Después de 87 días, a 35 mil y 60 mil barriles de petróleo diarios (si se apilan
25.000 en grupos de 6 x 6 forman una torre de 4,5 kilómetros de altura),
la herida se ha cerrado. Queda la
sangre, el dolor de la
memoria en la necedad que no se rinde. Y no es un
chiste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario