jueves, 4 de marzo de 2010

Inédito

Elegir a los hijos que serán herederos del primer volumen de mi memoria es harto agotador; apenas he seleccionado unas 50 poesías de todos mis tiempos, respetando al resto, pues es más que cierto que forman parte de ellas, aunque sólo sea por haber despejado o aclarado mi mente anterior y posteriormente a las cobardes palabras que he tenido que arrastrar hasta el presente; y estoy agotado.

En uno de esos instantes en los que no sé muy bien sobre qué estoy pensando concretamente ha vuelto a mi cabeza una frase de un director de cine español (no recuerdo quién, típico de mí); decía algo así como, "con la llegada del cine sonoro se inventó el silencio". Curioso si nos fijamos en que antes del sonoro el silencio se adueñaba de cada uno de los movimientos de los personajes... Pues, de la misma forma, cuando publique mi primer libro, aunque no esté en librerías, aunque no lo conozca casi nadie, aunque quizás nadie lo compre y, lo que es peor, pocos tendrán la oportunidad de decidir si lo leen o no... habré inventado un nuevo concepto dentro de mi propia poesía... el "inédito". Un absurdo a estas alturas... nunca he escrito pensando en publicar, y hace mucho que comparto mi presunta ortografía.

En cualquier caso y aunque mi cuerpo haya dejado de expandirse (al menos en el eje vertical), creo que estoy creciendo. Quizás me esté acercando a mí mismo o a lo que quiero ser... no sé, el tiempo dirá cuánto ha de durar este sueño o cuánto me queda por soñar.

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