El borde es cálido
como la franela.
Si el acantilado
no fuera vértigo cuanto más cerca
no habría nada
bajo esta sombra alargada
que nos replica
y deshereda.
Es esta sombra
la que moviliza nuestros pasos
en función de la gravedad
y el asunto,
esta sombra de importancias
arrastrando los segundos.
SpNt2005 - 8/4/11