El polvo de la lámpara también sabe hacer huelga de hambre
Caducan este verano (la mitad de)
monstruos del armario
de manga larga y cuello alto.
Caducan los fantasmas (todos)
de vapor bajo la cama.
Caduca el sudor de los héroes.
En unos días
caducan las arrugas, peinados de viento,
agujeros de cristal, guiños descosidos,
desbaratos de midriasis taciturna;
de seguido
caducan los resortes, las visagras
de palabras bonitas, los adelantos,
su tostada piel de lo invisible.
Las faldas alargan las rodillas
de la tarde, rizos sobre la espalda de la noche.
Amanecerá naranja, dormirán violetas.
Transcurre el sabor de las princesas.
SpNt2005 – 22/5/2013
Al final me dio tiempo a participar en los concursos.
Las saqué del libro huérfano de prólogo.
Tiempo bien invertido.