miércoles, 1 de septiembre de 2010

El sueño

Soñar es algo que puede atribuirse tanto a los dormilones como a aquellos que padecen insomnio. Yo, perteneciente al primer grupo, tengo la mitad de los sueños asegurados; el resto del tiempo, hay que cerrar los ojos, imaginar y creer.

En verano hay mucho tiempo para imaginar... He sobrevivido al calor creyendo, y nos hemos ido (Niko y yo) algo lejos en el tiempo, pero es algo que exige la utopía: la planificación a largo plazo para tener más posibilidades de acertar con las acciones encaminadas a ella (conectar puntos).

Consciente de que cambiar el sistema social es algo imposible demográficamente hablando, queda cambiar el rumbo hacia mi propia felicidad, que podrá dejar de ser considerada huida cuando encuentre a mi compañera de viaje.




El sueño


Aún quedan dos años para que termine Periodismo y Comunicación Audiovisual (dos más si merezco beca para un máster); tres a Niko para terminar el grado superior de Electrónica. Durante estos años, él tendrá que sacarse el carnet de patrón de barco y yo aprender inglés.

Si todo va bien, compraremos un velero de unos doce metros de eslora. Lo justo y necesario. El presupuesto está en unos 60.000 euros (a medias), la mitad de lo que cuesta un piso. Será de segunda mano, pero queremos instalar placas solares para crear una plataforma flotante lo más absolutamente autosuficiente posible para reducir los costes fijos al mínimo (soy de los que piensan que la vida no debería tener un coste mínimo que no pueda extraerse de las pasiones de cada uno, utopía).

La idea es vivir sobre el mar viajando por el Mediterráneo entre 5 y 8 años; después volveremos a tierra firme. Pero claro, para hacerlo necesitamos trabajar en algo que nos ofrezca movilidad, Niko lo tiene complicado si se dedica a la electrónica, así que le toca a internet.

El sueño, en realidad, es ser bloguero. Todo lo anterior depende de ello. Sé que hay que ser muy bueno pero soñarlo es la mejor razón para intentarlo. Es algo que me encanta y que soy consciente de que exige un tiempo que estoy dispuesto a dedicarle, me gusta demasiado. Aún así, para que un blog genere ingresos pueden pasar 3-4 años siendo constante y muy muy bueno...

Si no obtuviera los ingresos suficientes llegado ese momento, la otra opción paralela es la de proyecto de poeta. Mi primer libro (todavía no me lo creo) prontó estará a la venta, si le gusta a la gente, seré feliz; si le gusta a la gente y se vende bien, seré feliz y podré buscar cosas que contar que estén un poco más cerquita del horizonte.

Además, Niko es una de las personas que más saben sobre manga y anime de España casi seguro. Quizás no tenga conceptos de la Teoría del Manga, si es que existe; pero lo ha visto todo: de aventuras, comedia, románticas incluso... Una de las ideas que han surgido ha sido grabarnos mientras comenta una serie (yo sólo entrevisto) para generar contenido que pueda utilizarse para otro blog. Algunas de sus aportaciones en este blog son Bakuman (manga), Summer Wars y Golden Boy (anime).

De esta forma, nuestro trabajo día a día sería enchufados al ordenador. Yo navegando por internet y Niko viendo series. Y los dos publicando.

Los sueños de aquellos que no obtienen dinero de la tierra o formando parte de una plantilla dependen enteramente de los curiosos.



Una vez leí:

Lo mejor que puede hacer un rico con su dinero es dedicarse a cumplir los sueños que tenía cuando era pobre.

Joven inquiet@ y ambicios@, pregúntate qué sueñas. Créetelo.

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