Se dice adiós al polémico Acuerdo comercial antifalsificación pensado por estadounidenses (probablemente obsoletos) y aprobada en Japón en septiembre de 2010.
Los miembros del Parlamento Europeo que decidían ayer sobre su aprobación, no le dieron esa oportunidad al acuerdo con 478 votos en contra. Por otra parte, contó con 39 votos a favor y la sorprendente cifra de 146 abstenciones. Al parecer, pasaban por allí.
Aspiraba a convertirse en la ley internacional que pondría fin a las campañas masivas de copia de archivos digitales por parte de los usuarios de internet. El problema es que no deja de atentar contra la privacidad de los datos de los usuarios incorporando un policía como intermediario en nuestras comunicaciones. Algo feo, feo. ¿Quién nos protege del policía?
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