sábado, 4 de agosto de 2012

Rafael Correa y la crisis de la prensa

En España, era una cuestión de tiempo que TVE cambiara. Desde la democracia se podía decir que ha cambiado con cada gobierno, y anteriormente fue una cadena al servicio de una dictadura. Parece, y no creo que sea sólo una opinión personal, que por fin se había encontrado un buen modelo de informativos en la televisión pública. Con Fran Llorente a la dirección de los servicios informativos y Ana Pastor como directora y presentadora de uno de los mejores programas de entrevistas que he visto en mi vida, y no creo que sea sólo una opinión personal.

Bien, cambio en el gobierno, ambos fuera.

Rescato una entrevista de Ana Pastor a Rafael Correa, del 19 de marzo de 2012, aprovechando una visita del presidente de Ecuador a España. Uno de los muchos temas tratados es sobre la prensa. El poder de la prensa.

A diferencia de Europa, donde la prensa se mostró como una herramienta de los defensores de la verdad, a través de la investigación y el contraste de los datos presentados, en América Latina la cosa fue diferente. Un país poderoso, como era y es Estados Unidos, gobernó el sector empresarial (también informativo) de numerosos países latinoamericanos, entre ellos Ecuador. Buena cuenta del tratamiento informativo de los temas de América del Sur en Estados Unidos y la posición dominante de éste último se describen en el libro de Noam Chomsky, Los guardianes de la libertad.

La prensa internacional se escandaliz cuando el presidente opresentó una querella contra un medio de comunicación en lo que se presentó, a través de los medios, como un ataque a los derechos de los medios de comunicación y, por extensión, al periodismo. Saquen sus propias conclusiones.


Rafael Correa es consciente de para quién está hablando. Y no se calla. Ana Pastor ("Anita") intenta mantener una posición neutral, defendiendo la profesionalidad (merecida en este caso) de los periodistas.

Pero con otro periodista, el presidente cambia. Buen ejemplo es esta otra entrevista, también a Rafael Correa, esta vez por parte de Julian Assange (sí ese canoso enterrado bajo cientos de documentos con secretos gubernamentales de todo tipo), para mí, uno de los mejores ejemplos de periodista de filtración.

No es perfecto, pero es de lo mejorcito, y cuando se discute sobre la prensa, creo que se debería considerar su situación personal (juicios, extradiciones... sin cargos contra él) como una crítica a la honestidad del sistema mediático en sí mismo, formado por grandes grupos, también en España; en este caso, Pascual Serrano ha hecho un gran trabajo de investigación en su libro Traficantes de Información: la historia oculta de los medios de comunicación españoles.


Rafael Correa sabe con quién está hablando; y Julian Assange, también. Estados Unidos no es una hermanita de la caridad y era lo opuesto en los tiempos de la denominada "Operación Cóndor", ni mucho menos se ha comportado éticamente fuera de sus fronteras mejor que en su propio territorio.

Pese a ello, se plantean soluciones; Occupy Wall Street, hermano siamés del 15M y de las revoluciones árabes. Estos hechos dan muestra de la posición ciudadana contraria a una lucha gubernamental por extender la "libertad" en el mundo a través de los intereses de la deuda externa de otros países, con soldados de barrios pobres luchando para mantener la paz en el exterior mientras en el propio país sus familias están perdiendo sus casas.

Algo tiene que cambiar, y no es justo hablar de crisis del periodismo sin reconocer la influencia que tiene sobre qué publicas en función de quién te paga. Ese es el problema, no se puede generar confianza vendiendo lo que otros quieren que vendas. Menos en información.

... Cuídese, no deje que lo asesinen.

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