martes, 28 de septiembre de 2010

Dígalo

Trate usted de expresar como un primer hombre lo que ve y experimenta, y ama y pierde. No escriba poesías de amor, sobre todo evite las formas demasiado corrientes y socorridas. Son las más difíciles, pues es necesaria una fuerza grande y madura para dar algo propio donde se presentan en cantidad buenas y, en parte, brillantes tradiciones. Por eso, sálvese de los motivos generales yendo hacia aquellos que su propia vida cotidiana le ofrece, diga sus tristezas y deseos, los pensamientos que pasan y su fe en alguna forma de belleza. Dígalo con la más honda, serena y humilde sinceridad, y utilice para expresarse las cosas que lo circundan, las imágenes de sus ensueños, los temas de sus recuerdos. Si su vida cotiana le parece pobre, no la culpe, incúlpese usted; dígase que no es bastante poeta para suscitar sus riquezas...

Rainer Maria Rilke, en una carta dirigida a un joven poeta.

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