Luz de lámpara viajando detrás de las cortinas
para madrugar
o desayunar alpiste
y café con jardín.
Es pronto
para la actividad
rebotando en un vacío
como mejillas de pez y escamas
como piel de agua fría.
Ha llegado el momento de soplar
hacia el cielo un bostezo
dormido
como una estrella nacida
de motas de silencio en las arterias.
Filtrar el mundo con las pestañas
de un gato en mitad de la noche
haciendo
de las pupilas afiladas
un agujero de pecera.
Ha llegado el momento,
el agua conecta a un tiempo
las dos destrezas.
Durará lo suficiente
mientras
el aleteo sincrónico dure
bajo las olas.
Siguen las plumas
en el fondo de la jaula
y el gato
con cosquillas en el estómago.
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