miércoles, 14 de abril de 2010

El desarrollo del suicidio


Bienvenidos a otra de mis teorías acerca de la Humanidad.


(En construcción desde hace un año)

Sinceramente, no sé si el mundo aguantará nuestro peso, si sabremos adaptar nuestra cultura de cara a la supervivencia; pero de lo único que estoy seguro es que a medida que la cultura occidental, capitalista, consumista, globalizadora, de país desarrollado... (somos una tribu con multitud de nombres) se expande por el globo terráqueo, absorbe o destruye otras culturas humanas, se pierde una pequeña parte de nuestra propia cultura, una parte de la sabiduría traída desde nuestro origen común. Quizás sólo a partir de esa muestra viva de nuestro propio pasado podamos demostrarnos si este a priori inevitable camino hacia un precipio es resultado de nuestra propia naturaleza, de la genética; o de los conocimientos adquiridos a través de la experiencia, de los juicios que nos implanta nuestra comunidad de cara a la supervivencia dentro de la cultura occidental.

A lo largo del primer capítulo intentaré desmontar algunas posibles concepciones erróneas (siempre abiertas a debate) sobre el concepto de Globalización; y posteriormente, en el segundo capítulo, intentaré definir de una forma lo más coherente y argumentada posible los tipos de comportamiento y organización sociales que han surgido en base al desarrollo del conocimiento durante la Historia Universal, y relacionarlos con algunos de los acontecimientos más importantes en la misma. Es una búsqueda del origen en la exposición de las fases por las que ha pasado la Humanidad hasta llegar a esta corriente que parece haber hecho de la expansión la única fuente de su supervivencia.

Continuaré la segunda parte con un intento de profundizar en la naturaleza del Progreso, razonar la no existencia del bien y del mal (ver ambas como una mera cuestión de inteligencia, con el programa Nuestro cerebro altruista como punto de partida de mi argumentación) y plantear qué papel juega la tecnología a la hora de evitar la destrucción del planeta o, en su caso, ralentizar su proceso de desgaste.

En la tercera y última parte plantearé algunas posibles soluciones a estos problemas, algunas prácticamente inevitables si tenemos en cuenta la evolución histórica anterior.

Este pequeño compendio de artículos es un intento de abordar el tema desde una perspectiva global, acumulativa de lo explicado anteriormente dentro de la categoría Charcos de barro; un nuevo vistazo a través del exterior de este vehículo biológico que es la vida y dejar constancia de ello. Abróchense los cinturones.

Prometo hacerlo lo mejor posible, aunque no puedo prometerles que sea suficiente.


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