La interfaz gráfica parece que siempre ha estado ahí. Allá donde una vez hubo líneas de código verdes sobre un fondo negro, hoy hay cuadros que fluyen de un lado a otro de la pantalla. El puntero manda, se mueve en la dirección correcta aunque no lo toque.
Esa es el gran avance. La informática no es una operación de cirugía, es un juego de manos. Ahora pasan cosas que no se ven, y cada vez más rápido. El Gb de RAM de mi ordenador nuevo se ríe de los 8 MB que me impidieron en su vida jugar al Age of Empires; pero posibilitaron una infinitud condicionada. ¿Condicionante? Quién sabe, pero tengo la sensación de que pasan cada vez más cosas en el mismo tiempo. De que las cosas pesan cada vez más, que hay que actualizarse cada vez antes.
¿Que quién lo inventó? Casi se me olvida, Douglas Engelbart, en 1970.
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