Mi hermanita sólo es un año mayor. Ha terminado su carrera de Magisterio Infantil, su vocación, ha vivido un año en Japón, en Italia (de Erasmus), acaba de empezar Lingüística en Cádiz y viene mañana a Madrid, de vuelta de seis semanas en Miami. A diferencia de mí, ella pide becas y sucedáneos.
Se me da muy mal pedir las cosas. Sólo lo hago cuando siento que me las merezco, y algo tan subjetivo me deja a merced de la timidez y la arrogancia. El equilibrio es un punto complicado. Pero si hacer visitas virtuales no es lo mismo que estar allí, al menos, sus fotografías muestran una perspectiva que no sé al resto del mundo, pero me encanta.
No me quiero imaginar lo que sería capaz de hacer con una cámara en condiciones.
Te quiero mucho hermanita!
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