lunes, 14 de agosto de 2023

Carroça

"Nós, os !Kung, e os brancos descendemos da mesma mãe. Viemos todos do Leste, viajando num grande carro. Um dia, algumas pessoas que acompanhavam a carroça demoraram-se muito a cortar em pedaços a carne dos animais abatidos durante a jornada. Foram surpreendidos pela noite. Na manhã seguinte, puseram-se a seguir o rasto do carro e alcançaram-no. Os que tinham continuado sempre nele não quiseram reconhecer os seus companheiros de caminho e expulsaram-nos. Assim, ficámos para sempre na floresta.

Conto !Kung"

*!: Señal gráfica para el clic gutural.

(Introducción del cuento "!Kung (Ova - Cuancalas)", 
de "Mulemba. Contos de África", de António Trabulo)

viernes, 27 de mayo de 2022

Jota

Se trata de la transcripción literal de un texto de Juan Ramón Jiménez. El Premio Nobel cambiaba la g por la j y defendía su peculiar forma de escribir de esta manera (de nuevo es una transcripción literal de un texto del poeta):

«Se me pide que esplique por qué escribo yo con jota las palabras en “ge”, “gi”; por qué suprimo las “b”, las “p”, etc., en palabras como “oscuro”, “setiembre”, etc., por qué uso “s” en vez de “x” en palabras como “excelentísimo”, etc. Primero, por amor a la sencillez, a la simplificación en este caso, por odio a lo inútil. Luego, porque creo que se debe escribir como se habla, y no hablar, en ningún caso, como se escribe. Después, por antipatía a lo pedante».

 Juan Ramón Jiménez

domingo, 22 de agosto de 2021

Boceto


Fragmentos inconclusos
 

En mí llevo mi casa

Soy mala persona porque después de todo desaparezco

Eucaliptus plumas cementerio de escorpiones

Tenías un beso justo ahí 

La creativa solo sabe perder el tiempo en asuntos que no le importan a nadie o porque nadie las comprende

No me sigas, a mí, porque con la pesada carga del sol a la espalda, a quien sólo puede andar tras su sombra

...


Ella me quiere.

Es un hecho.

Yo la quiero.

Es un hecho.

Si no, esto que hacemos
No sería el amor.

Ni tan placentero
Ni tan divertido

Ni tan nuestro.

A los hechos me remito.

...

Cicatriz como cortafuegos 
Para el próximo incendio. 
Escribo incendio como puedo decir amor o fuego. 
Para evitar que me consuma por completo. 
Para poder si acaso intentar si acaso al punto de partida. 
Escribo partida como puedo escribir soledad, regreso.

La dirección imposible del camino. 

lunes, 5 de abril de 2021

Decir amor

 Lo difícil es decir amor



Seducir mintiendo
es tan fácil
que no tiene amor.

Rozar el codo al sexto parpadeo,
decir me gusta al quinto suspiro,
te quiero al cuarto beso,
te amo al tercer orgasmo.

Pactar con el diablo
la lona al segundo asalto,
la muerte por el uno.

Lo difícil es decir amor:

decir soy yo
y acto seguido lo siento.

Tal cual.

Decir perdón, te echaba menos
a la primera lágrima, y volver;
decir tan sonrisa y tus ojos de espejo,
decir mi abrazo eres tú.

Decir de aquí vengo, allá voy,
sin cruzar los brazos. Decir te escucho
y acariciar de barro. Saber 
que allí va, de allá viene, 
bailar en lo oscuro. Decir
estamos juntos en esto.

Decir amor, de esto soy yo,
y decir ¿lo sientes?
Decir amor como camino
y de ti estoy vivo de vuelo.

Decir 
a ti se parece la hermosura
como tú huelen los lirios
la raíz de ti emana el árbol
así tus ojos iluminan los faros
a tu aliento suspira el mar
latir que separa los segundos
en tu piel anidan las estrellas

Eso no es nada.

Decir adiós
cuando te amo no sale,
y te amo se derrama, o
se hace te amo pétreo,
te amo y hueco, inconsistente.

Decir adiós,
porque somos libres
y te quiero.

Entonces, sí,
lo más difícil,
prueba irrefutable:

decir, callar,
amor, no te amo
y que sea cierto.




sábado, 6 de marzo de 2021

Lenguaje público


Hay una especie de caída trágica de las obsesiones de Wittgenstein desde el Tractatus Logico-Philosophicus de 1922 hasta las Investigaciones filosóficas de sus últimos años. Me refiero a una verdadera caída trágica al estilo del Libro del Génesis. La pérdida total de mundo exterior. El cuadro teórico del significado del Tractatus presume que la única relación posible entre el lenguaje y el mundo es denotativa, referencial. Para que el lenguaje sea significativo y tenga alguna conexión con la realidad, palabras como árbol y casa han de ser como pequeñas imágenes, representaciones de árboles y casas reales. Mímesis. Pero nada más. Lo que implica que sólo podemos conocer y hablar de imágenes miméticas. Lo cual nos separa, metafísica y eternamente, del mundo exterior. Si se acepta ese esquema metafísico, sólo quedan dos opciones. Una es que el individuo, con su lenguaje, está atrapado en su interior, y el mundo está afuera, y ambos nunca se encontrarán. Lo cual, aun si se piensa que las imágenes del lenguaje son de verdad miméticas, es una propuesta horriblemente solitaria. Y no hay ninguna garantía de que las imágenes sean en realidad miméticas, lo que implica una búsqueda del solipsismo. Una de las cosas por las que Wittgenstein me parece en realidad un artista es que advirtió que ninguna conclusión podía ser más terrible que el solipsismo. Y por ello destrozó todo aquello que había alabado en el Tractatus y escribió las Investigaciones, que constituyen la argumentación contra el solipsismo más exhaustiva y bella que jamás había sido escrita. Wittgenstein sostiene que para que el lenguaje sea siquiera posible, éste debe ser siempre un mecanismo de relación entre las personas (de ahí que dedique tanto tiempo argumentando contra la posibilidad de un "lenguaje privado"). Así que hace depender al lenguaje de la comunidad humana, pero por desgracia todavía mantenemos la idea de que hay un mundo de referentes ahí fuera a los que nunca podremos unirnos o conocer puesto que estamos atascados aquí, en el lenguaje, aun cuando por lo menos estemos todos juntos. Ah, sí, la otra opción original. La otra opción consiste en expandir la materia lingüística. Expandir el yo.



De Conversaciones con David Foster Wallace
Una entrevista ampliada con David Foster Wallace, por Larry McCaffery