paradoja espacio-temporal de lo más suculenta.
  • Antología Poética. Expresión y reunión. Blas de Otero. 2 euros.
    Poeta social que quería explorar más a conciencia. Todavía no me ha deslumbrado todo lo que esperaba, pero sé que a la larga me gustará.
  • Cien raíces para quedarse. Rosario de Gorostegui. 2 euros.
    Exploración pura y dura. Es el primer número de la colección Guiomar, destinada a la publicación de textos femeninos. No siento una efusividad incontrolada, quizás por la ambigüedad de los textos, pero tengo que decir que me ha sorprendido la forma de ordenar las poesías utilizando contrarios (hombre/mujer) o etapas (primavera/verano/otoño/invierno).
  • La voz de los niños. Gabriel Celaya. 2 euros.
    Poeta español entre los máximos exponentes de la poesía social. Este libro es una antología de canciones infantiles. Aparte de su valor documental de la tradición popular, contiene análisis y explicaciones que contextualizan las canciones. Incluye nanas.
  • Marinero en tierra. Rafael Alberti. 2 euros.
    Pues eso, obra sobradamente conocida del autor de la generación del 27. La primera parte son sonetos y después llena sus poesías de musicalidad a pinceladas de nostalgia. El mar... y la distancia. Sobre este libro, debo añadir una anécdota. Durante el viaje de ida a Madrid en autobús, una mujer de mediana edad quiso coger el libro, pensando que formaban parte de la oferta cultural del autobús, anquilosada en la prensa del día. Me dijo que tenía buen gusto, y ni corto ni perezoso le di la razón. Después, le ofrecí que lo cogiera si quería leerlo, y no lo cogió. Al parecer le había gustado mucho el libro de Alberti durante su infancia. Lo cierto es que es un libro de esos que no caducan.

Madrid

A pesar de lo ajustado del presupuesto y la mochila, conseguí aumentar mi biblioteca gracias a la inestimable ayuda de Álvaro Sarró. Una lástima que no llegáramos a una tienda de libros antiguos la mar de interesante. Por suerte, no hizo falta para encontrar lo que no buscaba.

Bajo el volcán

  • Conversaciones con David Foster Wallace. Editado por Stephen J. Burn. 18 euros.
    Me dirijo a Sol después de quedar con Álvaro. De camino, encuentro una tienda de discos de vinilo con libros especializados en música. Me sorprende ver un libro con un prólogo de Rodrigo Fresán. Si una amiga mía no estuviera haciendo una tesis sobre él, o no hubiera leído Historia argentina, probablemente no sabría que existe. Sonrío pero no es mi tesis y no conozco al grupo. Me olvido de apuntarlo. Hay varias estanterías sin relación aparente con la música. Antes de terminar la universidad, hace tres años, un amigo me escribe en una nota "David Foster Wallace". Me lo recomienda encarecidamente. Esa misma mañana, después de recoger los títulos universitarios, paso por reprografía y engullo fotocopias de un tal Vicente Garrido, mi antiguo profesor de Relaciones Internacionales (códigos 155, 177 y 179). En la librería de la universidad encuentro un libro que se titula El infinito y más, y ese nombre: Foster Wallace. Me parece tan increíble que me da miedo. Ese tipo y las matemáticas. Los tipos de infinito. Siempre quise aprender qué significan todos esos símbolos que aparecen en la segunda mitad del libro. Es un libraco. Estoy a punto de caer. Estoy bajo el volcán y como me descuide llego tarde a Sol. Me lo llevo. Hablo con el dependiente. Varón. Madrid es otra cosa. Me dice que le gusta mucho y que no conocía El infinito y más, se lo apunta. Ahora está leyendo Ensayos, de George Orwell. Es buena gente. Acabo de fusilarme un tercio del presupuesto que me queda. Primero quiero conocer al escritor. Ya habrá tiempo para su obra. 

Los 7 colores

  • La metamorfosis y otros relatos. Kafka. 2 euros.
    Carne de audiocuento. Creo que ya lo tenía. Lo compro por si acaso y porque la letra es grande. 
  • El arte como oficio. Bruno Munari. 8 euros.
    Ensayo. En el índice puedo leer: proyectistas y estilistas, diseño visual, diseño gráfico, diseño industrial y diseño de investigación. Tiene muy buena pinta. No sé cuánto vale pero lo incluyo como importante.
  • Coma. José Daniel García. 2 euros.
    Desconozco. XXIII Premio de Poesía Hiperión. No puede ser tan malo.
  • La gran herencia. Isabel Burguillos del Valle. 2 euros.
    La portada es sumamente sugerente. Dentro, está subrayado con fosforito rosa y lápiz. Un libro que está subrayado tiene que tener alguna frase buena, lapidaria al menos. No puede ser tan malo.
  • Abrileando. Mariana Kruk. 2 euros.
    Finito, pequeño. Me gusta mucho la edición. Letra grande, concreto, conciso. Poesía argentina. Abril nunca es un mes malo.
  • Alicia en el País de las Maravillas. Lewis Carroll. 4 euros.
    Empecé mi viaje buscando tres libros: éste, Cien años de soledad y El contrabajo. Los otros dos parece que nunca han existido. Del tercero me lo creo. Letra grande. Ilustrado. Parece un libro para niños. Me alegro de que no lo sea. Es la novena edición de la primera traducción del libro al español, de Juan Gutiérrez-Gili, publicada en 1927.

Cuesta de Moyano (varios puestos)

  • Antología poética. Rosalía de Castro. Edición y traducción de Mercedes Castro. 3 euros.
    Edición bilingüe. En gallego suena mejor. 
  • Obra poética. José Martí. Edición de Juan Antonio Bueno Álvarez. 3 euros.
    Poesía cubana. El libro está cubierto de una fina capa de plástico. Es quien dijo aquello de para ser un hombre hay que "plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro". Hace tiempo que nos conocemos.
  • Los raros. Rubén Darío. 4 euros.
    Se definen como "crónicas literarias". Escrito en 1893 en Buenos Aires. Hace un repaso por un gran número de autores de varias nacionalidades. Una buena herramienta para conocer su faceta ensayística y los referentes de su época.
  • España 66. Libertad de prensa e imprenta. Servicio infomativo español. 8 euros.
    Tuve serias dudas. Era el final del presupuesto en libros. Lo compré para complementar los dos libros anteriores sobre censura. Básicamente contiene la ley de 1966, incluyendo la crónica del debate parlamentario y los discursos en torno a su aprobación. Así como menciones en la prensa nacional y extranjera y viñetas humorísticas de, entre otros, Mingote o Máximo. Un documento histórico publicado en 1966 y absolutamente descatalogado.

Aquí termina mi viaje. No sé ni cuántos libros he comprado, ni cuánto dinero me he gastado. No me importa. Lo único que sé es que estoy agotado, que no me vendrían mal unas vacaciones de mis vacaciones y que para mi fortuna, mi habitación está llena de libros que sé que tarde o temprano voy a leer. Tranquilos, más de un fragmento pasará a formar parte de esta especie de baúl. Ahora todo es cuestión de tiempo.


lunes, 5 de septiembre de 2016

Quiero que seas feliz


Estirados y desnudos sobre la cama, completamente sudorosos. Dirigían la vista hacia los rayos de luz que dibujaban diagonales en el aire a través de la persiana. Ella, con la cabeza apoyada sobre su corazón, podía escuchar el palpitar tranquilo y reposado. Él la rodeaba con su brazo izquierdo, y con los dedos acariciaba la suavidad de su juventud, en una travesía improvisada sobre su espalda.

- ¿Me quieres? -preguntó dulcemente.
- Quiero que seas feliz -respondió él con una rapidez desconcertante.
- ¿Qué quieres decir?
- Quiero que seas feliz, sea conmigo, o sin mí.

Ella levantó la cabeza y lo miró directamente, con la mirada alarmada por un impulso que escapaba a sus intenciones.

- ¿Por qué nunca me lo dices después de hacer el amor?
- Quiero ser feliz, sea contigo, o sin ti. Si me quieres, deberías hacer lo mismo.

Como tantas otras veces, no estaba segura de entender sus palabras y ante el temor de estar equivocada, o el terror de estar en lo cierto, volvió a apoyar la cabeza y cerró los ojos. Él, como si nada acabara de ocurrir, continuó analizando la inclinación de las tiras de luz, mientras acariciaba en su espalda las notas de la canción que sonaba el día que se conocieron.









martes, 23 de agosto de 2016

'Geografías', un cuento de Mario Benedetti


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El cuarto audiolibro, esta vez un cuento extraído del libro homónimo.

¿Por qué otro audiolibro? Cuando publiqué el primer audiolibro, con mala calidad y serias deficiencias dialécticas, lo hice por retarme a mí mismo. Estaba en una etapa de mi vida en la que necesitaba disfrutar de la lectura y no sabía cómo hacer de ello algo "creativo". 

Leer es un ejercicio creativo. Sartori tenía razón; a diferencia de la televisión, nos obliga a imaginar (Homo videns). Nos obliga a ser protagonistas a través de todo aquello que nos vamos encontrando. Benedetti siempre me ha gustado. Los primeros cuentos de verdad (más allá de los cuentos de los hermanos Grimm, Andersen o Disney) que yo leí, fueron de Benedetti. Tenían algo especial. Contaban una historia sencilla a partir de una realidad compleja. Me obligaba a imaginar más allá de lo que había escrito. Los cuentos infantiles son un camino a la moraleja, Benedetti era la moraleja palabra tras palabra. Así lo sentía yo.

La cuestión es que leer La tregua fue trabajoso pero divertido. El resultado no tenía pensado divulgarlo más allá del Facebook y este blog venido a menos, (si es que alguna vez dejé que fuera a más). De hecho, es un perfil de Youtube distinto a otros con los que he subido más vídeos. No esperaba comentarios confiando en el respeto de mis allegados y en el silencio cómplice que esconde la crítica más lapidatoria, justificada y merecida, por otra parte. 

Seguí publicando audiolibros. Le he dado algunas vueltas, y creo que me siento ajeno a la sociedad que me rodea por la distancia que existe entre mis referentes y los de mi entorno. Compartir los libros que he leído y me han cambiado la vida podrían no cambiar, pero sí acercar perspectivas y revisar la mía propia. Los audiolibros que he narrado hasta ahora, a excepción del primero, han sido relecturas.

Unos meses más tarde, cuando publiqué El viejo y el mar, me percaté de que el susodicho audiolibro de poca monta tenía 20.000 visitas y algunos comentarios. Algunos sólo me sirvieron para justificar la falta de calidad en el sonido. Pido disculpas de nuevo. En otros, personas totalmente desconocidas para mí me agradecían el trabajo y esfuerzo realizado. Habían utilizado el vídeo para poder continuar leyendo a Benedetti, e incluso alababan que gracias al audiolibro les había resultado más entretenido y fácil de leer. Uno de esos comentarios es el principal motivo de que este vídeo exista. 

Directamente, este vídeo es una sugerencia de una amiga, que no conocía hasta entonces y me cuenta que mi voz de alguna manera la acompaña durante su estancia en un hospital al otro lado del charco. Comprenderás que me haya sentido obligado a corresponderla, no sólo por la sugerencia en sí, de lo más apetecible; si no porque da sentido a algo que a priori no lo tenía, al menos no para mí. 

Es por esto que siento que este audiolibro es tan suyo como mío, y por supuesto, de Benedetti, como no podía ser de otra manera. Hace poco leí en una reseña biográfica publicada en la edición de Cátedra de La tregua, que recibió un premio estatal. A los años, proclamó la inutilidad de su obra y decidió no recibir más premios del gobierno de su país. Pocas cosas (a parte de su obra con su evolución) le honran más. Años más tarde le prohibirían pisar su propio país. Paradojas del destino. Justo cuando yo quiero dejar de tener tantas razones para enfadarme a costa de mis paisanos, y marcharme, para ver un tiempo la corrupción en mi tierra desde la barrera, que ya está bien.


lunes, 15 de agosto de 2016

'El extranjero' de Albert Camus


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Hace ya unos años que decidí leer El extranjero. Poco antes había quedado en segundo puesto en un certamen de poesía local. El premio resultó ser el mejor posible, una inversión de 120 euros en libros a mi elección. Sin duda, el mejor premio posible.

Entre ellos, me decidí por aquellos que históricamente habían ocupado un importante lugar dentro de la historia de la Literatura (a mi parecer), y también dentro del Periodismo (al parecer de mis profesores). En la universidad había leído algunos textos suyos y Albert Camus ante todo me pareció un tipo honesto. Existencialista lo llaman ahora.

Después de algunos vaivenes, y tras el siempre arriesgado acto de dejar prestado un libro, volvió a mis manos y ya, por fin, está releído y grabado. No estoy totalmente orgulloso (como no podía ser de otra manera). Tengo la impresión de que cierto apremio me ha impedido ofrecer un mejor resultado. Sin embargo, las correcciones a posteriori ha quedado comprobado que son difícilmente corregibles. El tono de voz es algo que sube y baja, y es casi imposible ajustarse a una inercia provocada más por el sentido del texto y del discurso en general, que por la pronunciación estrictamente fonética. Aún así, he conseguido corregir los errores más graves.

En pocas horas estará listo y compartido.

... y una de mis partes favoritas:





miércoles, 3 de agosto de 2016

Alucinas


Prefiero escribir

Una vez quise ser bibliotecario
para matar moscas en el trabajo,
regañar a algún huérfano de libro,
traslucir sinopsis de una máscara,
adivinar la signatura pendiente.

Detrás de la primera edición, raras veces,
se encuentra una pluma brillante.
En adelante son marcas registradas
por las editoriales. Lo más parecido
es alquilar el vientre.
A la gente le gustan las marcas,
a lo sumo, las cicatrices.
Al lector, amar, o velar los muertos que nunca mueren
y sin embargo existen.

No quiero ser escritor.
Prefiero escribir.
La marca de la fama es el lastre
de la observación y
no es país para honestos.

Alguien me dijo
que dolía; como el hambre
o la malaria. Que te mata
poco a poco a pesar del siglo.
Al principio no hay síntomas.
A los pocos días,
te deja con la cabeza vacía
como una canción en blanco y negro;
te duelen las noticias,
la verdad es un estigma
y no confundes la versión con los hechos.
Entonces te ríes, te burlas
de tu propia ignorancia, de los estandartes,
y ya es tarde,
alucinas: vives en una celda
y te crees libre y actúas a pesar,
con la cabeza llena
de blancos inviernos
de horas caducifolias,
y ya es tarde...
de amor a lomos, migrando
de pájaros alados.



martes, 26 de julio de 2016

'El viejo y el mar' de Ernest Hemingway

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Escrito en 1952 por encargo de la revista Life, Ernest Hemingway, un enamorado de la cultura española, obtuvo el Premio Pulitzer un año después gracias a esta obra de ficción. Dicho esto, hay muchas webs con muy buena información sobre el libro y su autor. Así que voy a la experiencia que ha supuesto para mí grabar este mi segundo audiolibro. En comparación con el primero:
  1. 'El viejo y el mar' es más conocido que 'La tregua', injustamente, y supongo que por el idioma en que está escrito
  2. Es más breve, 2 horas y 30 minutos a diferencia de las 6 horas del primero
  3. Lo he grabado con el móvil. No parece un adelanto sustancial respecto a grabarlo con una grabadora; pero se escucha mucho, mucho mejor
  4. Lo había leído hace tiempo, el primero iba conociéndolo "sobre la marcha"
  5. No tiene capítulos
  6. Lo he grabado de seguido, en una sola noche. A partir de ahora lo haré así

¿Por qué otro audiolibro?

Como ya te puedes imaginar, escucharlo es gratis. Soy de esa clase de personas que les gusta hacer lo que mejor saben hacer, aunque conlleve un esfuerzo a veces titánico. Me gusta leer, me divierte leer en voz alta y escuchar mi pronunciación; además, hacerlo me ayuda a mejorar mi dicción. Llámalo egoísmo solidario. Tecnológicamente no supone un desafío para mí y para bien o para mal, dispongo de tiempo libre, así que ¿por qué no?

Es un librazo. Repito. Es un librazo. No es casualidad que forme parte del listado de novelas imprescindibles de la Literatura universal. Lo ideal es escucharlo mientras se lee. Hay cuatro o cinco errores de esos casi inapreciables, pero nada que ver con el anterior. Obviamente no está todo lo bien que a mí me gustaría pero se acerca al 80%.

Para abrir boca, este es mi fragmento favorito:





Todavía faltan dos horas para que termine de exportar el vídeo que subiré a Youtube, como en el caso anterior.

A modo de anécdota, comparto los dos momentos de mayor dificultad durante la grabación: