Lo difícil de lo imposible
Creía que para enamorar
bastaba con enamorarse.
Que los vecinos de abajo
no eran de los que duermen
con la escoba bajo la cama.
Que la contrarreloj tiene
24 suspiros de 60 imágenes
para reprocharse de menos.
Un minuto por año de razones
para el reencuentro.
Te quiero más.
Aunque no te lo diga.
Aunque no te diga
mi nombre en corazón
delante de mis padres
mis deseos deambulan
al futuro entre tus pies
buscando charcos aptos
para locos y otros superhéroes.
Creía que aprovechar el tiempo
era jugar a enredarme
en tu mañana y despertar
del silencio que hacen los trenes
en las riberas sin estación.
Creía que no bastaba el sol
para enamorarme.
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