Te abrí la puerta de mis sueños
y no quisiste volar conmigo.
No pude mostrarte el mar soñado,
el aire cóncavo y la tierra incierta.
No quisiste mostrarme tu mar soñado,
tu cielo angulado. La luz enferma.
Espera. Debiste decirme antes.
Te abrí una puerta de rutas desconocidas
cuyo marco desvelaste entre mis días.
Cerraste las alas, con la boca fría
miraste al sol y me prendiste como una cerilla.
SpNt2005 - 5/7/12