Una madre asoma por la puerta,
él escribe.
Habla
y sigue escribiendo,
y no detiene el zumbido de los ojos,
la escucha
mientras escribe.
Una madre y un hijo aprendieron
con la misma máquina de escribir,
ella a hablar y él a escuchar.
Yo, a respirar.
Soy tornado
de fantasías y locuras,
soy niño,
me duele un ancla
tanto como a ti...
pero escribe,
y mamá no asoma
por la puerta.
Para
Soy tornado
de fantasías y locuras,
soy niño,
me duele un ancla
tanto como a ti...
pero escribe,
y mamá no asoma
por la puerta.
Para
en cuanto las teclas
le queman la identidad,
se aleja
la luz.
SpNt2005 - 10/1/11
SpNt2005 - 10/1/11
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