Alguno ya la han llamado la "
Primera Guerra Mundial Digital". En las guerras no hay vencedores, así que es bastante probable. Lo que está en juego es un paraíso con callejones oscuros, lo que vemos en la red es lo que hay detrás del ordenador. Podría haber sido cualquier otra cosa, pero lo que nos ha llevado a esta situación son los derechos de los autores (cobrarlos) por un lado, y un rechazo popular al intento de censura, por otro.
Los bandos están claros,
- servicios de alojamiento web (Megaupload, Rapidshare,...) y páginas de enlaces (Peliculasyonkis, divxonline, cinetube,...) contra
- las industrias culturales que vienen controlando los procesos de producción (-muy- grandes estudios discográficos, productoras audiovisuales y editoriales),
Desde el principio, la industria puso nombre a aquellos que hacen uso de sus enemigos. Los llamó "piratas" (igualito que los somalíes) por ver películas sin ir al cine; pasando a convertirse España en 2010 en "
el país más pirata del mundo", podría haber sido "el más cinéfilo o melómano", pero no. Megaupload ha sido la primera en caer tras una
intervención del FBI al estilo Hollywood, pero no después de una larga lista de juicios a otras web de alojamiento en España y en Estados Unidos sin ningún resultado favorable a los intereses de la industria (12-0), de ahí el motivo de poner una nueva arma sobre el tablero, las leyes
Sinde-Wert (en España), y
SOPA y PIPA (en Estados Unidos). La lectura más rápida es que quieren quitar al sistema judicial de enmedio.
Pero hay una masa crítica creciendo detrás y que ha llevado a más de uno a cambiar de posición. Anonymous no es el
15-M. En la Puerta del Sol, todos los que salieron a la calle se enfrentaban a la misma estafa: una misma
ley electoral, por ejemplo; y si estás de acuerdo con ella es porque te beneficia... Sin embargo, Anonymous es un grupo de hackers-activistas que se comunican entre sí por internet, haciendo clicks y, entre otras cosas, no apoyan la censura. No hay más. No todos los que han entrado a una web para echarla abajo tienen por qué conocer
4chan, simplemente se trata de proteger su derecho a compartir archivos (documentos, canciones, películas, series,...) con sus amigos y la denegación del servicio (DNS) parece que todavía se considera un signo de protesta por los medios, lo que anima a la gente a seguir haciéndolo.
A diferencia de la reforma de la ley electoral o una ley que proteja a los niños de la pornografía, aquí no todos tenemos por qué estar de acuerdo; ¿proteger el
copyright puede dar lugar a
censura? Dos alternativas: modelo anterior, o modelo por desarrollar abierto a nuevas formas de financiación. No hay punto medio y en la situación actual mixta parece que pierde la primera.
No sé si esto es una guerra, pero si pierde internet, ambos bandos pierden,
igualito que el planeta. Lo que estamos haciendo de uno y otro lado es ponerle vallas al campo, por la fuerza económica o por la fuerza organizativa. La piedra está en el tejado de los gobiernos, que pueden respetar la división de poderes que les da legitimidad o tomar parte de manera resolutiva en un proceso judicial, como es decidir si se cierra o no una web.