miércoles, 21 de julio de 2010

El futuro de las noticias (IV)



En el tercer capítulo de El futuro de las noticias hablamos sobre las diferentes estrategias de negocio en los casos de blogs y las plataformas digitales de los medios de comunicación tradicionales. En el primer caso, vimos que los ingresos necesarios para la su pervivencia de un blog provienen, en su mayoría, de la publicidad; mientras que los medios tradicionales (nos centramos en los casos concretos de The Times y The New York Times) están optando por el cobro por el acceso al contenido en sus webs. A lo largo de este capítulo estudiaremos otras situaciones que podrían darse para la supervivencia de los medios tradicionales y las herramientas que pone internet a disposición de los freelances, periodistas autónomos, más allá de los blogs.

Estrategias de negocio en la prensa digital (II)

En el capítulo anterior vimos los riesgos que suponía crear un medio digital vallado dentro de la web, las dificultades de exclusividad y la condena a la invisibilidad, eliminando los enlaces entrantes. Pero más allá de que este modelo finalmente le reporte a los grandes medios los beneficios esperados, hay otras propuestas que vienen de más arriba con el fin de impedir la caída de estos grandes monstruos de la información.





Las medidas principales que se obtienen de este interesante debate en el canal PBS (Public Broadcasting System) de la televisión estadounidense son las siguientes:

1. "Permitir a los periódicos operar como organizaciones sin ánimo de lucro, similares a la radiodifusión pública estadounidense." Además, los medios que aceptaran ser financiados por el estado no podrían apoyar a candidatos políticos (difícil si incluimos la posición ideológica como característica propia y diferenciadora entre los medios). Esta opción también fue propuesta por la Asamblea de la Federación Europea de Periodistas, aunque en este caso, para la financiación estatal se proponen los requisitos de preservar la independencia editorial y promover un periodismo ético.

Esta propuesta demuestra la necesidad de los medios de aferrarse al amparo estatal para mantener su posición de privilegio. Los gobiernos ya disponen de sus propios medios de información, que generan contenido gratuito, como pueden ser Radio Televisión Española o la misma PBC. Por otra parte, sería imposible financiar la totalidad de la oferta inform
ativa, y la oferta financiada no aseguraría en ningún caso la rentabilidad de la inversión; yo, personalmente, no invertiría en una empresa que ha demostrado ser incapaz de adaptarse al nuevo contexto socioeconómico que supone una sociedad digital... no olvidemos que las empresas nacen con buenas ideas y mueren cuando se apaga la bombilla, con modelos de negocio obsoletos.
2. "La publicidad y los ingresos por suscripción estén exentos de impuestos."

Esta quizás sea la opción propuesta que se ajuste más a las necesidades de los medios. Por una parte, la publicidad beneficiaría a todos los medios en general, a las empresas publicitarias y, por tanto, a los anunciantes, las empresas. Sin embargo, no podemos olvidar que la publicidad está sujeta actualmente al 18% de IVA, una cantidad para nada menospreciable, en continuo aumento gracias a internet, y que iría en detrimento de toda la sociedad. Personalmente, me parece más importante quitarle el impuesto a los alimentos básicos...

En el caso de los ingresos de suscripción, sería una forma de disminuir su coste, pero mi opinión es que el principal inconveniente en el éxito de este sistema no es el coste del producto, a no ser que sea exageradamente elevado, sino el aumento de pasos en el acceso a la información. La mejor medida en este sentido, creo que sería facilitar dar este paso de la forma más rápida posible y que sea necesario realizarlo el menor número de veces posible; en la línea del modelo de 2 euros por acceso semanal de The Times. Esta simplicidad podría venir de la forma de pago:

Actualmente la más conocida es Paypal, disponible en la mayoría de tiendas online. El sistema que utiliza es el siguiente: creamos una cuenta similar a la que podemos tener en cualquier banco, nos pregunta desde qué otra cuenta queremos ingresar el dinero para comprar en internet. Para confirmar que la transferencia se da entre dos cuentas del mismo propietario, nos ingresa una pequeña cifra de tres dígitos (0,345 por ejemplo) y utiliza esos tres dígitos como controlador antes de realizar el ingreso. "Por cada transacción, Paypal cobra una comisión de entre el 3% y el 4% al receptor del dinero, y 1 Euro si se quiere transferir dinero a una cuenta física real (salvo si se transfieren 100 Euros, que no tienen comisión)" (Wikipedia). De esta forma, podemos controlar en todo momento cuánto dinero dedicamos a la compra por internet.

Los micropagos, sistemas de pago a través de un simple mensaje de móvil (SMS), convierten el proceso en un paso cotidiano para el nuevo consumidor poco experimentado. Además, son los más rápidos y eficientes para pequeños pagos, como pueden ser por el acceso a la información.

Otra opción relacionada directamente con la suscripción es encaminar las actuaciones económicas hacia la sustitución de la economía de contenidos por economía de atención (que diferenciamos en el segundo capítulo); para ello ya han surgido algunos sistemas que, en lugar de reportar un beneficio económico directo a las empresas, favorecen la difusión del contenido. Como por ejemplo, el Pay per Tweet, que consiste en el acceso al contenido una vez compartido en la red social Twitter. Esto implica una recomendación antes de poder siquiera valorar la calidad del contenido (un riesgo para la red social), pero si finalmente resulta enriquecedor, nos asegura una rápida difusión viral de mano de los amigos de los potenciales visitantes, que si todo va según lo previsto, consumirán publicidad.

Ahora toca pasar a los solitarios: los periodistas freelances.

Un freelance es una "persona cuya actividad consiste en realizar trabajos propios de su ocupación, oficio o profesión, de forma autónoma, para terceros que requieren sus servicios para tareas determinadas, que generalmente le abonan su retribución no en función del tiempo empleado sino del resultado obtenido, sin que las dos partes contraigan obligación de continuar la relación laboral más allá del encargo realizado." Los periodistas suelen dedicarse a reportajes de investigación y ser delgados.

Entre las herramientas que pone internet a su disposición se encuentran varios modelos.

En la actualidad, las agencias de noticias, las principales suministradoras de información de los grandes medios, tienen periodistas asalariados, en teoría los mejores. Entre los logros que ha supuesto internet se encuentra la aparición del "prosumidor", el consumidor que produce contenidos. Las agencias de noticias antes eran la principal fuente de los medios con plantillas reducidas, ahora cada individuo es una fuente, que genera un contenido que puede ser digno de espacio en los medios.

En este sentido, recientemente se ha creado Redacciona, una empresa que utiliza el modelo que creo que se impondrá en el futuro, al menos para la prensa escrita. Es una agencia de noticias que permite aportar contenido a cualquiera y vende ese contenido a cualquiera; reportando un beneficio a los productores y una amplia gama de productos a los compradores, simplemente. No sé si disponen de un filtro en la información que la clasifique por temas, tamaño, fecha, localización,... pero todo apunta a que es el siguiente paso hacia lo que ya se está haciendo en EE.UU., con ejemplos como Every Block, un portal de noticias (por ahora sólo de Chicago) que atribuye a cada noticia un punto en el mapa (geolocalización), de forma que el usuario puede elegir las noticias en relación a un barrio o una calle concretos.

La otra herramienta es Spot. us; invento que debemos a David Cohn (los Angeles, California, EEUU, 1982), periodista y colaborador de The New York Times y las revistas Wired y Columbia Journalism Review, entre otras. Esta web nos ofrece la posibilidad de llevar al periodismo hacia lo conocido como crowdfounding, más difundido en torno a la producción cinematográfica en nuestro país gracias en gran medida al proyecto de El Cosmonauta.

Este sistema de “periodismo financiado por la comunidad” o “periodismo de código abierto”, como ya ha sido clasificado, permite a cualquier persona (sea o no periodista) proponer una investigación sobre cualquier tema en el que está interesado junto a la cifra que considere necesaria para llevarlo a cabo. Los ciudadanos que estén interesados, aportarán pequeñas donaciones y cuando se haya alcanzado esa cifra,la historia será investigada, escrita y publicada y, si es posible, vendida a los medios tradicionales para recuperar la inversión. Suena bien, aunque todavía sólo está disponible en inglés.

Por el momento, el propio David Cohn declaró en una entrevista que aún no se puede vivir exclusivamente de este sistema: "contribuimos a ello, pero no creo que los periodistas puedan vivir exclusivamente de Spot.us, que sea su única fuente de ingresos, aunque sí una de ellas."


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Contenido extra: Crowdfounding

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