(Vía Google a través de Divoblogger)
Para aquellos que no sepan lo que significa, no se trata tanto de un proceso a la hora de recuperar la información, sino de registrarla y relacionarla entre sí. Es decir, no cambia la forma de uso del buscador, sólo la forma en que éste organiza su base de datos. Recordamos que Google no busca directamente en internet, sino en la base de datos que ha creado a partir de los robots que rastrean internet.
La idea es que un robot pueda hacer una lectura "inteligente" de un texto. Para saber de qué trata un texto, actualmente se establecen una serie de palabras clave, relacionadas con el contenido del texto. Sin embargo, habiendo SEO de sombrero negro y spam, no siempre es un método eficaz.
Lo que se pretende es que el robot, un programa informático, sea capaz de comprender el contenido del texto. Esto es imposible, así que hay otras vías. En este sentido, el avance de Google consiste en elaborar una ficha con datos concretos sobre términos de búsqueda relacionados con autores, obras, lugares,...
Esta ficha se crea a partir de un hilo, que relaciona una web con otras. Un paso más allá es, "también visitaron". Este modelo es una copia de la kill-app de la librería online Amazon, donde tanto éxito tienen las recomendaciones en base a los usuarios que compran libros de una temática concreta, lo que permite recomendar libros relacionados que otros usuarios con gustos similares han comprado.
No creo que todavía se pueda denominar búsqueda semántica, lo que sí es seguro es que da un paso que lo sitúa delante de sus competidores directos y aspira a adelantarse a la mismísima Wikipedia en la búsqueda de datos biográficos, por ejemplo.
Como ventaja, que los usuarios sean quienes relacionen las webs entre sí a través de su navegación es positivo, pero tiene algunos riesgos, como la protección de datos o la eterna pregunta de si la mayoría tiene siempre la razón. Lo de siempre. ¿Y las redes sociales?
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