miércoles, 5 de enero de 2011

Metáfora

Recordemos que la esencia de la metáfora consiste en comprender conceptos abstractos o nuevas experiencias en términos de objetos o experiencias ya conocidos y estructurados; es decir, se trata de concebir, analizar y explicar una realidad desconocida (dominio de destino) tomando como referencia (dominio de origen) la similitud que puede establecerse con otros hechos, objetos o circunstancias semejantes. Por ejemplo, la forma de las patas de una araña nos permite denominar un tipo de lámpara como "lámpara de araña" por la analogía que se establece entre ambos y los pilotos de la aviación reciben su nombre a partir de la similitud con los pilotos de barco.

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Está claro que para aludir a una nueva realidad (e Internet lo es) se acude normalmente a metáforas, pues su capacidad explicativa, basada en semajanzas cercanas y conocidas por los interlocutores, facilita la compresión de cualquier fenómeno. Es justamente en esta determinación donde alcanzan sentido las metáforas, pues la formulación lingüística del conocimiento pasa a formar parte del imaginario social. Es, entonces, cuando las metáforas que nacieron con una finalidad explicativa alcanzan une status diferente, pues, una vez aceptadas por la comunidad, se convierten en metáforas constitutivas. Este giro epistemológico implica ahora que las metáforas (ya consolidadas) no sólo organizan nuestro conocimiento, sino que determinan de forma tajante nuestra forma de pensar los fenómenos.


Carmen Galán Rodríguez, lingüista.

Extraído de En-red-@ando palabras

Otros artículos de Carmen Galán:

- Utopías y uglosias: mundos imaginados y lenguas imaginarias (.pdf)

- La calidad del español en la red: Nuevos usos de la lengua en los medios digitales (.pdf)

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