¿Es a mí?
Era una poesía entusiasmada
lo que esperabas de mí.
Tu mirada de alambique me prestaste
para ser tú más volátil.
Buscabas una buena pregunta a la respuesta incorrecta
y yo no supe hacértela.
De mi voz surgieron algunos charcos de nube
que prefirió ser rocío, niebla o migraña,
y tampoco me propuse ser diferente,
translúcido o cambiante, ni adaptarme
a cuanto esperabas.
Te callaste sentada a que fuera un porqué,
con erizos en las pestañas y saliva trabada,
respondiste expuesta
entre signos de interrogación,
oculta por miedo a ser entusiasta.
SpNt2005 – 24/6/2013