lunes, 20 de septiembre de 2010
Sofía Castañón
ME HE AFICIONADO A RESPONDER
encuestas por teléfono y a escuchar
a los testigos de las cien religiones
de mi barrio. Dejo que me acose
la vecina del cuarto con cosméticos
que sé que no me quitarán las ojeras
y me trago
todos los programas
que hablan de
cómo viven los ricos
cómo mueren los pobres...
Estoy muy ocupada,
por eso no entiendo por qué
ahora, sola en la habitación,
echo tanto de menos tus pies,
húmedos por el sudor compartido,
pisando las baldosas de la cocina.
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