Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.
Extraído de Carta del jefe Seattle, de la tribu Suwamish, al presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, a propósito de la compra de los territorios indios.
(1985)
A propósito de la extinción.
A veces me avergüenzo de pertenecer a la cultura europea, que tanto daño ha hecho a lo largo y ancho del mundo...
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