miércoles, 20 de septiembre de 2017

Alboroto

  1. Una comunidad de vecinos no puede independizarse. Pero sí puede poner una urna y votarlo. Si no tiene validez jurídica (un día tardó el tribunal constitucional en hacer lo propio), a qué tanto alboroto.
  2. Si se hace con recursos públicos. Bueno... son los recursos que gestionan los representantes políticos electos. Ya se hicieron unas elecciones entre partidos nacionalistas y no nacionalistas, y ganaron. Si prefieren gastarse el dinero en eso antes que en escuelas... El PP no tiene mayoría y ahí sigue, tirando millones por el desagüe en cruceros para antidisturbios. A qué tanto alboroto.
  3. La constitución incluye en sí misma el procedimiento de reforma. El artículo 135 (sobre el techo de gasto) no respetó ese procedimiento, y no fue declarado inconstitucional, y ahí sigue. Ni tampoco fue declarado inconstitucional antes de llegar al Congreso el Estatuto de Autonomía que salió de Cataluña cuando los independentistas no eran mayoría. A qué tanto alboroto.
  4. La ley de amnistía fiscal fue declarada inconstitucional. Más allá del tiempo que tardaron en testificar por otras causas una larga lista de corruptos, que yo sepa Montoro (el ministro de Hacienda) no ha sido detenido por atentar contra la constitución. En dos días ya van casi 500 alcaldes, entre otros... "sedición" y tal y tal, han esperado al mes de antes para detenerlos, y todavía no ha tenido lugar el referendum. A qué tanto alboroto.
  5. Si una empresa/banco quiere cambiar su domicilio fiscal, puede hacerlo en cualquier momento. Irlanda está a dos pasos. Y hay países en los que juegan equipos extranjeros en su liga nacional (un equipo de Andorra juega en la ACB), a qué tanto alboroto.
  6. Si cualquiera puede imprimir una papeleta en su casa y todos saben qué día es, a qué tanto y tanto y tanto y tanto registro y alboroto.
  7. Si ningún otro estado reconoce a Cataluña como país, si al ministro de exteriores se le olvida que un independentista catalán también es español, "¿y la europea?", a qué tanto alboroto.
  8. Si ya sabemos de qué pie cojea cada medio de comunicación, a qué tanto alboroto.
  9. Si hay gente que sale a la calle a protestar pacíficamente, todos aprendimos del 15M. A qué tanto alboroto.
  10. "Si se separan, se separan para todo". Si no los vas a echar de menos, a qué tanto alboroto...

sábado, 2 de septiembre de 2017

Interminable


"It is small wonder that Chinese and Japanese literature are so dissimilar, for the two languages are entirely different. Chinese is a monosyllabic language with musical tones to distinguish the many identical syllables. In its classical form at least, Chinese is a language of great compactness. Japanese, on the other hand, is polysyllabic, has no tones like the Chinese, and sounds rather like Italian, at least to those who do not know Italian. In contrast with the brevity of classical Chinese, Japanese is a language of interminable sentences, sometimes literally interminable, in which case they are left incomplete, at the end of twentieth or fortieth subtle turn of phrase, as if their authors despaired of ever coming to the end of their task. Again, Chinese poetry is usually rhymed and is based on a complicated pattern of musical tones. In Japanese, on the other hand, rhyme is generally avoided, and the formal rules of prosody reduce themselves to a matter of counting syllables. Although the earliest Japanese poems we know, those preserved in a work of the early eighth century A.D., have lines of irregular length, the preference for alternating lines of five and seven syllables soon crystallized among Japanese poets, and this eventually became the basic rhythm of the language, found not only in poetry but in almost any type of literary composition."


Fragmento extraído de Japanese Literature, an introduction for Western Readers, de Donald Keene

viernes, 1 de septiembre de 2017

Made in Japan


Made in Japan (I)


Ya estoy aquí.
Aeropuerto de Málaga.
Terminal 3.
Vuelo AY-736. 01:05.

Un cartel enorme anuncia los riesgos
de transportar comida. Expandir
enfermedades transoceánicas. Exportar.

Una pegatina minúscula grita:
“Nadie es ilegal”. Enriquecer
culturas mesolíticas. Importar.

No hay comparación.

Un litro de agua más caro que la sed. Impuesto
a los voladores de instintiva necesidad.

Ya estoy aquí.
Aeropuerto de Helsinki.

Desayuno:
- bocadillo de lomo Sajonia
- café con leche (corazón espumoso)
- macedonia

Mejor no preguntes.
Mastica y calla.

Había olvidado volar.

Cómo y absurdo y discusión por ahí abajo,
las orografías insensatas, la niebla sin justicia,
las hormigas, las cigarras y esos hijos de puta,
el mar, una alfombra sobre peces oscuros.

Nadie es ilegal.

Estoy aquí. El aeropuerto me mira
con ojos de divisa aceptada.
(Las alas) son como ir en bicicleta.
Volar (es).

Estoy aquí.
A medio camino de mi mitad.

Ya estoy aquí,
identidad contrastada: número y letra
coinciden con esta cara.
Volando, volando, volando...

Volar, ser bienvenido, regresar, volver.


LXXXI


Palabra somos
hasta que un viento viene
y se nos lleva.

jueves, 20 de julio de 2017

Olvídate


Parragrafeando a Benedetti

Ámalo, hija mía,
ámalo siempre si
no escribe poesía.
Olvídate si lee
a Benedetti, o
cree amar apasionadamente,

que entonces duele así
el amor un disparo a bocajarro
se te muere,

canje
soledad por soledad,
pacto a pacto,
beso en beso,

aunque trueque mínimo
díselo, dítelo,
dite a tiempo que vuestro amor
es un niño muerto,

los poetas nunca miran hacia arriba
disputan las copas con las nubes
desprecian sus pájaros y los nidos,

vuestro amor es un niño muerto

entonces,
no te quedes
sálvate de esa palabra suya
sucia boca de dice y de no habla de ni escucha
mientras puedas.

En este tiempo, hija mía,
cualquiera dice poeta
cualquiera dice te amo
cualquiera y después se marcha
como si nada
como si cualquiera.

Ámala, hija mía,
si no es poetisa.
Si no es poetisa, ámala
aunque te busque y te encuentre,
aunque la noche pase y tú la tengas,
y no.

Después de todo el secreto
el secreto es navegar nubes en sus ojos
el secreto es habitar pájaros de sus manos.

Ámalo, ámala,
aunque sea el trueque mínimo
la única forma. Aunque no sonría
amaros enteramente si no escribe.
Odiaos fugazmente si escribe poesía.


SpNt20005 - 18 /7/17


martes, 27 de junio de 2017

Idea Vilariño


De Poemas de amor (1958)

Ya no

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
ni criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme.
Nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros
No llegaré a saber por qué
ni como nunca
ni si era verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.





Extraído de 36 años de poesía uruguaya

domingo, 25 de junio de 2017

'La ciudad está triste', de Ramón Díaz Eterovic (1987)




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“tienes el audio libro de "la cuidad esta triste". Ese fue el comentario de lorena rodriguez. A partir de ahí, busco el libro en pdf, cortito, algún diálogo, bien, interesante. Acepto el encargo con gusto. Previo a la grabación, un largo viaje de implacable afonía. Y resfriado. Retomo el hilo.

Novela policíaca, novela negra. Ramón Díaz Eterovic, chileno, ha escrito cuentos y poemas. Al parecer es el primer libro de varios, rollo Sherlock Holmes. Se notan los aciertos, la síntesis de intervalo entre acierto y acierto, ritmo rápido. Cada capítulo es un embate. Muchos personajes coordinados en el tiempo. Lugares comunes. La trama: un caso que la historia aún no ha resuelto, a los perros se les mata. Después descubro que es una saga importante, detective Heredia. Con novela gráfica y serie de televisión incluidas. Durante una entrevista, el periodista hace una comparación con Blade Runner. Qué extraño. Poco antes había pensado en ello. Es de 1987. Me ha gustado, y además será muy útil, el libro es difícil de encontrar y el autor es relativamente conocido. Menos de lo que debería, opina uno. Doble éxito.

Retomo el hilo del proceso. Hice un curso de sonido hace una semana. Perfecto. Vamos a aplicarlo. Medios limitados. Yuju... Ha desaparecido gran parte del ruido ambiente. ¡Yuju! Aún así, hay un golpe de fondo de cuando en cuando... Yuju... Y la vocalización... El otro día se lo dije a Sarró, “esto de aumentar la calidad es una putada, se notan más los errores”. Vaya si se notan.

En general el proceso bien, sencillo más o menos. Un inciso.

Lo hago porque me gusta leer, y compartir la satisfacción de hacerlo. Por eso lo sigo haciendo. A la gente le gustan ¿qué más puedo pedir? Soy atípico. Lo sé. Sólo aparece mi nombre en los vídeos, y mucho es. No me grabo dando las gracias, ni felicitando mis cifras. No te pido que te suscribas. Sólo leo. Ni siquiera cosas mías. Y pronto, de personas que me piden que lean lo que escriben... (¿quién tiene que dar las gracias?)

Partiendo de la base de que la mejor lectura es en voz de su autor/a, cualquiera puede intentarlo.

Se necesita un smartphone con micrófono y la aplicación de grabadora (importante que esté en calidad de grabación alta), y un ordenador con Audacity (software libre gratuito) para editar audio. Con eso hice mi primer audiolibro, y el último. En este, al final del proceso, he utilizado el ecualizador del Premiere CS3 (edición de vídeo). Un efecto y ya está... y se nota. Quiero decir, que si pudiera ponerme serio, usaría ProTools 10HD (de Avid) o como segunda opción, Audition (de Adobe).

Ya me extenderé más sobre esto. Mucho más. Próximamente reeditaré los audios de los completos, y ya veré qué hago con eso.

Ahora mismo son 656 suscriptores. Tengo miedo...

Es broma.


lunes, 12 de junio de 2017

Clases particulares


Algo falla


Me dedico a dar clases particulares.
Clases a domicilio.
Individuales.
No estoy dado de alta.
El que sí lo esté, dirá que le robo trabajo.
Competencia desleal, dirá.

Estoy dando clases, sin contrato,
a niños colombianos
senegaleses
marroquíes
y rumanos.
Y a un jubilado.
Los que menos se esfuerzan,
los de la ESO, los mayores, españoles... curioso.
No les importa suspender.
Ya vendrá otro. Paga mamá.
Detesto perder el tiempo.

Precio especial.
Precio acorde a sus posibilidades.
Precio de saldo.

Si tuviera que darme de alta
o mantener un coche
tendría que subirme el sueldo
y esos niños no recibirían clases.

Es mi forma de luchar contra el terrorismo.
Darles todas las oportunidades que necesiten.

Trabajo media jornada
y aún así gano más que un amigo mío,
trabaja más o menos lo mismo, es fijo en el Lidl.

Algo falla... y no soy yo.
Algo falla... y no son ellos.

jueves, 8 de junio de 2017

Fernando Pereda


(1965)


Es imposible más claro

Es más él mismo que nunca
arriesgando cuerpo y alma:
la partida está indecisa
y las cartas enlutadas.
(Y es imposible más claro).

Porque salen a su voz
rumores, como de ciego;
y no descansa de oír
ni le sostienen consuelos.
(Siempre resultan tinieblas).

No le sostienen consuelos
y lo que arriesga no alcanza:
ve la partida deshecha
y las cartas enterradas.
(Casi no se puede hablar).







"La resistencia de Pereda a recoger en volumen su ya considerable obra lo sitúa en una zona limítrofe, casi fantasmal en nuestra literatura", anota Rodríguez Monegal en su "Literatura uruguaya del medio siglo". En dicho libro leemos esta noticia, que merece reproducirse: "... Pereda (que nace hacia 1900) es el único escritor uruguayo que se ha negado sistemáticamente a recoger su producción en libro con el pretexto de que está preparando, desde hace décadas, uno. No estoy en el escalafón, me dijo cierta vez en que le pregunté abruptamente la fecha de su nacimiento".


Poema y fragmento extraídos de 36 años de poesía uruguaya

miércoles, 7 de junio de 2017

Turismo literario (III)

Esta mañana he vuelto de Madrid. Mi amigo Álvaro estrenaba corto y no podía faltar a la cita. Pero claro, como uno es como es, y las librerías en El Ejido son como son (que no son),  hay que aprovechar la ocasión. El corto ya lo compartiré en una entrada aparte.

Primera librería

Era una librería pequeñita, con la mitad dedicada a libros antiguos y como a mí me gustan, con libros hasta el techo. Estuvimos indagando un buen rato, pero al ser la primera, tampoco quería descontrolarme. Fui bastante selectivo:
  • Los 90 ministros de Franco. 6 euros. Tercera edición corregida y aumentada. Incluye la réplica de los ministros Serrano Suñer (cuñadísimo), Navarro Rubio, Espinosa San Martín y Antonio Iturmendi. Es difícil encontrar libros sobre el franquismo en general. Aunque sea de 1970 (versión oficial), me vendrá bien para conocer más sobre los gobiernos posteriores a la guerra civil y como obra de consulta
  • Historia de un idiota contada por él mismo. Félix de Azúa. 6 euros. El título lo dice todo, supongo. No conozco al autor, pero me sorprendió mucho la contraportada. Dice literalmente: "este libro debiera ser adoptado por todos los institutos de segunda enseñanza como manual de supervivencia. No evita la idiotez, pero ayuda a prevenirla". Literatura irónico-postmodernista. Carne de audiolibro

Segunda librería

Se mudan justo al otro lado de la calle. El librero me comenta que la feria del libro le hace mucho daño a los libreros. Las editoriales llevan sus propios puestos y aunque el precio final del libro no baja, se pierde la comisión del librero. Está enfadado. No me quiero imaginar lo que tiene que ser para una librería cambiar de estanterías.

Hay una gran colección de libros de editoriales sudamericanas, sobre todo poesía y crítica literaria. Dientes largos es poco. Cojo lo que puedo y huyo por si acaso. Me quedo con las ganas de llevarme uno de crítica literaria de Mario Benedetti. Los siguientes días sigue el run run, había varios, me digo, volveré, es pronto.
  • 36 años de poesía uruguaya (1930-1966). Selección de Alejandro Paternain. 7 euros. De todo y todo desconocido, como usted comprenderá. Lo he hojeado un poco y es una maravilla
  • La última poesía cubana (1959-1973). Selección de Orlando Rodríguez Sardiñas. 9 euros. De todo y todo desconocido, como usted comprenderá

Mercado de San Fernando

Mientras paseamos a Yanis, camino del parque, Laura me advierte de una librería al peso. Me avisará cuando vuelvan del parque. Me pierdo un poco pero la encuentro, nada más entrar, a la izquierda. Es un hombre de mediana edad. Libros por todas partes. Cojo dos libros, le pregunto si me los puede pesar para saber cuánto llevo: tres euros. Cojo otros dos: 8 en total. Perfecto. Cojo algunos más y en total me he gastado 15 euros. Le doy las gracias con prisa. El tiempo pasa volando.
  • Artificios. Borges. Cuentos. Muy pequeñín
  • Máscaras venecianas/La sierva ajena. Bioy Casares. Muy pequeñín. Ambos autores colaboraron juntos utilizando, entre otros, el seudónimo de H. Bustos Domecq. Cuentos. Sí, carne de audiolibro
  • Antología de prosa de Antonio Machado. Prólogo y selección de Aurora de Albornoz. Es el cuarto libro de una colección: A la altura de las circunstancias. "Es una muestra de su pensamiento en el campo político". "Aunque no se puede hablar en sentido estricto de 'Machado político'", advierte después
  • Cántico. Jorge Guillén. De esos libros que hay que tener en toda buena colección de poesía.
  • Tiempo de abrazar. Juan Carlos Onetti. No encontré por ninguna parte "La vida breve". Apenas cojo novelas, pero "El astillero" me gustó mucho y por qué no...
  • Antología de los mejores relatos de Roald Dahl. Roald Dahl. Lo conocí por la película de "Matilda"; después leí un par de relatos y me gustó bastante su forma de escribir. Creo que me voy a divertir
  • Carmen Laforet. Agustín Cerezales Laforet. Tengo que preguntarle a Laura "¿quién es Carmen Laforet?". Me contesta que "Nada", una novela suya la marcó mucho durante su infancia. No la conozco, ni la obra ni la autora, pero es un libro bonito que incluye fotografías de su infancia en Canarias. Una buena forma de adentrarme
Tiene una sección de libros infantiles a un euro. Me acuerdo de mis alumnos y casi al azar, me quedo con:
  • Zap, un pez pintado. José Morán
  • Memorias de una gallina. Concha López Narváez
  • Escobas voladoras. Ann Jungman

Librería del rastro

Está a reventar de libros. No va a ser barato... me cuesta encontrar la sección de Poesía. Acabo de entrar a una que no tenía una sección concreta. Me marcho pensando "si no tiene una sección de poesía no puede ser una buena librería...". Después de navegar entre libros, atravesando espacios estrechos para moverme, obligado a preguntar, me sitúo. Una mujer pregunta por una Biblia. Sí, aquí. Le digo al librero en tono de broma, "¿de verdad, la biblia al lado de la poesía?". "Donde se puede", me responde en tono cordial. "Antes era un buen negocio, pero la crisis está acabando con el libro antiguo". Veo algunas joyitas pero no hay muchas para elegir con un precio que se ajuste a mi bolsillo.
  • Obras incompletas. Gloria Fuertes (edición de la autora). 5,95 euros. Ahora parece que se ha puesto de moda. Recuerdo un libro de poesía infantil en la casa de mi abuela. Probablemente las primeras poesías que leí con gusto. En la contraportada de la edición de Cátedra: "reúne en un volumen la producción poética de Gloria Fuertes publicada hasta el momento, con la excepción de su poesía para niños". 1975. 364 páginas. Una joya

Puesto en la calle

En una caja a ras de acera, hay varios libros. Un hombre con acento inglés atiende a varias personas detrás de varios discos y aparatos de toda índole. Remuevo un poco y encuentro Primavera con... Lo cojo al vuelo y le pregunto el precio. "3 euros", me dice. Acabo de venir de comprar libros al peso. "Es mucho", le digo. "¿Cuál es tu oferta?"; "Este y otro más por tres euros". "Está bien, depende de cuál sea el otro". Hay libritos antiguos, curiosos pero poco interesantes y, en la misma caja, Cuentos fantásticos... Galdós mola. No puede fallar. Acepta mi oferta. Los dos contentos.
  • Primavera con una esquina rota. Mario Benedetti. 1,5 euros. Lo leí de la biblioteca y es una joya, te guste o no te guste Benedetti. Y por ese precio... es delito no llevárselo
  • Cuentos Fantásticos de Benito Pérez Galdós. Edición de Alan E. Smith. 1,5 euros. Editorial Cátedra. No hace falta darle muchas vueltas

Puesto del Rastro

Están recogiendo. Hay que darse prisa. Una hilera de cuatro cajas con libros a un euro. Leo rápidamente los títulos, evito los clásicos, los que siempre van a estar ahí. Me la juego y a seguir.
  • Tupac Amaru. Carlo A. Caranci. 1 euro. Historia de Perú durante la conquista de América
  • El gran Gatsby. F. Scott Fitzgerald. 1 euro. Un clásico que voy a coger con ganas
  • Siddharta. Hermann Hesse. 1 euro. He leído poco del autor pero me ha gustado bastante, y casualmente estuvimos hablando sobre este libro. Le he echado un ojo por encima y me va a gustar mucho

Librería de segunda mano "Menos diez"

No es muy barata, así que tengo que escoger bastante bien. Normalmente no me llevaría ninguno, pero ya que estoy busco un libro difícil de encontrar y que sé que me va a gustar. ¿Poesía nórdica o poesía gallega? Carmen Martín Gaite...
  • Ocho siglos de Poesía Gallega, antología bilingüe. Selección de Carmen Martín Gaite. 9 euros. Dice la contraportada: "... dedique mayor atención al período (siglos XII-XIV) en que el gallego era la lengua obligada para la expresión lírica culta de toda Castilla...). Descubro que Valle Inclán, uno de los favoritos de Álvaro, es gallego

Tienda de antigüedades

Andamos por la calle cuando nos topamos con un estante de libros a un euro. Pausa. No hay gran cosa, pero hay cosa. Buena pinta, la felicidad es no tener prisa. Caminar es mirar a ambos lados mientas se camina. Despacio es tener tiempo para caminar.
  • Colección de Poemas. Selección de José Calles Vales y Belén Bermejo Meléndez. 1 euro. Una selección de poesías clásicas. La edición no es una cosa increíble pero hay una breve biografía del autor y un comentario que contextualiza cada poema. Buena selección y muy interesante
  • Cerdos amaestrados. Antonio Rodríguez Parra. 1 euro. Segundo libro de cuentos de un estudiante de ciencias de la comunicación andaluz. No tengo ni idea... pero puede ser interesante

Librería Berceo de libro antiguo

Una maravilla. Llegamos a cinco minutos de que cierren. Tocamos al timbre, baja un hombre mayor y nos abre. ¿Buscáis algo? Poesía, antologías. Miramos algún precio. No hay sección de poesía pero no es difícil percatarse de que empapa toda la habitación. Nos recomienda libros en alemán. Nos enseña una edición con dibujos en serigrafía de Paul Celan. Si vale 12, te lo dejo en 10. Si quieres, los tres por 10. No puedo evitar mirarlo con ojos de sospecha. No puede ser verdad. Le digo que dos de Neruda no, mejor otro autor. Me recomienda a Ángel Crespo, gran traductor. Acepto con gusto. Nos comenta que hay mucho pirata, que intentaron colarle un grabado muy valioso en un lote normalito. Que avisemos cuando volvamos, que me hace una selección de 100 libros de poesía a buen precio. Ojos como platos. Su hijo, desde el ordenador, nos dice que están subastando por internet 50 premios Adonais firmados por sus autores. La puja va despacio. Todo el mundo espera al último momento... Ya, le digo... suele pasar. En un almacén tiene 25.000 libros. Recita de memoria a Guillén. Se le olvida un poema suyo. Me siento una pulga insignificante, incapaz de valorar todo aquello que me rodea. Soy incapaz de moverme para leer títulos distintos de los que señala. No soy coleccionista, no se me ocurre otra forma de decirle que no me alcanza. Ya, pero si te lo dejan a buen precio... insiste. Le gusta leer a Quevedo en una edición del siglo de Oro. Como lo leían cuando estaba vivo, pienso. Los libros de colecciones, imprimiendo como churros, han hecho mucho daño. Estoy allí gracias al libro barato, después de todo. Nos vamos pronto. Ya es tarde, pero volveremos.
  • Obra poética. Antología de Jorge Guillén. 4 euros (un regalo del librero)
  • Tercer libro de las odas. Pablo Neruda. 5 euros
  • Antología poética. Ángel Crespo. 5 euros

Re-read

Es una franquicia que conocí en Barcelona. En Madrid sólo hay uno pero a final de mes abrirán otro. Me lo dice porque antes le he preguntado si podría trabajar allí. Dice que a él le gusta, pero algunos días trabaja mucho: de 10 a 8. Pienso en las 14 horas que se pega mi madre en el almacén, con las sandías. Yo también tengo las manos grandes. Le pregunto si le da para vivir. Es feliz, y gasta poco, dice. Quién sabe.
  • Cultura para personas inteligentes. Roger Scruton. 2 euros. Conocí al autor por otro libro: "Lo que dicen los filósofos". Es de 1999. Según la contraportada, "uno de los pensadores actuales más incisivos y provocadores, ... nos propone, como ejemplo radical de la cultura popular, una interpretación polémica de movimientos y tendencias artísticos como el kitsch o el rock-and-roll". Me voy a divertir
  • Campo semántico y connotación. María Jesús Fernández Leborans. 2 euros. En la línea de libros de lingüística de anteriores viajes. El índice da miedo. Me fascina a partir del segundo capítulo, el análisis de los conceptos de Luz/oscuridad y su relación con el misticismo. Esquemas a mansalva y alguna que otra parte subrayada. Ñam ñam ñam
  • Hijos de Adán/Calamo. Walt Whitman (traducción de Enrique López Castellón). 2 euros. Una edición clásica de un clásico. Nada puede salir mal
  • Utopía. Tomás Moro. 2 euros. El concepto "utopía" nació a partir de este libro. Álvaro se sorprende cuando le digo que se publicó en 1516. Audiolibro sí o sí
  • El contrabajo. Patrick Süskind. 2 euros. Lo busqué y lo rebusqué y por fin apareció. Me pidieron que hiciera un audiolibro. Edición muy limpia, letra grande y clara. Perfecto. A la saca
  • Mecánica del fuego. Adelaida Caballero. 2 euros. Poetisa mexicana ganadora del premio Gloria Fuertes. No la conozco pero a ver qué tal
  • El amor, las mujeres y la vida. Mario Benedetti. 2 euros. Es Benedetti... 

lunes, 29 de mayo de 2017

Afino


La

La

La princesa
existen dentro
mariposa invisibles

La

La musical
lugares afortunado
contra las río la mar

La

La sonrisa
su sonrisa
el felicidad

La

aprobar
nota
reprobar
el verdad

La

volátil el memoria
nota
de la recordar

La

temple afinar
nota
de metales óseo
vertical

La

dicen fin
dicen ya

canta
la la la...





jueves, 25 de mayo de 2017

'Una vida sin principios' (1863) y 'Desobediencia civil' (1849), de Henry David Thoreau


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Conocí a Thoreau (1817-1872) por casualidad. En una época de mi vida rebelde, tan rebelde como cualquier adolescencia. Me hacía mis propias camisetas, lucía la cara y alguna frase del Ché, y el diseño tipográfico, tan hermosamente anárquico, de la A de anarquía. A los que dejen de leer a partir de aquí, estáis en vuestro derecho. No está el horno para prejuicios.

Recuerdo perfectamente una web con el ensayo “Sobre la desobediencia civil”. Tardé una tarde, porque es largo, y me costó bastante entenderlo, pero después de saber en qué año se escribió, me pareció simplemente maravilloso, universal, y atemporal. La alternativa pacífica que necesitaba como forma de protesta, de sentimiento de paz interior ante tanto asco, el principio del fin de mi sensación de culpabilidad.

Tuve suerte de leerlo tan joven. Me influyó desde tan joven. Permitió el desarrollo de mi interés por los derechos civiles y políticos, mi preocupación (a veces exacerbada) de hacer del mundo un lugar mejor, de sentirme especial, diferente, único pero bien acompañado, aunque sea a través de pensamientos del siglo pasado. Descubrí que no era el primero, ni seré el último, encontré el hilo.

'Vivir sin principios' tiene una frase épica, que ya utilicé como introducción en una poesía:

Si un hombre pasea por el bosque por placer todos los días, corre el riesgo de que le tomen por un haragán, pero si dedica el día entero a especular cortando bosques y dejando la tierra árida antes de tiempo, se les estima por ser un ciudadano trabajador y emprendedor



Publicado por primera vez en: "Life wihout Pinciple", The Atlantic Monthly, vol. XII, núm. 62, 1863.
Como escribió Walter Harding, es "incuestionablemente el favorito de los verdaderos aficionados a Thoreau"

Fue en Secundaria, no sabría decir el curso, porque ya tenía internet (que todavía colapsaba la línea telefónica por aquel entonces). Se juntaron varias referencias, pero me marcó bastante. Ahora, con perspectiva, reconozco que le debo más de lo que pensaba. Mi visión de lo que significa el “trabajo”, lo que supone “aprovechar el tiempo”, “vivir para vivir”. Incluida mi adicción al ensayo social.

Tras los audiolibros anteriores, éste ha sido muy fácil. Es un ensayo, es más, es una conferencia. No hay diálogos pero no es un monólogo, y comparto enteramente las ideas que pretende transmitir. Es directo y sin tapujos, sin cortapisas, contemporáneo. He grabado dos, mis favoritos: “La vida sin principios”, y “Desobediencia civil”. El primero es un análisis y una crítica, el segundo es una crítica y un análisis. En mi opinión, no se entienden el uno sin el otro, al menos no en su plenitud. El primero es más reflexivo, y el segundo mucho más pasional.




"Resistance to Civil Government", en Elisabeth Peabody (ed.), AEshetic Papers, 1849.
El ensayo luego será titulado, ya no por Thoreau, "On the Duty of Civil Disobedience" y "Civil Desobedience"


Una amiga me dejó un libro titulado “Walden dos” (llevo un retraso alarmante), y descubrir que el primer “Walden” es un libro de Thoreau, reavivó la llama. “Desobediencia civil” termina así:

Un estado que diera este fruto y permitiera a sus ciudadanos desligarse de él al lograr la madurez, prepararía el camino para otro Estado más perfecto y glorioso aún, el cual también imagino a veces, pero todavía no he vislumbrado por ninguna parte.

Por lo que he leído, Walden es esa “utopía” (al estilo de Tomás Moro). Ya encabeza en mi lista de próximas presas impresas. Indagando en su biografía posterior, seguro que cumplirá con mis expectativas.

sábado, 20 de mayo de 2017

Guisantes gigantes


Dos días


No me van a recordar,
y no es importante que me recuerden
Lucio, profesor de Historia

"Los hombres inventaron el adiós porque se saben de algún modo inmortales"
Jorge Luis Borges


Que la vida.
Dos días apenas.

Deconstrucción lingüística aplicada.

Primero:
Romper el cascarón,
hundir la flota,
caer de bruces.

Segundo:
Caer de cruces,
reflotar el mar,
quebrar del cero.

Síntesis biológica del combustible.

Que la muerte
en manos del segundo.
Guisantes gigantes,
ni celuloides ni qué grande
ni escapar, tampoco nadie.
Tampoco estrella polar.

Eres esto que serán,
y la existencia
dos días, límpida veleta
elevando, desapareciendo nubes.






miércoles, 17 de mayo de 2017

El árbol sin bosque

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Lista de reproducción con todos los poemas:




Prólogo, por Luis Ibáñez



La poesía es una búsqueda. Siempre lo es. Y también un estado atemporal, por ser una lucha incesante con el tiempo que se escapa, el sentimiento que ya no existe una vez que ha pasado. ¿Acaso sólo existe dicho sentimiento en nuestra imaginación? ¿En el recuerdo? ¿Qué es lo que existe, entonces? ¿Hay algún referente eterno, constante, inamovible? ¿El amor, tal vez? ¿La soledad? ¿La capacidad de cambiar las cosas? Quizá la respuesta, lo único eterno, sea la propia búsqueda...

Es por eso que no hay paz, ni sosiego, ni respuestas definitivas, en la poesía de Francisco Fernández. Porque quizá nunca las haya. A cambio, el poeta (aunque no le gusta ser definido como tal) nos señala toda una serie de territorios, caminos internos que podemos decidir transitar, y que nos llevarán a nuevas certezas y renovadas incertidumbres, en un proceso que posiblemente termine sólo con la muerte, o incluso después: “cuando terminen de estar estas palabras, yo ya no estaré”.

El punto de partida es la soledad. Una soledad elegida, una apuesta personal por apartarse del rebaño (“del rebaño me escondo sin descaro”). De manera explícita, el poeta decide “derribar los puentes”, esas ataduras mentales y emocionales que no hacen sino coartar nuestra libertad de pensamiento y nuestras acciones. La manera en que nos relacionamos de manera cotidiana llega a condicionar incluso nuestra forma de pensar, nuestro destino. La vida es una cuenta atrás hasta llegar a cero, y el tiempo se nos escapa. No hay tiempo para las cosas que no merecen la pena, y que abundan en el mundo que nos rodea. Es por eso que se contempla la soledad como opción personal, como decidida apuesta por otras alternativas, una búsqueda ansiosa, incluso desesperada a veces. He aquí la primera de las contradicciones y las búsquedas de Francisco Fernández: el afán por encontrar una salida a la soledad elegida. Quizá la respuesta esté en el viento, un recurso que utiliza ocasionalmente como símbolo del destino que nos mueve. La vida es movimiento, y el viento es la única certeza de que estamos vivos, ese viento que mece las olas (“si las olas hablaran, no estaría tan solo”). Esta búsqueda tiene necesariamente que ser personal, porque ningún libro, ninguna otra persona, idea, relación humana o sentimiento nos puede dar respuesta, más allá de uno mismo: “en la última página de los libros sagrados no están las soluciones”.

Una de las cosas que siempre valoré de la poesía de Francisco Fernández, desde aquel adolescente de 14 años, en un aula cualquiera de un Instituto, es el énfasis que pone en el contenido, mucho más que en la forma. En un mundo de superficialidad, apariencia y puro escaparate, es de agradecer que alguien se empeñe en resaltar el mensaje, la temática, la reflexión, la profundidad de las ideas. Ideas que no son fijas ni inmutables, que siempre están en movimiento, en continua búsqueda. El relato postmoderno que señalaba el final de la verdad, se ha agotado. Por supuesto que existen referentes, aunque sólo tengamos la certeza de seguir caminando hacia ellos. Hay también, tras la soledad, la convicción de que la creación artística, la poesía, es algo más que una idea que se escapa. Sus versos son una recopilación de historias de los libros y de la propia vida. La poesía es jugar a imaginar, un juego que “alguien me dijo que dolía”, afirma el autor, pero que trasciende la propia existencia. Uno nunca sabe dónde y cuándo terminan los significados de un poema, dónde muere la poesía, que revive y vuelve a cobrar sentido con cada nuevo lector, cada nueva lectura. Más allá de la palabra, sólo existe el silencio, la muerte (“el gatillo sólo entiende de silencios por la espalda”), así que nos queda tener esperanza en la palabra liberadora, la palabra capaz de provocar nuevas realidades: “escribid mientras podáis sujetaros con tres dedos la esperanza”.

Las páginas de este poemario, aun partiendo de la soledad y la melancolía, no pueden entenderse del todo si no se tiene presente la constante búsqueda del amor. La propia poesía se nutre casi sola y exclusivamente de ese amor. Empezando por el amor de la propia familia. “Eres mis páginas”, le dice a su abuela, y continúa con el amor de pareja, para terminar en el amor al ser humano, en su conjunto. He aquí la tercera búsqueda. El amor entendido no como algo estático, acabado y concluso, sino como sentimiento en continuo movimiento. No se trata de un amor de museo, un amor para observarlo como quien tiene una colección de mariposas: “no quiero ser mariposa, ruiseñor, ruiseñor”. Por eso es un amor arriesgado, doliente, pero también un amor profundo, vitalista, imprescindible para seguir adelante: “la salud es a la vida lo que el amor es a la felicidad”. Un sentimiento que ha dado sentido a la humanidad desde el principio de los tiempos. Inestable, dubitativo, a veces doloroso como lo es todo en la vida, pero inmutable, imprescindible.

Hace ya bastantes años alguien me contó la historia (real o inventada, da igual) de una tumba egipcia en la que se podía ver al faraón, con su esposa, cogidos de la mano, con su anillo de casados. Me planteaba el interlocutor la duda de qué había sido de ese amor, de esa promesa de eternidad que seguramente se hicieron en algún momento.

Quien escribe este prólogo tampoco tiene verdades cerradas y absolutas, pero sigo pensando muchos años después que el amor es eterno, que está por encima de las personas y las cosas, y disfrutamos o dejamos de disfrutar de él constantemente. El momento en que se declararon su amor, es eterno.

A pesar de que en muchas ocasiones no está claro el momento adecuado para amar, y los tiempos de los amantes pueden no coincidir (“la quiero querer más, y que me oiga”), a pesar de las dudas (“comprobar si late todavía aquí dentro su misma fuerza”), a pesar de que todo puede diluirse como promesas bajo la lluvia, a pesar de que a veces tengamos que cubrirnos de una forzada coraza, para que duela menos (“como aquélla, ya no dejo que me amen”), nos queda la piel, el “beso temblando en mi boca”, nos “bastan sus manos para ser de viento”, nos mueven las palabras “y las flores de tu vestido”. Aunque duela, “mil veces la volvería a amar”.

Por el momento, el final de este camino de búsqueda lo marca el cambio social, consecuencia natural del amor. Si tomamos como referencia los sentimientos, no queda más que hacerlo extensible al conjunto de la humanidad. La apuesta por la mejora de la sociedad no se concibe aquí como militancia o partidismo (como ciertas personas que “juegan a los bandos”), sino como una reflexión profunda sobre la necesidad de que mejoremos nosotros mismos para mejorar el entorno. El compromiso es imprescindible que sea personal, que nazca de lo más hondo de nuestro ser, para que luego pueda tener su reflejo en las personas que nos rodean.

El último interrogante que esta obra plantea, directamente, mirándonos a los ojos, es si estamos haciendo algo por cambiar las cosas, si es posible una humanidad donde la libertad y la justicia puedan volver a convivir (como diría Eduardo Galeano), sin primar una por encima de la otra. Siempre tenemos la opción de esperar pasivamente a que la historia actúe. Dice Francisco que somos el abono de la siguiente generación, y en nosotros está considerarnos abono mineral, o estiércol. Hay vida mas allá de lo que se nos impone (“la vida es eso que pasa mientras otros revisan, anotan, autorizan cárceles, fronteras, cánceres, mirillas”). Desde este tiempo que se nos escapa, “el futuro es una resta finita”, y no podemos perdernos en lo irrelevante, quedarnos en la superficie, ya que mientras escribimos, mientras leemos, existen las cuentas en Suiza (imprescindible tenerlas vacías, para llegar a la poesía, según dice el autor), personas entre rejas por robar gallinas, gentes para las que las adicciones son un lujo que no se pueden permitir, ya que no pueden ser adictos a nada salvo a la miseria, niños que se preguntan “qué significa ser de hambre” por no encontrar el sentido de su humilde existencia, ministros que se enorgullecen de su maldad, almas viviendo la vida a fascículos, mes a mes... Mientras hablamos de paz, las bombas siguen cayendo. Ante ésto, nos lanza el poeta directamente la pregunta: “para qué es esto de ser humano”. La muerte está sobrevalorada, afirma él. Es mucho peor ser muerto en vida, por lo que no queda otra que devorar la vida a cada instante. “Hemos venido a volar”, todas las personas somos responsables de todo lo que sucede en el mundo, y “loco hay que estarlo para creer que la realidad es así”. Quienes apuestan por salirse de los caminos prefijados, quienes buscan vías alternativas desde la soledad elegida y desde el amor, pretenden como fin último que la humanidad entera sea diferente, “durante el tiempo, mediante el mundo”.

Este árbol sin bosque puede parecer contradictorio. Es un árbol que elige no estar en el bosque, pero que lo añora, lo extraña, le gustaría volver a pertenecer a un bosque diferente, con otras reglas de juego, en otro clima, con otro paisaje. “No seré yo quien prenda este bosque”, afirma Francisco Fernández. El autor ama el bosque como metáfora de la humanidad, pero no este bosque concreto en el que “la poesía es infantil frente a dos puntos de la prima de riesgo”, sino un bosque que puede ser de otra manera, del modo en que nos lo imaginemos, lo soñemos, y sobre todo tal como seamos capaces de construirlo, reinventarlo. Recojamos el guante de esta invitación. Hagamos el camino de dentro hacia fuera, desde el individuo en soledad, busquemos la palabra y el sentimiento, transformemos por completo el bosque, en una continua búsqueda que nunca debe detenerse. Es muy significativo que el poemario deje el final abierto, en su último verso: “a estas alturas, sótano, busca que te busca”. La búsqueda como única salvación posible del ser humano.

martes, 2 de mayo de 2017

'Niebla', de Miguel de Unamuno (1914)





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Además de compartir, incentivar, facilitar, irradiar la lectura, leo en alto para aprender. Aprender. ¡Qué difícil desafío en el silencio intermitente de la habitación! Embadurnarse en los instintos, refugiarse las incertidumbres y aprender mientras tanto. Aprender, y poco más.

Este ha sido el más difícil, de largo. Miguel de Unamuno es de mis escritores españoles preferidos. Ya mayor, reconocido en la corriente del existencialismo literario casi sin querer, me reencuentro varios años más tarde con esta nivola. Porque no ha de llamarse de otro modo.

Esta nivola construida sobre diálogos casi ininterrumpidos. El amor... ¡Qué difícil aprender del amor no propio! ¡Qué disfrute hacerlo en cualquier caso! Cayó en mis manos de la biblioteca de la universidad, hace ya un lustro más o menos. Decidí volver a leer Niebla porque me fascinó la construcción de la metaficción, el majestuoso derribo de la “cuarta pared”, allá por 1904.

¿Por qué ha sido tan difícil? Para empezar, he tardado dos meses en leerlo, con largas interrupciones. El lenguaje no es tan difícil como en el Lazarillo pero tampoco es sencillo de leer en voz alta. Aunque se apoya en la oralidad, las numerosas notas al pie con cambios efectuados a partir de la primera versión de la novela dan buena muestra de lo meticuloso de cada vocablo. Y no era suficiente leerla, había que interpretarla. Una novela coral, con personajes masculinos y femeninos, situaciones que despiertan sentimientos y mucha expresividad y recursos, con exclamaciones, ironías, preguntas retóricas, pensamientos...

Cuando empecé pensé que duraría en total 4, 5 horas como mucho. Al final, 7 horas de placer y sufrimiento a partes iguales. Los primeros capítulos, como siempre me pasa, tardo en situarme y encontrar la voz interna del narrador, del autor principalmente. Encontrar la voz interna de cada personaje, de Augusto y Víctor, que para mí son lo mismo; de Eugenia, y Rosario, y Liduvina, Ermelinda y su marido, un anarquista exaltado... y Paparrigópulos, y el resto... Y situarlas frente a frente, diferenciarlas en el tiempo y en las intenciones.

Eso sí. Los últimos catorce capítulos, que leí en dos noches, han sido un placer absoluto. Absoluto. He disfrutado como un niño recordando por qué me gustó tanto y por qué creo que es un clásico de la Literatura (en mayúscula). Es una novela relativamente poco conocida, quizás porque de Unamuno es más conocida “La tía Tula”.

He leído algunos poemas de Unamuno y no es el gran poeta de su tiempo, y él lo admite, aunque eso no le impide seguir explorando versos. Es un filósofo. De los mejores que ha dado este idioma. Capaz de reconocerse entre sus personajes como ente de ficción y capaz de reconocerse como personaje efímero de este gran sueño que hacemos real entre todos día a día.

Aunque ha sido insufrible... con más de 8 horas de grabación, y más de una y dos y tres repeticiones para intentar rebajar el contraste entre los distintos lugares de grabación... A pesar de que no es perfecto, de que es mi audiolibro más imperfecto (lo admito desde el agotamiento); a pesar de todo he terminado y estoy orgulloso. Me siento un héroe.

Los anteriores audiolibros (excepto El pirata, de Byron) son muy conocidos y, si no existen ya, más tarde o más temprano aparecerán otras versiones, leídas por otras personas (muy probablemente mejores narradores) y con mejores medios y calidad de producción. Por ejemplo, La metamorfosis, 1984, o La tregua... están disponibles en otras versiones gratuitas, grabadas con mayor o menor suerte; e incluso hay versiones de pago con locutores e intérpretes profesionales. Pero Niebla, amigos míos... Niebla van a tardar en atreverse. No soy el primero que se atreve “por gusto” (al aprendizaje), pero me siento como un explorador que trae algo nuevo del otro lado de la calle. Un rincón maravilloso que está ahí, poco visible pero necesario a la postre, para los herederos del largo plazo.

Con más de dos meses de retraso, carta de aviso de la Biblioteca incluida, ya puedo devolver el dorado pez al río, y que otros lo lean, y revivan a Unamuno, ojalá; así como yo lo he resucitado.

domingo, 30 de abril de 2017

Gloria Fuertes


De Todo asusta (1954)

Hago versos señores, hago versos,
pero no me gusta que me llamen poetisa,
me gusta el vino como a los albañiles
y tengo una asistenta que habla sola.
Este mundo resulta divertido,
pasan cosas señores que no expongo,
se dan casos, aunque nunca se dan casas
a los pobres que no pueden dar traspaso.
Sigue habiendo solteras con su perro,
sigue habiendo casados con querida
a los déspotas duros nadie les dice nada,
y leemos que hay muertos y pasamos la hoja,
y nos pisan el cuello y nadie se levanta,
y nos odia la gente y decimos: ¡la vida!
Esto pasa señores y yo debo decirlo.







Gloria Fuertes: la poesía "que moja"

lunes, 3 de abril de 2017

Desafío musical: Rock (más o menos)


Paz es amiga desde hace tiempo. Trabaja en un bar y desde hace menos se dedica a uno de los peores trabajos de la noche: es dj.

Desde la pista de baile (la barra o el futbolín, en mi caso) las cosas muy distintas y es difícil percatarse de la exquisitez de los asistentes. "Ponme una de tal, que me gusta mucho". Mientras suena una balada, "¿puedes poner AC/DC?". Por no hablar de las contrarreloj camino del servicio o el trabajo previo en casa, escuchando, reescuchando y ordenando pistas para intentar agradar a críticos musicales de todos los gustos y estilos que simultáneamente se emborrachan. Bebemos, quiero decir.

Una de esas noches se me ocurrió un desafío: una lista mitad canciones en español, mitad en inglés. Algo de rock, heavy metal, punk-rock... ese rollo. Sólo pincha los viernes, de ahí la importancia y el valor del desafío. Ella aceptó aceptar mi propuesta, y aquí está.

Como no soy dj, me lavo las manos. He recopilado canciones de grupos que llevo escuchando toda la vida. En mi vida nocturna y no tan nocturna. Aún así, creo que ha quedado una lista interesante.

Estas son las "condiciones"; por supuesto autoimpuestas a posteriori:
  1. Alternar canciones en inglés y español
  2. Un género, puede ser rock o cualquier otro
  3. Una canción por grupo
  4. Intentar una transición "suave" entre canción y canción
  5. 50 canciones




Listado de canciones:
  1. Hit the road Jack - Ray Charles
  2. Decidí - Extremoduro
  3. Somebody told me - The Killers
  4. El perro verde - Marea
  5. House of the rising sun - The Animals
  6. La espina - Sugarless
  7. Bulls on Parade - Rage Against The Machine
  8. Inés - Boikot
  9. Reptilia - The Strokes
  10. Vértigo - Gritando en Silencio
  11. Sultans of Swing - Dire Straits
  12. El roce de tu cuerpo - Platero y Tú
  13. Last resort - Papa Roach 
  14. Himno al bar - Reincidentes
  15. The Kids Aren't Alright - The Offspring
  16. Sarri Sarri - Kortatu
  17. Danza dell'autunno rosa - Talco
  18. Kualkier día - Piperrak
  19. Ace of spades- Motorhead
  20. Piedra contra tijera - Soziedad Alkoholika
  21. Smells like teen spirit - Nirvana
  22. La tormenta - Desakato
  23. Immigrant song - Led Zeppelin
  24. Entre dos tierras - Héroes del silencio
  25. Zombie - The Cranberries
  26. En Guerra - Mafalda
  27. Meds - Placebo
  28. A la sombra de la sierra - La Raíz
  29. Bulldozer - Machine Head
  30. Húngara chúngara - Lendakaris Muertos
  31. Feel Good Inc. - Gorillaz
  32. Las puertas del cielo - Saratoga
  33. Devil came to me - Dover
  34. Palabras para Julia - Los Suaves
  35. Revolution is my name - Pantera
  36. Salvaje - Fuel Fandango
  37. Somebody to love - Jefferson Airplane
  38. El día de la bestia - Def con dos
  39. Should I stay or should I go - The Clash
  40. Manhattan - Enrique Morente y Lagartija Nick
  41. Highway to Hell - AC/DC
  42. Me hice canción - La Renga
  43. Toxicity - System Of A Down
  44. Resistiré - Barón Rojo
  45. Live It up - Airbourne
  46. Oveja negra - Barricada
  47. Roxanne - The Police
  48. Necesito respirar - Medina Azahara
  49. New divide - Linkin Park
  50. Derecho de admisión - Ska-P

Como veis, me salto mis propias reglas, por mucho que sean autoimpuestas o a posteriori...

Añadiré que apenas hay rock sudamericano, que apenas hay rock interpretado por mujeres, y que no hay solo rock. Incluyo dos canciones en italiano y en euskera. La mayoría de las canciones tienen más de una década, unas pocas son mucho más recientes; y algunos grupos han desaparecido o han cambiado por completo.

Al fin y al cabo, son canciones que he escuchado a lo largo de mi vida y que no estarían demás en una buena juerga. Por supuesto, podría haber muchas más. No me he atrevido a poner Mago de Oz (por el ritmo sólo se me ocurría la típica: "Fiesta pagana") y sin embargo he incluido "Manhattan", que mezcla el flamenco y el rock (el toque intelectualoide) porque (además) me encanta. No sé si lo he conseguido, pero he intentado alternar canciones más lentas y rápidas en varios idiomas,

Espero que os guste.

¿Añadirías alguna?


viernes, 31 de marzo de 2017

Sótano


Busca que te busca

Una cáscara llena de ojos,
cortinas de lavanda tibia,
sobriedad pecuniaria
a estas alturas de la vida.

Canciones desaparecidas
gargantas de ausencia.
Pañuelos y despedida,
afilada busca que te busca.

A estas alturas
afilada
busca que te busca.

Uñas de girasol disecadas,
capas óseas desdicha figura;
el pelo no deja de crecer.
Amapolas petrolíferas.

Números. Listas sin listado
tarde a hogar, silenciosa.
Catapulta histórica, aéreo
sótano a protesta sucia.

A estas alturas
sótano
busca que te busca.





sábado, 4 de marzo de 2017

Gata Cattana

Se me hace difícil escribir sobre una persona que he descubierto a posteriori. Sí, ya sé. Soy un oportunista y me aprovecho de blablabla. Sí, lo sé, qué hago hablando de una rapera si ni siquiera blablabla. Ya, parece que cuando se llega tarde sólo importa el "tarde".

Ana Isabel García (@AnaSforza) falleció hace dos días. Hace dos días que sé que existió y ya le debo bastante. No era muy conocida y entiendo la alabanza y la crítica ante el aumento de su popularidad bajo estas circunstancias tan repentinas. Los argumentos más factibles son que ha fallecido con 26 años, que el año pasado fue considerada una de las mejores artistas revelación, y que deja su primer disco inédito en el tintero.

No puedo hablar de ella más que a través de lo que ella misma ha dejado, así que aquí os dejo enlaces a las canciones/entrevistas/poemas que he ido encontrando en estos días. Para que, aunque sea "tarde", también lleguéis.

Recitales


"Te vas, y me aparecen Cospedales" (8/5/14, en Slam Poetry Granada, en el que se proclamó campeona)




"Y en el pasillo Verónica, Verónica..." (22/5/14, en la cueva de Sergio Escribano, para Poesía en su Tinta -a partir del minuto 4:30-)




"La satine" (5/6/14, 1ª Ronda del IV Campeonato de España de POETRY SLAM. Representando a Granada)




"Nosotras siempre hemos sido lo que nunca seremos..." (1/3/16, en Slam Poetry Granada)




Recital y entrevista sobre su poemario (18/5/16, en TeleK)




"Que sí, que todo eso es verdad" (25/12/16, en Show de Rimas)




"Madrid" (25/12/16, en TeleK)



Libro de poesía


Gata Cattana presenta su primer poemario “La escala de Mohs” en Madrid


La escala de Mohs

Todo el mundo se vende.
Al final.. todo el mundo.

Yo me vendí por tres milímetros
de iris azul tanzanita
en cada ojo
lo que hacen un total de seis
por dos de ancho
milímetros de iris azul radiactivo,
azul Heisenberg.

No sé si al diablo o a quién...
porque en Cupidos no creo,
pero cambié mis veredas livianas
y el jardín de trofeos
y mis cuevas de ego sin fondo
sin tregua ni amparo
y esta mala fe de augura
y el mañana, y el ahora...
por seis por dos milímetros de iris
de topacio azul,
de dureza ocho
en la escala de Mohs.

Y cambié mis sonrisas infalibles
hábilmente conseguidas
y las ganas de los otros
y el discurso de Gomorra
y de Artemisas en Arcadias...

En resumidas cuentas,
la heroicidad de la independencia,
la certeza de no ir viendo fantasmas
como Bécquer,
y he aquí la paradoja:
por seis por dos de pupila azul turmalina,
con algo de cobalto y de polonio,
y lo de polonio no lo digo por el color.

Al final todo el mundo...
Todo el mundo tiene un precio.

Y quién me iba a decir a mí
que después de tanto principio,
tanta ley y tanto código, tanto juez
y tanta ética, tanto farol bien tirao...
que el mío iba a ser tan minúsculo.

Yo siempre lo supe.

Desde que a Aquiles le dieron
a elegir entre la gloria o la paz,
yo ya lo sabía,
hubiera elegido lo segundo.
No soy de cantares de gesta.

Y siempre releía la historia
advirtiéndole desde mis adentros
a ver si no cometía el mismo error.
Pero nada.
Y claro,
directa al talón.

Yo hubiera elegido lo otro,
siempre se lo dije.
Hubiera muerto a los setenta
en una islita griega mirando el mar.

Al fin y al cabo la gloria no es tanto...
La gloria debe ser morirse
en una islita griega mirando el mar.

Al fin y al cabo...
¿Quién se acuerda hoy de Aquiles?
Si no es esta loca rumiante mascullando
te lo dijes.
Para eso has quedado.
Para lo que quedó Troya.

Para que venga ahora esta loca
rumiante mascullando te lo dijes
a altas horas.

Otras noches te comprendo.
Y te compadezco.
Y nos compadezco.
En cierto modo algo de razón tenías,
todo el mundo tiene un precio.

Y quién me iba a decir a mí,
quién nos iba a decir,
que el mío fuera un total
de seis por dos milímetros cuadrados
de iris tapiz de hilo persa,
azul egipcio,
Bombay Sapphire,
de dureza ocho
en la escala de Mohs.

Yo hubiera elegido lo otro,
siempre te lo dije.
Aunque en cierto modo puede
que tuvieras razón.
Quién sabe si tenías razón.




Poesías de Ana Sforza


Música


Perfil en BandCamp

Perfil en Soundcloud

Perfil en Youtube


Su primera colaboración musical (15/1/14)






IV Fiesta de Radio 3 Extra - Gata Cattana (20/2/17)




Entrevistas


Entrevista a Gata Cattana (24/4/14, en Radio Quinta Sinfonía)




Talentos Ocultos Programa 2 - Sara Brito & Gata Cattana (12/2/15, en Talentos ocultos)




ONLYREALHH 93 - Samsara (Con Gata Cattana) (16/2/16, en CVB Radio)





Demotest: Gata Cattana (8/4/16, en Mondosonoro)



Entrevista a Gata Cattana (23/11/16, en Furor TV)






La última gran esperanza de las mujeres en el rap: Gata Cattana (16/1/17, El País)



hablamos con GATA CATTANA ¿Rapera, trapera o poeta? 🔥 #WAG1MEETS (6/2/17, WAG1 MAGAZINE)




conoce a gata cattana, la poetisa que hace rap para la eternidad (13/2/17, I-D Vice)

Noticias sobre su fallecimiento


Gata Catanna “…vine de la tierra, y a la tierra voy, más que agradecida...” (Taste the floor, la compañía que la representaba)

Fallece Gata Cattana (Mondo Sonoro)

Fallece Gata Cattana, rapera de Adamuz de 26 años (Cordópolis)

La rapera Gata Cattana muere a los 26 años (ElDiario.es)

Muere la rapera y poetisa ‘Gata Cattana’ a los 26 años (La Vanguardia)

Muere la rapera y poetisa Gata Cattana (El Mundo)

Muere la rapera Gata Cattana a los 26 años (RTVE)

Muere la rapera Gata Cattana a los 26 años (El País)

La fuerza de los versos de Gata Cattana (El periódico)

Muere a los 26 años Gata Cattana, la gran esperanza blanca del rap español (El confidencial)

El sentido homenaje a Gata Cattana tras su muerte (ABC)

Gata Cattana, la rapera que rebatió a Freud (Público)

Muere a los 26 años la poetisa Gata Cattana, esperanza del rap femenino en España (La Sexta TV)

...

"Aproximadamente 97.400 resultados"


Intentaré recopilar su música y colaboraciones en una única lista de reproducción, aunque a mí personalmente me ha enamorado su faceta poética (y como compositora), y no tanto por ser cantante, aunque está dentro de mis exquisitos gustos con respecto al género. Estáis invitados a compartir lo que veáis por ahí en los comentarios.

Descanse en paz.

jueves, 16 de febrero de 2017

Jardines


Jardín y otros eufemismos caducos

Las manos son un jardín de espejos.
Ahora mis manos, todavía mías.
Ahora sus manos, ahora las suyas.
Ahora las manos, ahora juntas
y asimétricas y suaves y perfectas.

Los ojos son una fuente de silencio.
Ahora mis ojos, todavía míos.
Ahora sus ojos, ahora los suyos.
Ahora los ojos, ahora mirada
e invisible e indeleble y suspiro.

Los labios son una flor de nieve.
Ahora mis labios, todavía míos.
Ahora sus labios, ahora los suyos.
Ahora los labios, ahora palabra
o beso o caricia e incertidumbre.

Los días son un fuego de sangre.
Ahora mis días, todavía míos.
Ahora sus días, ahora los suyos.
Ahora los días, ahora compartidos
y amor a la vida, y amor al arte.




SpNt2005 – 16/02/2017



sábado, 11 de febrero de 2017

Alexandra Elbakyan


Tengo que reconocer que apenas uso internet para mirar el correo, entretenerme en Facebook y subir audiolibros a Youtube. Con lo que yo he sido... Casi ni entro a actaverbum... La tengo medio abandonada por razones obvias. Vivir offline ocupa un tiempo precioso, y online me he especializado en compartir. Ya casi ni genero letras. Empecé una novela, es cierto, sigo dándole vueltas al segundo capítulo. Cuando un atisbo de nerviosismo amenaza con enamorarme escribo alguna poesía, la dejo caer, y hasta el próximo otoño. Ya ni siquiera miro las estadísticas de mis webs y considero el SEO como algo casi espontáneo, inherente al estilo y forma de escribir. A veces a propósito, a veces a despropósito voluntario. Esos son los poderes que me poseen dentro de la pantalla. Terminé un curso sobre SEO, por cierto, y ahora sólo queda pagarlo con lo que saco del territorio deliberadamente injusto de lo offline.

Hoy, coincidiendo con el día de la mujer y la ciencia, me he aventurado a otras plataformas y me he divertido como hace años. Aquellos años de horas y horas buceando y navegando y naufragando y encontrando serendípicamente una maravillosa... Eso, vivir buena parte del tiempo online era una maravillosa forma de vivir, de descubrir la vida. Obviamente, no podía durar para siempre y tampoco quise mantenerlo mucho tiempo más. A este lado la gente muere y necesito estar con ellos antes que permanecer aquí después de mí. Ellos no me leen, y así no están conmigo, y yo quiero estar con ellos haciendo mil cosas. Necesitaba y necesito vivir offline cada vez más tiempo.

Declaro el argumento de esta excepción. Dediqué mil horas a actaverbum para aprender y al tiempo conocí la historia de Aaron Swartz. Mi idea era construir una plataforma para difundir el conocimiento generado por profesores universitarios en España. Ya... demasiado loco cuando se camina solo. ¿Y? Había que intentarlo, y ahí está el intento, sobrevive al menos, al paso de los años. Aaron, por su parte, se suicidó. Asaltó los servidores de su universidad y se propuso compartir la ciencia que por derecho nos pertenece a todos, el saber que por derecho nos hace libres, el saber secuestrado. El saber cuyos derechos de explotación habían caducado, por cierto, y era libre de pleno derecho.

Hoy, coincidiendo con el día de la mujer y la ciencia, he conocido a Alexandra Elbakyan. Sí, roba a las grandes editoriales y sí, pone el conocimiento en manos de la gente, gratis, porque el saber es un derecho y nos hace libres. Su página se llama SCI-HUB.CC. Puedes buscar un artículo por su URL o por su DOI. Es mi heroína.






Uno de los mayores problemas era que sí, estaba recopilando datos, referencias, pero había que pagar para leer... y al final mi trabajo era absurdo. No tenía acceso al documento... ¿De qué sirve decir que Juan ha descubierto el origen de la vida si sólo tienes acceso gratuito al resumen? Decidí entonces empezar por los repositorios científicos en abierto... y es un trabajo demasiado loco cuando se camina solo... Además, suelen estar obsoletos, mal gestionados, y poco actualizados. La ciencia en España es un sueño que malvive y gracias.

Pero sí, hay personas que piensan así. Que se atreven a pensar que el saber nos hace libres, y es un derecho. Tenemos derecho a saber. Tenemos derecho a saber. Tenemos derecho al saber.

lunes, 6 de febrero de 2017

'El pirata', de Lord Byron (1814)



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Recurro de nuevo a una obra que leí de niño. Demasiado niño tal vez. El corsario, escrito originalmente en verso tiene traducciones al castellano también en verso; sin embargo, en la edición de Poemas de Lord Byron de EDIMAT Libros (la edición que poseo), el título está traducido como "El pirata" y está adaptado en prosa. Espero que esto no sea motivo de críticas hacia la versión del audiolibro. En mi opinión, creo que es positivo porque la traducción es más libre y no es preciso recurrir a palabras menos comunes para mantener la rima o la métrica del poema.

Dicho esto, lo leí demasiado niño tal vez. Haciendo balance (y un poco de spoiler), no sé que me pasa con los finales tristes, de amores imposibles. Creo que de estos cuentos (y de Poe, tal vez) viene mi Romanticismo (en su sentido literario) abocado a un idealismo totalmente fuera de contexto. Al contexto actual me refiero.

El libro fue muy popular en su época y sitúa a la mujer amada (Medora) en un escalafón de princesa pasiva, incapaz de retener a su amor para pasar juntos una vida sosegada lejos de los riesgos del mar. El protagonista no piensa lo mismo y, aunque su amor por ella no conoce límites, es incapaz de desterrar su espíritu indómito y aventurero. Hasta aquí todo más o menos "romántico"; en la línea de la Literatura de su época. Aparece entonces Gulnara, una mujer que rompe con el canon establecido y que llega a manchar sus manos para salvar a su amor no correspondido. No he leído críticas, ni comentarios, ni análisis históricos... es decir, lo digo porque me parece novedoso para su época. La mujer cambiando la historia.

He escuchado y leído alguna que otra vez que el Romanticismo, donde tan profusamente se arrojaban incontrolablemente las pasiones al idilio platónico, como a un pozo sin fondo; podría estar relacionado con actitudes machistas, de posesión del hombre respecto a la mujer, de donjuán respecto a la princesa en apuros... De violencia de género. Desconozco si un hombre lee a Byron antes de pensar que posee a su esposa/novia/pareja/amante/compañera de una forma autoritaria... espero que no. Y que encuentren cuanto antes algún libro que pueda evitar semejante barbaridad más propia del medievo más salvaje. Es una opinión y un deseo.

Sin más que decir respecto al contenido, añadiré que ha sido fácil. La experiencia se va notando y quizá haya cogido un ritmo de lectura un poco más ligero. Hay algún fallo mínimo pero poco a poco estoy aprendiendo a subsanarlos de la mejor manera... He intentado seguir en mi línea de pronunciar correctamente y hay alguna parte en la que sí ha sido agradable dejarme llevar por la historia. En otras, quizás en los diálogos, me ha costado un poco diferenciar los personajes pero creo que se entiende por el contexto cuándo habla cada uno. Las interjecciones han sido todo un desafío.

Espero que os guste.

PD: Se admiten comentarios ;)

martes, 31 de enero de 2017

Ruiseñor


El muestrario

“Y yo la imagen
de mí feliz, que tú me has dado.”

José Ángel Valente


Quise que viera mi muestrario
de amores disecados. Se asustó.
Me preguntó por esos huecos.

“No te preocupes, son crisálidas”.
Me preguntó por los alfileres vacíos.
“No te preocupes, no volverán”.

La metamorfosis de la soledad
asusta. El cadáver sin membrete.
Los oasis, espejismos sin tregua.

“No te preocupes, es mi historia”.
Me preguntó por los alfileres vacíos.
“No te preocupes, son mariposas”.

Esa sensación. De diario deshojado.
La edad, no perdona su evolución.
El tiempo, el ritmo de otra canción.

Abrió sus alas con una sonrisa,
“No quiero ser mariposa”.
Ruiseñor, ruiseñor.


SpNt2005 – 8/1/17


Tersura


No puedo decir que la amé

"Lloraba con los ojos en alto,
sin pasarse las manos por la cara,
lloraba con orgullo."

La tregua, Mario Benedetti

No puedo decir que la amé.
Sería mentir.
La amé, eso es cierto,
pero no fui yo.
Fue un extraño ser,
una cándida y pueril imagen
de mi rostro imberbe,
de mis ojos dulces
y sonrisa complaciente.
Tal vez ese extraño la amase.
Ojalá que sí. Ojalá
la amen siempre como merece.
Por mi parte, solo
puedo decir que nunca la amé.
Que no sé su nombre nuevo
y dudo que su bondad se agote.
La mía, aquella imagen,
amó sin medida el tiempo suficiente,
amó fuera de los límites del límite.
La amó hábil y ardiente.
Pero yo no puedo amarla.
No puedo amar en presente
aquella figura libre, incandescente.
Nunca la amé, como amaré siempre
el recuerdo ajeno de
la tersura que no existe.


SpNt2005 – 12/1/17

jueves, 26 de enero de 2017

Aquélla


Como si el amor

Como si el amor,
como si la vida,
reducidos a este
casi todo, casi juntos,
casi siempre.

Ella, aquella lejana
forma de expresión,
balanza en equilibrio
de días fugaces,
de atmósferas infinitas.

Tú, esa lejana
danza de intenciones,
suspiro de noche,
arena de reloj inagotable,
atmósferas de deseo.

Yo, este lejano ser
que respira sin aire,
no puede ser amado
de tal modo, ni mirarse
en aquel infinito espejo,
ni entregarse.

Nadie, ni todas las nadies,
podrá amarme como ella
a través de ella.
Como aquélla, ya no dejo
que me amen.


SpNt2005 – 25/1/17




domingo, 22 de enero de 2017

Sueño amarillo


Anoche soñé en lo mucho que echaría de menos a mi abuela cuando no estuviese. Desperté. Hace ya tres años que se apagó.


'La tregua', de Mario Benedetti





El 4 de septiembre de 2015 subí un experimento. Las tardes que tenía libres, después de varias horas lavando coches por una miseria, en mi pequeño paraíso en alquiler, me atreví a leer en voz alta. Era un libro que no había leído nunca de un autor sobradamente admirado a lo largo de varias etapas de mi vida.

El atrevimiento y la constancia tuvieron sus resultados y ese día subí el experimento. La deficiente calidad de sonido me hicieron plantearme repetir semejante desafío. El amor al arte es perentorio y equivocarse es aprender a esconder la ausencia de medios.

Después de un año, los comentarios me motivaron a seguir con esto de leer en voz alta. Ahora, ya sí, con unos cuantos audiolibros en la mochila, me complazo en invitarles a 'La tregua', lo mejor que sé, lo mejor que se ha podido. Es casi perfecto. El más cercano a ese imposible, que no es poco.

Sobre esta versión, decir que nada que ver con la primera. Quizás el acento es menos natural. Releer es revivir, reandar el camino. Ha sido mucho más fácil, más interesante olvidarse del trazado y mirar el paisaje por la ventanilla. Un placer.

A modo de apunte humorístico. Porque esto es en realidad una diversión. Os dejo con algunas tomas falsas.




Disculpen las molestias.

Enrique Badosa


De Historias en Venecia (1978)

Preso político

Era muy hábilmente interrogado
varias veces al día, la verdad:
porque amaba las fuentes de agua fresca
que viven en el bosque matinal,
y el vuelo de los pájaros del alba
que incandescentes van de libertad.

A todos los nocturnos y resecos,
este amor los llevaba a sospechar.
Un día, antes de tiempo y sin la venia,
se les murió de muerte natural;
sólo porque morir está de moda,
y el que interroga sabe interrogar.




Extraído de Poesía castellana de cárcel (José María Balcells)


Más poesías de Enrique Badosa (y aún más)

lunes, 16 de enero de 2017

Battery


Low battery

Recarga de iones requerida.
Resollo de labios cupríferos.
Yonkis de la alterna.
Cobertura oxigenada.
RAM a la deriva
por las apps requeridas.
Se apaga. Aviso.
Se apaga la luz y a oscuras
ascuas neolíticas se autoproclaman.
Estás jodido nene:
alguien te llama.
¿Respondes? Sea quien sea
va a pensar lo inevitable.
Quieras o no quieras
vas a colgar. A lo indecente.
Sabes que es importante,
si no, tu número no existe.
¿Respondes? Segundo aviso.
Esta mañana estabas a tope.
Esperaba la llamada.
Pensé que los juegos
y el brillo no tenían tanta importancia.
Segundo tono. Tercer aviso.
Tendría tiempo si no avisara
(el ahínco cobra su víctima).
¿Cuándo pienso responder?
Ya es tarde. Telequinesis:
- Te am...
Haga lo que haga.



SpNt2005 - 13/1/17