martes, 29 de junio de 2010

Transporte

Para los que no conozcan Madrid, es una ciudad en la que el transporte es impresincible. Es tan extensa que uno debe considerarse afortunado si los lugares en los que se desarrolla y desarrollará su vida se encuentran a menos de media hora de casa. Hablamos en tiempos, las distancias son relativas.

Ir andando es impensable en la mayoría de casos. La bicicleta es una alternativa poco recomendable, sobre todo en calles principales, donde el tráfico deja nuestra fragilidad a cuerpo descubierto en caso de accidente. Sólo quedan tres opciones: coche, bus o metro.

El coche implica un ahorro en el tiempo durante el recorrido pero también un aumento en el mismo dadas la dificultades de encontrar aparcamiento. Además de un coste de gasolina y tiempo; mientras vamos conduciendo no podemos ir haciendo otra cosa que no sea escuchar y hablar. Con la moto nos ahorramos dificultades de aparcamiento, pero es un riesgo en los trayectos largos y sólo tiene un máximo de dos plazas.

El bus está bien pero es difícil aprenderse las líneas y localizar las paradas en las calles (al menos, en mi caso). Los trasbordos se pagan como nuevos viajes y el tiempo de espera suele ser superior al del metro, que suele superar los quince minutos. Como ventaja, se ve el mundo.

El metro, por su parte es una caja de cerillas, un mundo en sí mismo que te coge y te deja en un sitio sin hacer preguntas, sin necesidad de responder. La única dedicación del tiempo en un viaje solitario posible es la lectura o la observación, y acabas aprendiendo a ver. Es barato y te deja en el sitio, con opciones de prevenir el tiempo de recorrido, donde no influyen con tanta asiduidad los retrasos al no existir atascos bajo tierra, al menos por ahora.

Son, por tanto, el coche, el autobús y el metro las tres opciones de transporte que convierten Madrid en un enjambre de cuerpos desplazándose por encima y debajo de tierra.

Estos tres medios han hecho crecer Madrid, ¿qué pasa si quitamos el más importante? En todo caso, no es la primera vez que ocurre.

Ésa es la pregunta de hoy.

Las razones:


























Quizás sea la mejor forma de acercarse a una movilización, dejando el mundo estático.