El Derecho, como todas esas cosas tan viejas, tiene una tradición. Y una mala costumbre. Se dice que todos somos iguales ante la Ley (incluidos aquellos con inmunidad) y que es imprescindible conocerla, pero a menudo no parece ser esa una voluntad clara en los legisladores.
En épocas de crisis (real o imaginaria) se afrontan "reformas", porque es lo normal. Pero no es lo normal para mí. Lo normal sería aprobar "mejoras". "X" puede ser mejor o peor que "Y", pero "X+1" siempre será mejor que "X". Matemática simple y de fácil comprensión. No hay que partir de cero con cada legislador.
En España, la armonización con la legislación del resto de países de la Unión Europea puede llevarnos a un "Y" mejor o peor, pero es un riesgo que añadir a esa fea costumbre de derogar leyes en otras, reformar artículos concretos sin cambiarlos literalmente en la ley aprobada primero... El derecho no parece escrito para ser claros, ser justos.