La semana pasada estuve en Paterna del Río, el que puede considerarse mi pueblo. De pequeño pasaba el verano allí con mi familia. Una vez crecido, cuesta más ir por aquello de la (no) afluencia de amigos de mi edad.
Pero la semana pasada vinieron Nacho y mi hermana para levantarme a las 6 y media de la mañana para andar.
Hicimos el primer tramo del sendero Gr-140.
Comienza en el Puerto de la Ragua. Después de media hora de calentamiento (ida y vuelta e ida) partimos dirección a la posada de los Arrieros. El sendero comienza paralelo a la carretera (quedando a la derecha) en dirección a Bayárcal, siguiendo el curso de un pequeño arroyo que hay que cruzar varias veces, con un poco de barro.
El misterio consiste en seguir una vereda confiando en encontrar las señales blancas y rojas que marcan que se va por el buen camino.
Debido a las lluvias del año pasado y esta primavera (según nos contó una mujer autóctona) ha habido algunos desprendimientos, por lo que no pudimos alcanzar la posada desde su parte trasera. Después de varias horas atravesando bosques de pinos subimos a la carretera y continuamos a pie veinte minutos hasta la posada.
La continuación del camino se encuentra en un lateral de la carretera que asciende poco antes de llegar a la posada (en dirección a Bayárcal, junto al establo). Seguimos de nuevo el curso del arroyo y nos encontramos un pequeño hueco perfecto para el baño (aunque el agua está fresquita) y lo seguimos por el lado derecho.
Llegamos a otra parte del río después de ver un grupo de 8-10 cabras montesas ascendiendo por los riscos con una seguridad pasmosa y continuamos nuestro camino. Una vez más, perdimos el hilo y, rodeados de matorrales y zarzas, nos vimos obligados a ascender hasta la carretera. Allí andamos un rato hasta que divisamos desde lejos una señal, donde el sendero Gr-140 coincide con el sendero Sulayr. Descendemos y volvemos a nuestro ambiente.
A partir de ahí, dos horas de un camino cómodo entre encinas principalmente. No hay subidas incómodas pero poco a poco vamos ganando altura hasta llegar a una zona de piedras peladas, lisas y con esquinas prácticamente en ángulo recto que relucen con el reflejo del sol.
Para llegar a Bayárcal, hay que subir un camino de tierra y continuar por la carretera. Hay un pequeño tramo por campo a través que evita una curva y llegamos a Bayárcal, que queda detrás de una curva de izquierdas.
Desde Bayárcal a Paterna del Río, el sendero es ¡atención! Carretera. Dos postes en la parte izquierda de 8 kilómetros, en los que se pueden ver carteles de "Parque Natural" delante de huertos, paradojas de un senderista moderno...
Un paseo la mar de recomendable. Lo malo del olor a tanto aire fresco, las agujetas indicadoras del merecido descanso.
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