Podría limpiar mi habitación que es literalmente una pocilga, libros por todas partes, un trozo de pizza en un plato, el bol de leche, enredo de cables, papel y ropa por todas partes, las cosas del cuarto de baño. Sí, por fin han terminado la obra. Nos han cambiado la bañera por un plato de ducha, todavía hay polvo por todas partes. Pero no.
Llevo toda la tarde dándome cabezazos contra dos vídeos; periodismo político en internet y Food Inc. El primero ya casi está terminado, llevo tres ponentes y medio, y falta Pepe Cervera :) El segundo no ha pasado de los cinco minutos, es un documental sobre el origen de la comida, de la que comemos. Merecen su propia entrada.
Antes de escribir, me he puesto a pensar. Sobre periodismo, internet, ciencia, el mundo... supongo que por eso no es poesía. Sigo escribiendo, pero creo que empezaré a publicar algunas del libro, me está pareciendo algo lejano. Cada vez que lo leo es tan diferente... a lo que es, a lo que era, a lo que soy, a lo que escribo... Estuve viajando hace poco también a mis cajones digitales y volver a las palabras olvidadas siempre es cálido, algunas poesías han perdido todo su contexto, otras parecen más trabajo que placer... Pero son 50 entradas en poco más de un mes... y nueve poesías.
Productivo en mitad de una carrera. Todo corre, la comunicación es mucho más rápida y el presente es vertiginoso. No he hablado de Egipto, ni de Túnez, todavía. Algo me dice que va para largo. Imagino que en la televisión hablarán bastante sobre eso. Wikileaks sigue sacando cosas pero ha perdido mucha fuerza mediática, Anonymous es un riesgo más protagonista. No sé la cobertura de la Ley Sinde, pero me ha tocado explicarla más de una vez. Y avanza la comunicación cuántica, que podría significar el nacimiento de las comunicaciones cien por cien secretas...
Internet va despacio, y yo pienso.