La emigración es
una patada de hambre
dada por el desierto.
Hay que ser valiente
para dejar atrás y sobrevivir
en el desesperado intento.
Hay que ser inteligente
para aprender y reaprender
culturas lacradas en fuego.
La inmigración es el paso
hacia un nuevo hogar sin casa
con voluntad de retroceso.
Hay que ser cobarde
para no salir al encuentro
del pobre desacierto.
Hay que ser estúpido
para no comprender las causas
del obligado destierro.
SpNt2005 – 29/8/2012
Tarde o temprano, los africanos (y el resto) tenían que darse cuenta de cómo ha funcionado el mundo los últimos 1.500 años...
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